Javier Revuelta: "Llevo 19 años al frente de la Federación y no he cobrado un solo euro"

Es un portal señorial del centro de Madrid, de esos en los que ya vive poca gente que no cuente con varios ceros en su cuenta. Es habitual que el portero le pida a uno que se identifique en este tipo de lugares, pero la portería está vacía y accedemos rápido al ascensor.

Nadie puede imaginarse que, escondido en un piso que aparenta ser un domicilio familiar, esté la Federación Española de Hípica. La puerta se abre rápido y accedemos al despacho de Javier Revuelta (Valladolid, 1957), el presidente de la institución.

El despacho tiene un amplio escritorio, con numerosos libros e incluso ejemplares de prensa. Además, está decorado por imágenes de Revuelta montando a caballo. Abogado del Estado, compagina desde hace 19 años la presidencia con sus negocios privados. Y lo deja claro: "Mi cartera entró vacía y se irá vacía de aquí".

Su nombre ha resonado con fuerza a lo largo de la semana a raíz de un artículo publicado por El Confidencial. En dicha información, se recogieron las alegaciones de diferentes clubes de toda la geografía española por el reglamento electoral que regirá las próximas elecciones. Revuelta aceptó una entrevista para explicar su versión.

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PREGUNTA. El artículo publicado por este periódico sobre las próximas elecciones ha generado interés en la hípica nacional.

RESPUESTA. Quería rebatir esa información.

P. Siéntase libre para decir lo que quiera.

R. En la noticia, da la sensación de que el proceso electoral está controlado, manipulado. Las elecciones están absolutamente reglamentadas por órdenes ministeriales del Consejo Superior de Deportes (CSD). Las que se celebran este año están reguladas por una orden ministerial de enero de 2024. Los reglamentos electorales y los censos que se incluyen son remitidos al CSD. Y la Comisión Directiva del CSD te lo aprueba o te hace las distinciones oportunas. Es que parece que nos hemos inventado la distinción entre clubes olímpicos y no olímpicos.

P. Hay 87 clubes olímpicos y 218 no olímpicos. ¿En base a qué hacen esa distinción?

R. No es algo que nos hayamos inventado ahora, esa distinción existe desde 2007. La orden ministerial de 2007, reguladora de las elecciones de 2008, establecía que las federaciones deportivas tenían que distinguir cuáles son las especialidades principales que hay en las mismas. Los clubes hípicos no son como los del fútbol, no participan en competiciones olímpicas o no olímpicas.

P. Usted sostiene que esos clubes deberían tener derecho a voto.

R. Tienen que tenerlo porque lo dice la orden ministerial; porque organizan competiciones, no participan en ellas. En función de esos torneos, sean de disciplinas olímpicas o no olímpicos, se distribuyen en un grupo u otra. Esa es la clasificación y no nos la hemos inventado ahora.

P. ¿Tiene sentido que haya más delegados de los clubes olímpicos que de los no olímpicos?

R. La orden ministerial te dice que hay dos requisitos para establecer. Dice que, si hay especialidades principales en una federación, tienen que tener, al menos, el 50% de la representación en el estamento. Y las principales son las olímpicas. El otro, que, siempre respetando ese 50%, ha de seguir una representación proporcional al número de licencias que tengas.

P. Las que hemos citado de los clubes olímpicos.

R. Exactamente. Eso te da el porcentaje que equivale a actividades olímpicas (72%) y a los no olímpicas (27%). Todo esto, repito, está en la orden ministerial.

P. Niega entonces que esté intentando perpetuarse en el cargo en connivencia con Alejandro Blanco.

R. Eso es ridículo. Mira, te voy a explicar una cosa.

P. Adelante.

R. Los requisitos para que un club sea olímpico o no olímpico son los siguientes. Primero, que el club tenga licencia de la Federación. Segundo, que esté incluido dentro del calendario oficial de las competiciones, aprobado con un año de antelación por la Asamblea General. En la última Comisión Delgada, se acordó la inclusión de los clubes que se llaman de galopes. Yo abrí esa reunión, pero me marché porque, como se trataba de un tema electoral, no quería que se me dijera que yo trataba de influir o participar en el debate al respecto.

P. El censo ya ha sido publicado.

R. Así es. De acuerdo con la regulación, la orden ministerial es susceptible de impugnaciones, pero el plazo acabó el pasado jueves 30. Se han presentado contra él una serie de recursos, pero no de clubes de toda España como habéis publicado.

P. ¿Quién las ha presentado, según usted?

R. Han sido 52 recursos y 33 de ellos son de los clubes más importantes de España, organizadores de competiciones. Ellos solicitan que la inclusión de los clubes de galopes se anule porque no son clubes cuyas actividades estén incluidas en el calendario oficial.

P. ¿Está confiado con repetir mandato?

R. No tiene nada que ver con esto, estamos hablando de los clubes.

P. Le pregunto porque habrá una candidatura rival [Ignacio Ridruejo, dos días después de la realización de esta entrevista, anunció de manera oficial su intención a presentarse a unos comicios que deberían celebrarse después de los Juegos Olímpicos].

R. Todavía no se sabe si habrá candidatura porque no se ha abierto el plazo de presentación. Ni siquiera yo soy candidato.

P. Pero usted va a formalizar su candidatura y se espera que haya una opositora.

R. Parece ser que sí, que habrá una candidatura rival. Pero también lo parecía hace cuatro años, aunque finalmente no lograron los avales necesarios. Yo no tengo intención de perpetuarme en el cargo. Nada más lejos de la realidad, porque mi vida profesional está al margen de la hípica. Yo no vivo de esto, no he cobrado ni un solo euro en los 19 años que llevo al frente de la Federación. Esto lo hago absolutamente gratis. Soy de los pocos presidentes de federaciones deportivas españoles que no cobro. Cero.

P. ¿Cuál es la clave para mantenerse tanto tiempo en esto?

R. Pues que mi vida profesional está al margen. Yo soy abogado del Estado en excedencia y tengo muchos negocios, básicamente de energías renovables. Esto lo hago porque el deporte ha estado siempre ligado a mi vida. En la Federación, se ha formado un equipo magnífico que funciona fantásticamente bien y es por lo que estoy aquí. Pero no tengo ninguna necesidad de esto, porque no me aporta nada. Al revés, me quita tiempo para dedicarme a otras cosas.

P. A nivel de cargos, siempre es recomendable un cambio por higiene democrática. Imagino que a usted se lo habrán planteado…

R. A mí lo que me han dicho es que siguiera. Sinceramente, una gestión no se debe valorar por el número de años que llevas, sino por la eficacia y los resultados obtenidos. Hay ejemplos numerosos, tanto en el mundo del deporte como en el de la empresa. Hay que tener en cuenta que la Federación es una asociación privada y son los estamentos los que tienen la palabra y los que conforman la Asamblea General. Ellos son los que deciden si sigues o no, en base no a los años que lleves, sino a si están funcionando las cosas.

P. ¿Se siente apoyado por los clubes?

R. Absolutamente. Si no fuera así, de entrada no seguiría aquí. No tendría ningún sentido. Yo he ganado las elecciones con un apoyo del 90% de la Asamblea General y muchísima gente me dice que tengo que seguir, entre otras cosas porque las cifras son apabullantes. Yo cogí la Federación con un patrimonio neto negativo.

P. ¿Qué papel jugó ahí su formación empresarial?

R. Yo gestiono la Federación como una empresa, porque lo que hay que hacer es darle servicio a los federados, a los clubes, a los organizadores de torneos… El organismo tiene que funcionar como un reloj. Y así lo hace.

P. ¿En qué se basa la supervivencia económica de esta Federación?

R. Cuando entré de presidente, la Federación tenía 700.000 euros de patrimonio negativo y unos ingresos de un millón y medio de euros, de los cuales prácticamente la totalidad eran la aportación del CSD. El año pasado, acabamos con un patrimonio positivo de 800.000 euros y unos ingresos de diez millones. Y no solo eso, es que hemos estado presentes en todos los Juegos Olímpicos desde que llegué al cargo. De hecho, a París iremos con las tres disciplinas. Somos un referente, porque España es el segundo país del mundo por competiciones internacionales que se organizan.

P. Vayamos a otro asunto. ¿De dónde le nace a usted el amor por la equitación?

R. Aunque no tenía tradición alguna, empecé a montar a los 12 años. Yo nací en Valladolid y empecé a montar con un militar allí, porque en ese momento los militares tenían caballos. Luego, mi abuelo me compró un caballo y llegué a ser campeón de España de menores e integrante del equipo español. Después, he estado siempre ligado al mundo ecuestre, porque me apasionan las carreras de caballos. Tuve un lapso de tiempo en vida en el que no monté.

P. ¿Cuántos años?

R. Desde los 18 a los 36. No me daba tiempo, porque me saqué mi carrera, hice una oposición y empecé en el mundo empresarial.

P. ¿Cómo le picó de nuevo el gusanillo?

R. Porque fui a los Juegos Olímpicos de Barcelona y tuve envidia de aquellos que estaban compitiendo. Fue entonces cuando decidí prepararme para Atlanta, aunque ya tuviera mi vida bastante hecha desde el punto de vista profesional.

P. ¿Cómo encajó la hípica en su vida entonces?

R. Fue bastante sacrificada, porque yo me preparé para concurso completo, una modalidad que en España tenía muy poca competición. Yo tenía mis caballos en Inglaterra, en Oxford, y cogía un avión todos los viernes a mediodía. El viernes me preparaba para los torneos cuando llegaba al Reino Unido, el sábado tenía competición y el domingo, también. Regresaba siempre a Madrid a las tres de la mañana, porque venía en el último avión. Entre semana, tenía un caballo aquí para montar a primera hora de la mañana. El objetivo no era otro que no perder la forma y estar el fin de semana en condiciones de competir.

P. Cuando se preparó para Atlanta, ya existía el Plan ADO. ¿Lo benefició de alguna manera?

R. Algo recibí cuando fui diploma olímpico, pero ocurrió después de los Juegos Olímpicos de Atlanta, los dos años que monté tras aquella competición.

P. ¿Cuándo decidió que quería vincularse a la hípica desde la faceta de gestor?

R. Había estado en muchas compañías antes de llegar a la Federación, como Telefónica, Electronic Data System, el grupo Recoletos… Tenía experiencia desde el punto de vista de la gestión, pero nunca se me había pasado por la cabeza. Me presenté porque me lo pidieron; porque necesitaban una persona vinculada al deporte que tuviera bagaje como gestor. Y, con toda humildad, no había muchos. No tenía ninguna intención y lo hice a desgana. Pero luego formas equipos, ves cómo se pueden hacer las cosas y te ilusionas.

P. ¿Cuál fue su primera reacción al ver las cuentas de la Federación?

R. Que había que sanear a la Federación, porque si no sería imposible desarrollar algún proyecto. No se puede hacer nada porque los proveedores no te sirven, porque todos te reclaman pagos… Eso es lo que pasaban en 2005. Teníamos una deuda importante con la Federación Ecuestre Internacional, con un retraso en los pagos. Eso fue lo primero que hicimos: quitarnos esa deuda.

P. ¿Cuándo llegó el saneamiento?

R. En 2008 estuvimos ya saneados y pudimos pensar en abordar nuevos proyectos.

P. Dígame algunos.

R. La tecnificación y ordenación de todo el deporte ecuestre, que no estaba ordenado. Se hacían las cosas porque sí, pero no existían unos cánones ni unos códigos de ordenación. Por otro lado, la regulación de la gobernanza de la propia Federación, que tampoco se dirigía de una manera democrática y transparente. Ahora, a esta Federación la ponen en el CSD como un ejemplo de funcionamiento en cuanto al gobierno corporativo. También hay que tener en cuenta el aumento que ha habido en el número de licencias.

P. ¿Cuánto han aumentado en estos años?

R. En toda España, han pasado de las 39.000 que había en 2008 a las 65.000 actuales (nos enseña unos gráficos con los datos). En las nacionales, pasamos de 9.000 a 11.000. Los deportistas en competiciones, de 2.400 a 5.000.

P. Siempre se ha dicho que el tenis es un deporte de ricos. ¿La equitación también?

R. La equitación siempre ha tenido el estigma, entre comillas, de que es un deporte para ricos. Con toda sinceridad, no lo creo. Es cierto que es necesario tener unos recursos importantes para estar en la alta competición, pero también ocurre con otros deportes como el automovilismo.

P. Pero mantener a un caballo tiene un alto coste.

R. Puedes montar a caballo como una actividad recreativa e incluso en competiciones de pequeño nivel. Mantenerlo te puede costar 700 euros al mes y puedes comprarlo por 8.000 o 9.000 euros. No son las cifras de alguien que va a participar en los Juegos Olímpicos…

P. ¿La Federación destina cierta cantidad para aquellos que no cuentan con un colchón económico para mantener un caballo?

R. La Federación no compra caballos.

P. Le preguntaba en el caso del mantenimiento, entendiendo que la familia ya lo ha adquirido.

R. Nosotros dedicamos el 85% de los recursos a actividades deportivas y somos una de las federaciones que más destina. Intentamos que el dinero sirva para ayudar a las competiciones, para que haya ayudas a los equipos españoles… Cuando un equipo viaja fuera, se le pagan los viajes, los hoteles, las inscripciones, la equipación… Hay una gran cantidad de deportistas, sean profesionales o en edad de formación, que representan a España y, evidentemente, se los apoya.

P. ¿Qué expectativas tiene para los Juegos Olímpicos?

R. Soy bastante optimista y creo que, si tenemos un poco de suerte, podemos conseguir diplomas olímpicos en salto y en doma clásica. Tenemos los mejores equipos desde hace muchísimo tiempo. Además, tenemos individualidades que, por los resultados que están teniendo este año, nos hacen ser muy optimistas.

P. Dé nombres, por favor.

R. Confío en Eduardo Álvarez Aznar en salto de obstáculos. Él es el jinete español mejor clasificado en el ránking de saltos. En doma clásica, confío en Martín Dockx o en Beatriz Ferrer Salat. Tengo que decirte también que las selecciones definitivas no se han hecho todavía porque se darán las matrículas definitivas para París en la primera semana de julio.

P. ¿Cómo son los meses previos a unos Juegos Olímpicos en una federación?

R. Son de un ajetreo extraordinario. Los Juegos Olímpicos son la competición más importante que hay cada cuatro años y es un no parar, porque acaba una disciplina y empieza otra… En realidad, es casi durante todo el año así, porque hay competiciones nacionales e internacionales de máximo nivel casi todos los fines de semana.

P. ¿Se sienten olvidados en los cuatro años que hay entre los Juegos Olímpicos?

R. No, no en absoluto. Primero, porque tanto el CSD como el Comité Olímpico Español (COE) nos dan un apoyo importantísimo. Yo estoy en el COE, en la Comisión Ejecutiva. Aunque digáis que soy amigo de Alejandro Blanco, lo soy igual que otros que están en esa comisión. Es importante resaltar que la hípica es especial.

P. ¿Por qué?

R. Porque la hípica es un deporte, pero es fundamentalmente una industria. La hípica se mueve porque existen transacciones de caballos, operaciones de compraventa importantísimas. En esas operaciones, se mueve muchísimo dinero a diario. Hay muchas competiciones internacionales que se organizan por entidades privadas con un ánimo de lucro y se gana mucho dinero.