La reinvención de España de rugby: más españoles y menos franceses (por obligación)

El domingo 18 de marzo, un terremoto sacudió el rugby español. Lo ocurrido en el Little Heysel de Bruselas (Bélgica) marcó la historia de este deporte en nuestro país. A quienes pudimos entrar en el vestuario de la selección al final del choque contra los belgas jamás se nos olvidarán las imágenes y la atmósfera que reinaba allí. Las lágrimas de jugadores como Brad Linklater, hoy feliz tras ser padre por primera vez (¡felicidades!), la rabia de un Marco Pinto que paseaba como un tigre enjaulado o el rostro completamente ido del seleccionador español, Santiago Santos.

El pasado jueves, mientras World Rugby participaba en los fastos organizados por los japoneses para celebrar que falta un año para la disputa de su Mundial, Santos terminaba de perfilar la lista de jugadores que arrancarán, seis meses después de aquella infausta mañana dominical, la refundación del rugby español. Santos sigue al mando de la selección y también continuúa su capitán, Jaime Nava, que pese a perder su último tren mundialista en Bélgica a sus 35 años sigue comprometido con el grupo. Sin embargo, no estará en esta ocasión por una inoportuna lesión de radio que se produjo en el partido inaugural de Liga en Burgos.

La eliminación, que se produjo por alineación indebida (Belie y Fuster) y no por la derrota ante los belgas con la inestimable complicidad del árbitro rumano Vlad Iordachescu, acarreó además las sanciones de los hermanos Rouet, Sebastien y Guillaume; de Pierre Barthère, Lucas Guillaume y Mathieu Bélie. Sanciones que tuvieron que ver con los incidentes ocurridos al final del partido entre los españoles y el trío arbitral. Barthère, Guillaume y Bélie han cumplido el castigo y podrían participar en los test de noviembre con el XV del León. Los hermanos Rouet aún tendrán que esperar hasta el 27 de noviembre, después de ver reducida su sanción, que llegaba hasta 21 de abril de 2019 en el caso de Guillaume y hasta el 9 de junio de 2019 en el de Sebastien.

Oposición de los clubes franceses

El resto del panorama ha cambiado sensiblemente. Hay jugadores como el neozelandés Linklater, que a sus 31 años ha decidido retirarse de la selección porque el Mundial de Francia en 2023 queda muy lejos y prefiere dejar su sitio a las nuevas generaciones. Después está el caso de varios jugadores que militan en Francia y que se enfrentan a la oposición de sus clubes a cederles para que jueguen con España. Los clubes han endurecido las condiciones hasta el punto de obligarles a renunciar a ir convocados con los Leones si quieren firmar sus contratos profesionales. Contratos que superan los 5.000 euros mensuales y que llegan en algún caso a los 300.000, mientras que en la selección perciben dietas por día convocado. La pasada temporada hubo jugadores que se perdieron muchas semanas de trabajo con sus equipos y están dispuestos a que eso no vuelva a ocurrir.

Esto es un problema serio para Santiago Santos, que para esta nueva etapa tendrá que restructurar notablemente el grupo. Para empezar, la oposición de los clubes franceses le impedirá mantener una columna vertebral de 'franceses' complementada por jugadores asimilados de nuestra Liga y rematada con las promesas del rugby español.

En esta nueva etapa, al menos al principio de la misma, Santos se verá obligado a echar mano de menos 'franceses' y ganarán protagonismo los extranjeros asimilados de la Liga Heineken. Jugadores nacidos fuera de España que llevan en nuestra liga tres temporadas consecutivas o cinco alternas, o que se han casado con españolas, circunstancia que les hace seleccionables con el XV del León. Para empezar, Santos concentra desde este domingo hasta el miércoles en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat en Barcelona a un primer grupo en el que aparecen muchos jugadores que reúnen este perfil como Michael Walker-Fitton, Leandro Wozniak, Richard Steward o Len Ascroft-Leigh. No son los únicos, porque en la agenda de Santos hay unos cuantos nombres de jugadores que serán asimilables, y por tanto seleccionables, en unos meses.

Los clubes franceses les han obligado a renunciar a ir convocados con los Leones si quieren firmar sus contratos profesionales

Entre las jóvenes promesas del rugby español aparecen en esta cita Hugo Alonso, Vicente del Hoyo, Ángel Durango y Gerard Aubanell. Y a eso suman jugadores habituales en el grupo como Víctor Sánchez, Alvar Gimeno, Guillo Mateu, Alberto Blanco, Jordi Jorba, Beñat Auzqui, Lucas Guillaume, Nacho Contardi, Tom Pearce, Matt Foulds, Afa Tauli, Julen Goia o Fernando López.

España jugará dos partidos en noviembre ante selecciones mundialistas como Namibia y Samoa, y para entonces Santos confía en haber cerrado la cesión de algún jugador relevante francés. Entre los 'fichajes' para esta nueva temporada se manejan nombres como los de Lucas Rubio (9 de Agen) y David Mele (Perpignan), aunque el segundo ha jugado con Francia 7 dos torneos que podrían impedirle alinearse con el XV del León, por lo que se ha preguntado a la FFR.

Santos tiene claro que "el objetivo a largo plazo es estar en el Mundial de 2023, pero a corto y medio es ser competitivos, porque la clasificación posiblemente arranque en 2021". Sobre la estructura del grupo, el seleccionador tiene claro que "hay algunos que no están, pero estarán". "Trabajamos con una lista de 60 jugadores y en la que hemos preparado para la concentración de Sant Cugat hay jugadores habituales, jóvenes talentos de la Liga que están despuntando y que han pasado por las categorías inferiores del XV del León, así como nuevas incorporaciones que llegan desde Francia. Además, no descartamos incorporar a jugadores extranjeros de la Liga Heineken que en breve también podrán ser elegibles”.