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El público francés acaba por enfadar a Nadal, en plena 'crisis nerviosa'
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LOS AFICIONADOS APLAUDIERON SUS FALLOS EN SU DEBUT EN ROLAND GARROS

El público francés acaba por enfadar a Nadal, en plena 'crisis nerviosa'

Rafa Nadal anda disperso. Él mismo ha reconocido que sufre despistes en los últimos meses y el martes quedó bastante claro sobre la arcilla de París. El número

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El público francés acaba por enfadar a Nadal, en plena 'crisis nerviosa'

Rafa Nadal anda disperso. Él mismo ha reconocido que sufre despistes en los últimos meses y el martes quedó bastante claro sobre la arcilla de París. El número uno del mundo necesitó cinco sets y más de cuatro horas de partido para derrotar a John Isner en un partido en el que estuvo a punto de caer. Pero los nervios no fueron el único enemigo del manacorí. El público de Roland Garros volvió a mostrar su hostilidad hacia Nadal en el partido de su debut, pero ésta es un actitud que no sorprende puesto que no es la primera vez que él y el resto de tenistas españoles sufre la mal comportamiento de la grada.

Si al público español se le sigue recriminando su falta de saber estar en una cancha de tenis -como ya ocurrió durante el Masters de Madrid-, el francés no es que sea en muchas ocasiones un ejemplo de exquisita educación. El pasado martes, los asistentes al recinto parisino celebraron todos los puntos que falló Rafa Nadal y los que ganó su rival, algo que descentró al manacorí y, sobre todo, desesperó. El gesto de su cara lo decía todo. Estaba nervioso y presionado, pero gracias a los gritos del público, también acabó enfadado.

Llueve sobre mojado. Los cinco títulos conseguidos por Nadal en los últimos seis años parece que escuecen entre el público del torneo parisino, que no duda en mostrarle su antipatía, por muy desagradable que resulte para el desarrollo de la competición en general y para la concentración del jugador en particular. En la edición 2009 de Roland Garros, cuando el mallorquín fue eliminado del torneo por Robin Soderling tras cuatro años consecutivos conquistando el Grand Slam, las cosas no fueron diferentes y el propio Nadal reconoció estar acostumbrado a esta manifiesta falta de amabilidad.

"Estoy acostumbrado a oír el nombre de los rivales con los que juego, y me los tengo bien aprendidos cuando acabo. Es una pena que este público no haya tenido nunca un detalle conmigo. Ojalá un año lo tengan", dijo en 2009. Ahora, dos años después, él mismo ha podido comprobar que sus contrincantes, sean quienes sean, siguen siendo los favoritos en París.

Nadal necesita un plus de concentración

Pero Nadal deberá aislarse de todo lo que suceda a su alrededor si quiere hacer un buen papel en Roland Garros y revalidar el título. Sus comienzos en los últimos torneos no están siendo demasiado buenos y Nadal no es capaz de ganar cómodamente como se presupone en las primeras rondas. Las tres finales consecutivas perdidas ante el mismo rival, Novak Djokovic, tienen mucho que ver, pero él habla de nervios y despistes. "Antes me pasaba un pelín menos. Desde la aceptación, y sabiendo que el problema se puede solucionar, me ha vuelto a pasar".

En la primera ronda del Masters de Roma, Nadal sorprendió a todos los que daban por sentado que liquidaría fácilmente a Paolo Lorenzi y sufrió para eliminar al número 148 del mundo. Después se supo que el manacorí había amanecido ese día con fiebre y sus condiciones físicas podían no ser las más idóneas. Sin embargo, su estreno en París fue igual de sufrido porque a punto estuvo de caer ante John Isner y de perder el que hubiera sido su primer partido en primera ronda.

Verdasco y el "francés de los cojones"

Pero lo cierto es que no es un caso aislado. Otros tenistas españoles ya se han quejado del trato recibido en las pistas francesas. Muy sonado fue el episodio que protagonizó Fernando Verdasco en la final del torneo de Niza frente al francés Richard Gasquet hace exactamente un año. El madrileño entró en el juego de los aficionados, perdió los nervios y pasó a los insultos. La guerra entre público y jugador, en la que uno increpaba y otros silbaban y abucheaban tuvo un claro perdedor. Verdasco se quedó sin el título y tuvo que pedir perdón públicamente.

Rafa Nadal anda disperso. Él mismo ha reconocido que sufre despistes en los últimos meses y el martes quedó bastante claro sobre la arcilla de París. El número uno del mundo necesitó cinco sets y más de cuatro horas de partido para derrotar a John Isner en un partido en el que estuvo a punto de caer. Pero los nervios no fueron el único enemigo del manacorí. El público de Roland Garros volvió a mostrar su hostilidad hacia Nadal en el partido de su debut, pero ésta es un actitud que no sorprende puesto que no es la primera vez que él y el resto de tenistas españoles sufre la mal comportamiento de la grada.

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