Cuando falta regularidad y agresividad, Rafa Nadal impone su solidez y calidad

Rafa Nadal logró el pase a octavos de Roland Garros tras derrotar al último argentino superviviente en el cuadro masculino, Leonardo Mayer (6-2, 7-5, 6-2). Con este triunfo, el jugador mallorquín suma su triunfo número 31 consecutivo en la tierra batida de París igualando su mejor serie en este torneo. A pesar de haber vuelto a ganar en tres sets, la victoria de Nadal no ha sido fácil. Hubo fases del segundo set en las que el jugador argentino creó problemas al español, que incluso cedió su servicio al inicio del tercer set.

El juego del número uno fue irregular, le faltó agresividad en determinados momentos dando la sensación de no estar metido del todo en el juego. Sin embargo, a la hora de la verdad, la solidez y calidad de Nadal fueron suficientes para imponerse. A pesar de los momentos difíciles, Rafa no se vino abajo en ningún momento y no dio muestras de falta de concentración como en otros torneos.

Lo que sí desveló tras el encuentro fue queestá sufriendo un dolor en la espalda que le ha obligado a bajar la intensidad de sus servicios, pero no quiso dar detalles de la lesión: “No voy a hablar de la espalda. Estoy en competición, en la segunda semana, disfrutando de ello y voy a hacer todo lo posible para ser competitivo. Pelear, voy a pelear.No importa a nadie, no quiero ni faltar el respeto a ningún rival ni ayudar a nadie, ni perjudicarme a mí mismo. Lo único importante es que he ganado un partido en tres set”.Nadal indicó que sintió ese dolor en el primer partido y que se repitió en el segundo, lo que le obligó a “sacar más despacio de lo habitual” aunque no quiso afirmar si se trata de los mismos problemas físicos que le mermaron en la final del Abierto de Australia contra Wawrinka.

Controló bien a Mayer, salvo en el tramo final del segundo set, cuando cedió tres juegos consecutivos y desperdició la ventaja que llevaba. Pronto se rehízo, rompió el saque del argentino en el undécimo y cerró el set. El tercero comenzó con rotura de Nadal, devuelta por Mayer que en el siguiente se adjudicó su propio saque. Fue el último de su estancia en Roland Garros porque el español sacó la apisonadora y se hizo con los cinco siguientes para certificar su pase a octavos.

Para avanzar a cuartos, el español tendrá que derrotar a Dusan Lajovic que juega su segundo Grand Slam tras haber disputado este año el Abierto de Australia. Lajovic, segundo serbio de mejor ránking tras Djokovic, no ha superado la segunda ronda de ninguno de los torneos en los que ha participado este año. Contra todo pronóstico se ha plantado entre los 16 mejores de Roland Garros tras derrotar en tercera ronda a Jack Sock, algo mermado físicamente en el último tramo del partido. Con anterioridad, se había deshecho de Jurgen Zopp y Federico Delbonis.

Además, el número uno se mostró muy crítico con el juez de silla, Pascal Maria, que le señaló una falta de saque por tiempo cuando iba a servir en el segundo set con bola de rotura para su rival: “No hay partido con él en el que no termine con una o dos faltas de saque. Yo creo que el tenis es un deporte de pensar, si no, nos dedicamos solo a dar raquetazos. No entiendo el deporte de esa manera. Hay unas reglas y hay que cumplirlas, pero es extraño que, dentro de esas reglas, con él siempre tenga problemas”.

En los Grand Slam y en la Copa Davis los jugadores tienen 20 segundos para efectuar el saque, mientras que en el resto de los torneos son 25 segundos. Pese a no estar de acuerdo con la regla, el mallorquín recordó que aceptó la sanción sin protestar: “Hay árbitros que lo interpretan mejor que otros. Y si no que pongan un cronómetro y ya está, pero yo creo que el tenis es un deporte de pensar, en el que la base es física y mental, pero también estratégica. Si las cosas van cada vez más rápido nos dedicamos a sacar y dar raquetazos, nada más. No es mi idea”.