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El nuevo 'match ball' de Wimbledon: los vecinos paralizan las obras para ampliar la meca del tenis
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PARA LEVANTAR 39 NUEVAS PISTAS

El nuevo 'match ball' de Wimbledon: los vecinos paralizan las obras para ampliar la meca del tenis

Desde que en 2018 el torneo se hiciera con los terrenos adyacentes a All England Club, solo ha tenido problemas... y, ahora, solo Londres puede salvar una obra que está detenida

Foto: Wimbledon podría no ampliar sus instalaciones. (Reuters/Paul Childs)
Wimbledon podría no ampliar sus instalaciones. (Reuters/Paul Childs)

Wimbledon es historia del deporte mundial. El torneo londinense tiene el honor de ser el campeonato más antiguo del mundo de la raqueta y su mística es innegable pues, desde 1877, cientos de miles de jugadores han pasado por sus instalaciones con el objetivo de levantar un título en la meca del tenis. Sus instalaciones huelen a leyenda, a mito y a historia, pero empieza a quedarse corto para los tiempos que corren. Y, ahora, All England Club se encuentra con un match ball en contra.

La hierba perfectamente cortada, las impolutas equipaciones blancas o las famosas fresas con nata que tan habituales son en el torneo so solo parte de la tradición de Wimbledon. Los años han ido pasando, pero el torneo londinense ha mantenido buena parte de esta mística para dotarlo de una aura que no todos los campeonatos tienen. Pero los tiempos cambian y, por ello, el tercer Grand Slam del curso también ha ido mejorando sus prestaciones.

Hace unos años, antes de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, no dudó en contar con techo retráctil en sus instalaciones para impedir que las lluvias obligaran a detener los partidos de manera tan habitual. Unos años después, en 2018, el torneo entendió que tenía que mejorar aún más lo que ofrecía a jugadores y aficionados para seguir siendo una referencia en el tenis mundial. Pero, cinco años después de aquello, el proyecto no termina de ver la luz.

Hace cinco años, el torneo compró por 72 millones de euros los terrenos de Wimbledon Park, ubicados junto a All England Club. La idea era sencilla: ampliar el complejo tenístico para seguir a la vanguardia del tenis mundial. La idea era construir otras 38 pistas, de entrenamiento y de juego, además de un nuevo estadio con capacidad para 8.000 espectadores donde pudieran disputar partidos tenistas de alto ránking sin necesidad de ocupar la pista central.

Foto: Alexander Bublik, en el pasado US Open. (Geoff Burke/USA TODAY Sports)

El principal objetivo era mejorar las instalaciones y, sobre todo, evitar que los jugadores tuvieran que entrenar en las pistas situadas en Aorangi Park y que la fase previa del torneo también se pudiera jugar en Wimbledon, algo que actualmente se hace en Roehampton. Sin embargo, se han encontrado con un problema inesperado: los vecinos. Y es que los terrenos de Wimbledon Park pertenecen a dos ayuntamientos, Merton y Wandsworth, y no todos están de acuerdo con las obras.

La primera buena noticia para Wimbledon llegó el mes pasado, cuando el consistorio de Merton dio el visto bueno a las obras. Sin embargo, Wandsworth acaba de anunciar que rechaza el proyecto y, por ende, queda paralizado de momento. ¿El motivo? La destrucción del parque natural que se encuentra en la zona, que conlleva acabar con la zona verde y con la tala de los 300 árboles con los que cuenta. Pese al plan B que ha puesto Wimbledon sobre la mesa, la idea no ha sido apoyada.

Un plan que no ha sido aprobado

Wimbledon, a sabiendas de la polémica que conllevaba, se comprometió a plantar 1.500 árboles en la zona y a construir un paseo que permitiera llegar al lago que se encuentra dentro del parque, una de las pocas zonas que no verían dañadas. Pero el ayuntamiento de Wandsworth rechazó que Wimbledon pueda construir en la zona, lo que deja al torneo en una situación comprometida. Ahora es la alcaldía de Londres la que debe de decidir si se puede construir o no.

"Estamos muy decepcionados por la decisión de Wandsworth. Nuestra propuesta supone una de las transformaciones más importantes de Londres desde 2012, además de proveer de importantes beneficios a la comunidad. Creemos que este proyecto ofrece mejoras sociales, económicas y ambientales, con la creación de un parque público en lo que antes era una zona privada, además de la creación de puestos de trabajo", afirmó la presidenta ejecutiva del All England Club, Sally Bolton.

Es importante poner en valor el peso que tienen los barrios en estas decisiones. No solo han conseguido que exista un toque de queda en el torneo -con las 23:00 horas como hora máxima de juego- para permitir el descanso de los vecinos, sino que incluso se prohibió que se jugara el primer domingo -el famoso Middle Sunday- y, ahora, han paralizado la expansión del torneo. Será Londres quien tenga la última palabra pero, de momento, Wimbledon tiene un match ball en contra.

Wimbledon es historia del deporte mundial. El torneo londinense tiene el honor de ser el campeonato más antiguo del mundo de la raqueta y su mística es innegable pues, desde 1877, cientos de miles de jugadores han pasado por sus instalaciones con el objetivo de levantar un título en la meca del tenis. Sus instalaciones huelen a leyenda, a mito y a historia, pero empieza a quedarse corto para los tiempos que corren. Y, ahora, All England Club se encuentra con un match ball en contra.

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