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Nadal muere de pie ante Zverev en Roland Garros y deja abierto su futuro (3-6, 6-7 y 3-6)
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Contra uno de los favoritos

Nadal muere de pie ante Zverev en Roland Garros y deja abierto su futuro (3-6, 6-7 y 3-6)

El tenista balear llegó hasta su límite físico y mental frente a uno de los mejores tenistas del circuito como Alexander Zverev. La mejora del español fue enorme, aunque no suficiente. No cierra la puerta a volver el año que viene

Foto: El español tuvo el partido en el segundo set. (AFP7)
El español tuvo el partido en el segundo set. (AFP7)

Rafa Nadal elevó al máximo su nivel tenístico de las últimas semanas, pero no fue suficiente ante Alexander Zverev (3-6, 6-7 y 3-6). La ocasión lo merecía, porque en frente tenía al vigente campeón del Masters 1.000 de Roma y a uno de los tenistas más en forma del circuito. El Rey de París, con 112 victorias y tan solo 4 derrotas, fue claramente de menos a más, levantó al público de Roland Garros y se creció en un segundo set vital que cayó del lado de Sacha gracias a su devastador saque, su defensa y un mejor estado físico. El tenista alemán, capaz de soportar la presión de una Philippe Chatrier volcada con Nadal. "No estoy 100% seguro si esta va a ser la última vez, pero lo he disfrutado mucho", explicó Nadal tras un partido que duró más de tres horas.

Nunca una primera ronda de Roland Garros tuvo tanta emoción y concentró tanta tensión. La crueldad del cruce emparejó a Rafael Nadal con un monstruo competitivo como Alexander Zverev, número cuatro del ranking ATP. Aunque el español explicó que quizás no era su última visita a París y rechazó un homenaje a lo grande del torneo, el público de la Philippe Chatrier rindió pleitesía ante el Rey de la tierra batida parisina. Desde el sonido atronador al verle en la pantalla, pasando por la ovación en pie cuando salió a la pista y la locura al escuchar su bagaje en la pista gala.

Sin embargo, el alemán no tuvo piedad del tenista balear y se impuso en el primer juego en blanco para apuntarse el primer break. El tenista alemán, con una potencia devastadora, movía a Nadal con una facilidad pasmosa por toda la pista. Nadal quiso defenderse en el segundo juego y puso al de Hamburgo contra las cuerdas, pero la agresividad y determinación de Zverev hacía presagiar una tarde muy difícil para él.

Zverev, un martilló pilón

Nadal reaccionó en el tercer juego para el 2-1 y el público lo celebró con entusiasmo, como si esperase cualquier mínimo argumento para vibrar con el español. El balear, desde el fondo de la pista, forzó el error de Zverev. Las prisas del alemán coincidían con la presión que emergía de la raqueta del español y de la propia pista parisina, claramente alineada con el manacorí. "¡Vamos, Rafa!", le cantaron desde su banquillo. Sacha revirtió el preocupante 15-40 para abortar el break de Nadal (3-1).

El español subió su nivel a medida que avanzaba el encuentro, igual que su arsenal de golpeos. En el quinto juego, después de acariciar un golpe de efecto, subió más a la red y zarandeó de lado a lado al alemán, tal como él había sufrido al inicio del choque. El resultado fue un juego en blanco para Nadal (3-2), que empezaba a esbozar una sonrisa en su rostro.

placeholder El español, durante el partido. (EFE/Teresa Suárez)
El español, durante el partido. (EFE/Teresa Suárez)

Zverev se rehizo con saques de hasta 205 km/h y derechazos descomunal para el 4-2. Nadal respondió con fiereza y recortó distancia (4-3). Zverev dominaba, pero Nadal no se despegaba del partido con potencia y concentración (5-3). El español buscó el revés de Zverev y salvó la primera bola de set. Nadal sacó a relucir buenas derechas cruzadas y evitó la segunda bola de set para el de Hamburgo. No así la tercera tras 54 minutos, donde encajó el segundo break Nadal (6-3). El nivel del alemán era muy alto y, aunque Nadal había ido claramente de menos a más, todo se había diluido al final del primer set.

Nadal voló en el segundo set

Zverev no pisó el freno en la segunda manga con un juego en blanco (1-0). El español se lo devolvió con un tenis de altísimo nivel con paralelas, dejadas y habilidad (1-1). Los veloces zarpazos del alemán le colocaron de nuevo por delante (2-1). Nadal quiso imaginar soluciones, tratando de alterar el ritmo del encuentro y peloteos más altos. El balear torció el gesto con el break point en contra sobre la mesa en un momento clave y sacó su mejor tenis para evitarlo (2-2). Djokovic, Swiatek y Alcaraz no se quisieron perder el encuentro.

La celebración conectó de lleno con el público en plena efervescencia de Nadal. El crecimiento del manacorí sembró las dudas de Zverev, con el público totalmente volcado y un Rafa que había encontrado su momento hasta forzar la bola de break. Una dejada enorme sirvió para romperle el saque al gigante alemán y colocarse por delante en el marcador por primera vez en el partido (2-3).

"Aprovecha ahora", le gritaron desde su equipo. Zverev no emitía energía y Nadal era un ciclón, volando en la pista (2-4). El alemán, entonces, sacó adelante el siguiente juego con un error de Nadal y a base de cañonazos (3-4). El de Hamburgo elevó el nivel y Nadal contragolpeó con una volea única para desesperar a su rival y embolsarse el 3-5. El alemán obligaría al balear a ganar el set desde su saque (4-5).

Zverev no se dejó amilanar

Entonces Zverev se agarró al set con un abanico de golpeos precisos y contundentes con bolas cruzadas y paralelas fantásticas (5-5). La segunda doble falta de Zverev catapultó a Nadal para el 5-6, pero no pudo aprovechar dos bolas de break y traspasó toda la presión al balear (6-5). Nadal cumplió y todo se encaminó a un tie-break agónico que Zverev se apuntó tras dominarlo desde el principio (6-3 y 7-6).

placeholder Zverev demostró un gran nivel. (Reuters/ Yves Herman)
Zverev demostró un gran nivel. (Reuters/ Yves Herman)

La tercera manga empezó con dos errores no forzados de Nadal y el balear sacó adelante el juego (0-1) tras superar las posibles bolas de break en contra. El español salió con fuerza de nuevo, entrando en pista con potentes reveses para aumentar su agresividad y dejarlo todo en la pista. Así logró su segundo break del encuentro para el 0-2. Zverev, muy forzado, contuvo la evolución de Nadal e inauguró su marcador en el tercer set tras una volea escandalosa con el marco de su raqueta para devolverle el break (1-2).

La fe de Rafa Nadal le llevó a tener la oportunidad de gozar de una nueva bola de break, pero Zverev giró la tortilla con solidez. El 2-2 se instaló en el marcador cuando el partido superaba las dos horas y media. El quinto juego se fue larguísimo porque Nadal no daba su brazo a torcer, agarrándose al abismo como solo él ha sabido hacer durante una década. Y se impuso para el 2-3.

Zverev cumplió con su saque (3-3) y puso al filo del alambre a Nadal de nuevo, que se vio 40-15 abajo y no pudo evitar el break de su rival (4-3). La oportunidad de devolverle el daño en el marcador estaría al alcance de su mano en la misma situación que había tenido el de Hamburgo. El público jaleó a Nadal hasta que el juez de silla tuvo que pedir silencio. La sublime defensa de Zverev levantó el aplauso del propio Nadal con el 5-3. El alemán cerró un partido que había dominado ante un notable Nadal.

Rafa Nadal elevó al máximo su nivel tenístico de las últimas semanas, pero no fue suficiente ante Alexander Zverev (3-6, 6-7 y 3-6). La ocasión lo merecía, porque en frente tenía al vigente campeón del Masters 1.000 de Roma y a uno de los tenistas más en forma del circuito. El Rey de París, con 112 victorias y tan solo 4 derrotas, fue claramente de menos a más, levantó al público de Roland Garros y se creció en un segundo set vital que cayó del lado de Sacha gracias a su devastador saque, su defensa y un mejor estado físico. El tenista alemán, capaz de soportar la presión de una Philippe Chatrier volcada con Nadal. "No estoy 100% seguro si esta va a ser la última vez, pero lo he disfrutado mucho", explicó Nadal tras un partido que duró más de tres horas.

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