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La rabia de Novak Djokovic es el grito de Alcaraz para estrenarse en Roland Garros
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ERA EL CHOQUE MÁS ESPERADO

La rabia de Novak Djokovic es el grito de Alcaraz para estrenarse en Roland Garros

El serbio anunció su retirada del torneo por sus problemas en la rodilla mientras Carlitos disputará las semifinales ante Sinner. El español tiene en su mano triunfar en la tierra de París

Foto: Alcaraz celebra el pase a semifinales. (EFE/Yoan Valat)
Alcaraz celebra el pase a semifinales. (EFE/Yoan Valat)

Hay revanchas que se juegan en terrenos distintos, aunque sirvan como tal. Todavía estaba presente el trauma de Roland Garros, cuando la presión se llevó por delante a Carlos Alcaraz ante Novak Djokovic en las semifinales de 2023. La venganza llegó un mes más tarde en Wimbledon, en una apoteósica final en la que al niño le salió el bigote: Carlitos ganó al serbio en la hierba de Londres.

La lesión que ha sufrido ahora Djokovic, por tanto, es el grito transformado en combustible para Alcaraz. Novak abandona Roland Garros por sus problemas en la rodilla, y allana el camino de Carlitos para su primer triunfo en París, aunque antes tenga que vencer a Sinner en semifinales.

Foto: Alcaraz - Zverev, final de Roland Garros: horario y dónde ver el partido en TV y 'online'. (REUTERS / Lisi Niesner)

Evitar al serbio es una noticia positiva, aunque todo depende siempre del enfoque. Ganar a Djokovic en tierra batida no es un objetivo banal, y a Carlos no hay algo que le motive más que los retos. Una nueva final de Grand Slam entre el viejo diablo y el joven endiablado será una ilusión que acompañará a los aficionados en los próximos meses, o incluso años.

Las semifinales, sin embargo, adquieren ahora la categoría de final anticipada. Enfrente estará la bestia negra de Carlitos, que le ha ganado dos de sus últimos tres enfrentamientos. Lo mismo decían en Madrid del Bayern de Múnich, y sólo hay que revisar los duelos más recientes entre españoles y alemanes. Alcaraz es aficionado merengue, y puede que tenga en mente esta comparación. No hay rival invencible, ni siquiera los superhéroes.

placeholder Alcaraz grita con rabia el pase a semifinales. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Alcaraz grita con rabia el pase a semifinales. (Reuters/Marcelo del Pozo)

La confesión de Tsitsipas

Las dudas en Carlitos eran reales y sensatas en la previa del torneo. Dirán que ya alberga dos Grand Slam en su palmarés, mientras que otros rivales aún no han estrenado el casillero de los grandes. Pero no es menos cierto que su brazo derecho era el rival más temible en este Roland Garros, y las molestias se han evaporado.

Su estado de excelencia coincide, además, con el gesto inequívoco de los rivales. La sensación de estar abrumados ante semejante tenista. Cualquier sucesión de palabras es en vano, porque Tsitsipas lo resumió con brillantez: "Cada vez que juego contra él me ocurre algo que no me pasa frente a otros rivales. No encuentro la manera de contrarrestar su tenis, y nunca me he sentido así. Sólo uno o dos jugadores me han hecho lo mismo que Alcaraz alguna vez. Es como si me hicieran vudú. No puedo poner la pelota donde quiero. Necesito cruzar esa barrera mental y ganarle alguna vez".

placeholder Alcaraz saluda a Tsitsipas tras el partido. (EFE/Yoan Valat)
Alcaraz saluda a Tsitsipas tras el partido. (EFE/Yoan Valat)

Una mente de genio

Los adversarios están abrumados ante semejante despliegue de talento, y por el extraordinario repertorio de Alcaraz. Es frecuente saber cuáles son los golpes más claros de un tenista, pero con Carlos cuesta encontrar su principal fortaleza. Las dejadas son igual de probables que un buen derechazo.

Jugar frente a Alcaraz tiene ese punto de misterio, de los intentos, normalmente en vano, de entrar en la mente del genio. El siguiente en jugar sus cartas será Sinner, aunque ahora mismo parece improbable que Carlitos vaya a perder en Roland Garros. Está en modo imparable. Y hay poco que hacer cuando esté ocurre.

Hay revanchas que se juegan en terrenos distintos, aunque sirvan como tal. Todavía estaba presente el trauma de Roland Garros, cuando la presión se llevó por delante a Carlos Alcaraz ante Novak Djokovic en las semifinales de 2023. La venganza llegó un mes más tarde en Wimbledon, en una apoteósica final en la que al niño le salió el bigote: Carlitos ganó al serbio en la hierba de Londres.

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