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"Iguala su lucha": el consejo de Ferrero que dio la clave a Carlos Alcaraz para ganar Roland Garros
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EN EL MOMENTO CLAVE DEL PARTIDO

"Iguala su lucha": el consejo de Ferrero que dio la clave a Carlos Alcaraz para ganar Roland Garros

El tenista español tuvo que remontar para conseguir salir campeón de Roland Garros y, cuando peor lo estaba pasando, apareció su entrenador para ayudarle a levantar la cabeza y volver a creer en sus posibilidades frente a Zverev

Foto: Carlos Alcaraz besa el título de campeón en Roland Garros. (Reuters/Stephanie Lecocq)
Carlos Alcaraz besa el título de campeón en Roland Garros. (Reuters/Stephanie Lecocq)

Carlos Alcaraz ya es eterno. El tenista español es el flamante campeón de Roland Garros, después de derrotar este domingo en una final épica a Alexander Zverev que le sirvió para levantar el primer título de su carrera en la arcilla parisina. Tal y como sucedió en las semifinales, el jugador de El Palmar tuvo que remontar para conseguir la victoria, tirando de resiliencia y mentalidad positiva para dar la vuelta al marcador adverso. Pero Juan Carlos Ferrero tuvo mucho que ver.

Después de comenzar el partido como un avión, jugando a un nivel excelente y desarmando a Zverev, el español se encontró con un momento de crisis. Atascado, con dudas, incapaz de frenar el ímpetu del alemán y, sobre todo, sin poder tener continuidad en el juego, Alcaraz fue perdiendo peso en pista. Así, casi sin tener tiempo de respuesta, el alemán se ponía dos sets a uno, en disposición de ser campeón. Y el español no encontraba nada a lo que agarrarse.

Foto: El español hace historia de nuevo. (Reuters/Stephanie Lecoq)

Alcaraz sufría, sobre todo, por no encontrar la manera de poder desplegar su juego. Fue entonces cuando Juan Carlos Ferrero, su entrenador, entendió que debía de hacerle creer en sí mismo. El español necesitaba confianza, enganchar un par de puntos buenos, varias derechas ganadoras y levantar al público para volver a crecerse. Pero, ¿cómo conseguirlo? Solo había una manera y lo sabía: necesitaba demostrarle a Zverev que el partido se le iba a hacer muy largo.

Lo primero que necesitaba era aferrarse a su servicio, para tratar de buscar su oportunidad al resto. Durante el segundo y el tercer set, Ferrero trataba de apoyar a su pupilo, pero no encontraba la vía de levantar su ánimo. Fue entonces cuando, con una frase, sí consiguió tocar la fibra del español. El partido se le escapaba y el entrenador, muy oportuno, hallaba el camino para hacerle creer: "Tienes que igualar su nivel de lucha". Alcaraz, herido, entendió el mensaje.

Y es que esa frase escondía más de lo que parecía. Alcaraz, si por algo destaca, es por ser uno de esos jugadores que nunca dan una bola por perdida, mientras que Zverev es un jugador más frío en ese aspecto. Si Ferrero le espetaba ese mensaje a su jugador, lo que en realidad le estaba diciendo era que el alemán le estaba arrollando porque había bajado los brazos. Fue un golpe directo al mentón del español, que no tardó en elevar su nivel de piernas en pista.

Alcaraz empezó a correr, a pelear, a luchar y a llegar a bolas que, hasta ese momento, estaba dando por perdidas. Zverev pronto descubrió que le iba a costar cerrar el partido y que iba a tener que trabajar muy duro para conseguirlo. Y, cuando el español igualó la intensidad, su tenis empezó a fluir de nuevo. El consejo de Ferrero insufló ánimos a un jugador que parecía desesperado hasta ese momento y que, como por arte de magia, renacía en busca de una nueva remontada.

En dos sets prodigiosos, Alcaraz consiguió volver a dar la vuelta al partido para terminar llevándose la victoria final en Roland Garros, un triunfo trabajado y sufrido, donde el poder de la mente tuvo mucho que ver. Para ganar este tipo de partido se necesita tener una mano increíble, muy buenas piernas y, sobre todo, una fe inquebrantable para creer en uno mismo hasta el último punto del partido. Y Ferrero supo tocar la tecla adecuada en el momento clave del encuentro.

Aquel mensaje de Ferrero, cuando todo parecía perdido, llenó de motivación y de ganar a su pupilo. Ya en los últimos juegos del choque, con varios puntos increíbles entre ambos jugadores, al entrenador se le podía escuchar desde la grada: 'Llegas, llegas' para animar a Alcaraz en su lucha final. Y el murciano no defraudó: en una increíble remontada, lograba el triunfo de su vida. Y Ferrero tuvo mucho que ver, sabiendo dar en la tecla del jugador cuando más lo necesitaba.

Carlos Alcaraz ya es eterno. El tenista español es el flamante campeón de Roland Garros, después de derrotar este domingo en una final épica a Alexander Zverev que le sirvió para levantar el primer título de su carrera en la arcilla parisina. Tal y como sucedió en las semifinales, el jugador de El Palmar tuvo que remontar para conseguir la victoria, tirando de resiliencia y mentalidad positiva para dar la vuelta al marcador adverso. Pero Juan Carlos Ferrero tuvo mucho que ver.

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