"Claro que voy a por él": la confianza ciega de Carlos Alcaraz y la clave para ser imparable en Wimbledon

Carlos Alcaraz ya está en tercera de ronda de Wimbledon y lo consiguió en una exhibición ante Aleksandar Vukic. El número tres del mundo firmó un enorme partido, en el que fue de menos a más y en el que descubrió una de las claves que debe de aplicar el próximo viernes para derribar a Frances Tiafoe. Será el primer duelo de verdadera enjundia para el vigente campeón en Londres y no dudó en recoger el guante lanzado por su rival, un choque que no será sencillo.

Tiafoe es uno de esos jugadores que brillan en hierba, donde su físico y su potencia de golpeo le convierte en uno de los jugadores más peligrosos de la superficie. Nada más derrotar a Borna Coric y consciente de que su próximo rival podía ser el español, el tenista norteamericano fue preguntado por esta posibilidad: "Puedo ganar a Carlos", fue su respuesta. De hecho, hasta la fecha, ambos se han enfrentado en dos ocasiones, con una victoria para cada uno.

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Rubén Rodríguez

Al terminar su partido, Alcaraz fue preguntado por las palabras de Tiafoe y, entre risas, pero con la seriedad del que confía ciegamente en sus posibilidades, respondió con mucha claridad: "Voy a por él", provocando que el público estallara en carcajadas. Y es que, precisamente esa fe que tiene en sus posibilidades, es la que hace que el español sea uno de los claros favoritos. ¿El motivo? Alcaraz es consciente de que, si hace las cosas bien, no tiene rival en el circuito.

Su debut en la presente edición de Wimbledon no fue tan sencillo como se presagiaba, lo que provocó que surgieran ciertas dudas. El español tuvo que trabajar de lo lindo y sacar su mejor versión para acabar con la resistencia de un desconocido Mark Lajal que venía de la fase de clasificación y que le complicó mucho la vida. Pero el principal problema que sufrió ante el estonio es el mismo que solventó ante el australiano... y la gran clave del partido ante Tiafoe.

Ante Lajal, Alcaraz demostró excesivas dudas con su saque. Tan solo metió un 62 por ciento de primeros servicios y solo logró tres aces, una situación que le lastró durante todo el partido. Por mucho que se le viera fino de piernas y con buenos tiros con su derecha, el hecho de tener que jugar casi 1 de 2 veces con segundos saques, permitió a su rival meterse más en pista, pegar más fuerte al resto y, sobre todo, coger confianza según avanzaba el partido.

En una superficie como Wimbledon, no ser dominante con el servicio puede ser fatal y tener un mal día con el saque te puede mandar para casa. Por esa razón, frente a Vukic, Alcaraz aprendió la lección: con un 78 por ciento en el primer set, de repente, cuando lo tenía todo para sellar la manga por la vía rápida, un bloqueo le hizo perder dos juegos al servicio seguidos para tener que enmendar la plana en el tie-break. O, dicho de otra manera, otro aviso de atascarse con el saque.

Tras solucionar el problema, los dos siguientes sets fueron coser y cantar, donde se mostró especialmente sólido con su servicio. Al final del partido, pese al bloqueo de la primera manga que le llevó a perder ocho puntos seguidos al saque, terminó con un 70 por ciento de acierto con primeros y 10 aces, muestra clara de su mejora. Y, ante Tiafoe, el español sabe que no puede volver a las andadas en sus juegos, donde debe de dominar si quiere evitar sorpresas.

La primera vez que ambos jugadores se vieron las caras fue en Barcelona en 2021: en aquella ocasión, Tiafoe se llevó la victoria tras ganar por 6-4 y 7-6(2). Un año más tarde, el español le devolvía la jugada, tras derrotarle en las semifinales del US Open por 6-7(6), 6-3, 6-1, 6-7(5) y 6-3. En tercera ronda de Wimbledon, se espera un partido igualado que se decidirá por pequeños detalles. Pero Alcaraz tiene la lección aprendida: el saque será fundamental para marcar las diferencias.