"Si gana puntos locos, es imparable": la clave para que Alcaraz se meta en la gran final de Wimbledon

• ​Carlos Alcaraz - Medvedev, partido de tenis hoy en Wimbledon 2024: resultado en directo

Carlos Alcaraz ya está en las semifinales de Wimbledon y lo consiguió firmando su partido más completo en lo que va de torneo. No por tenis, sino por su capacidad para saber acoplarse a lo que necesitaba para dar la vuelta a un encuentro que Tommy Paul había puesto muy a su favor. Durante muchos minutos, el norteamericano fue muy superior al español, pero terminó barrido de la pista por un vendaval que quiere seguir haciendo historia en Londres.

Explicar lo que sucedió este martes en Wimbledon, no es sencillo ni para el propio Alcaraz. Durante los primeros compases de partido, el español no encontraba su estilo de juego ni la manera de hacer daño a Paul, lastrado por un saque que no era agresivo y por la incapacidad de dominar desde el fondo de la pista. Daba la sensación de que tenía demasiadas dudas, que no encontraba la confianza en sus golpes y que el norteamericano estaba brillante.

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Por eso, uno de los secretos del partido estuvo en la resiliencia del número tres del mundo. Consciente de la dificultad del reto y de que su tenis no fluía, era necesario encontrar soluciones lo antes posible. Tras perder el primer set y comenzar con break en contra el segundo, había que reaccionar inmediatamente para no meterse en un lío de difícil solución. Dos elementos eran importantes: mejorar las prestaciones con el saque y alargar los puntos al resto.

Sin la brillantez que caracteriza, pero muy sólido y con la mente fría, fue capaz de dar la vuelta a la situación más adversa que ha tenido en todo el torneo y, con ello, darse una vida extra en el partido en busca de que apareciera su momento. Sería en el tercer set cuando, de verdad, Alcaraz empezó a sentir mejor la bola, estar más cómodo en pista y tener la sensación de que podía llegar a todos los tiros de su rival. Y, eso, provocó el hundimiento de Paul.

El norteamericano ofreció la mejor explicación de en qué momento un jugador se da cuenta de que tiene el partido perdido ante el español: "Cuando Alcaraz empieza a acumular energía y a ganar impulso en sus golpes, el jugador siente un temor que no se experimenta con el resto de rivales. Juega un tenis asombroso y, cuando logra ganar algunos de esos puntos locos que tanto le gustan, ya es imparable". Palabra de Paul, el último en sufrir esa locura.

Esa es la gran clave que debe de aplicar Alcaraz para derrotar en semifinales a Daniil Medvedev. El español necesita entrar en ese trance en pista que le provoca una visión túnel que le convierte en un jugador imparable: no existe el ruido, no existe rival, no existen las dudas. Solo la bola, su raqueta y el convencimiento de que el golpe irá a la línea por muy difícil que parezca. Cuando mete esos puntos imposibles, solo cabe una verdad: el partido es de Alcaraz.

Medvedev no será un rival sencillo, pues viene de derrotar en un increíble partido a Jannik Sinner y con la seguridad de que llega en plenitud de forma para meterse en la final. "Puede alcanzar todas las bolas, es como una pared, recupera cada pelota", explicaba este martes el español sobre el ruso. Y, aun así, ya el pasado año en las semifinales de Wimbledon fue capaz de desarmarlo en solo tres sets. ¿Podrá repetirse la historia solo una temporada más tarde?

Alcaraz tiene respeto por un Medvedev que siempre es peligroso, pero seguro que el ruso tiene más dudas sobre lo que tiene que hacer en pista. Paul lo resumía a la perfección: "Es increíble lo bien que se mueve, diría que es el tenista más rápido del momento. El césped encaja muy bien en su tenis porque es capaz de cambiar direcciones con sus golpes y se desplaza genial. Juega muy agachado y eso no es fácil". Y, si encima entra en trance, Alcaraz es imbatible.