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"¡Vamos!": la garra de Alcaraz hunde a Medvedev y se cita con la historia en otra final de Wimbledon
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VICTORIA POR 6-7(1), 6-3, 6-4 Y 6-4

"¡Vamos!": la garra de Alcaraz hunde a Medvedev y se cita con la historia en otra final de Wimbledon

El tenista español fue de menos a más en el partido, para conseguir derrotar al siempre combativo ruso y meterse otras vez en la gran final de Wimbledon, donde luchará por hacer algo que solo ha conseguido cinco tenistas en la historia

Foto: Un enorme Carlos Alcaraz ya está de nuevo en la final de Wimbledon. (Reuters/Paul Childs)
Un enorme Carlos Alcaraz ya está de nuevo en la final de Wimbledon. (Reuters/Paul Childs)

Carlos Alcaraz luchará este domingo por levantar un nuevo título de Wimbledon. El tenista español, —en otro partido brillante, y ya van muchos— desarmó a Daniil Medvedev [6-7(1), 6-3, 6-4 y 6-4] para meterse en la gran final de All England Club. El número tres del mundo fue de menos a más con el saque, mostró un dominio total desde el fondo de la pista y supo encontrar los puntos débiles del ruso para acabar su resistencia en cuatro sets. Y se acaban los calificativos para el murciano.

Tal y como ya sucediera el pasado año, Alcaraz apagó las esperanzas de Medvedev en Wimbledon, en un partido donde el español supo golpear a su rival en los momentos claves del partido para llevarse una victoria de enorme valor que le permitirá luchar por el cuarto Grand Slam de su carrera. Solo tiene 21 años, pero el tenista español juega como si fuera un veterano curtido en mil y una batallas. Ante Medvedev, volvió a demostrar por qué va camino de ser una leyenda.

Es casi un recién llegado al tenis, pero ya ha demostrado a su corta edad, lo que es capaz de hacer. Este domingo luchará por ganar Wimbledon por segunda vez en su carrera y, así, conseguir algo que solo han logrado cinco tenistas en toda la historia: ganar en París y Londres el mismo año. Alcaraz sigue destrozando registros y nadie sabe cuál es el límite de un jugador que está llamado a hacer añicos la historia. Su "vamos" al cielo tras ganar a Medvedev es el inicio de lo que está por venir.

Foto: Alcaraz celebra su victoria ante Humbert. (John Walton/DPA)

El primer juego fue el claro ejemplo de cómo iba a ser el partido: Medvedev necesitó más de cinco minutos para cerrar su servicio. Los dos eran consciente de que la clave era no regalar con su servicio y aprovechar las oportunidades que diera su rival... y el primero en hacerlo iba a ser el ruso. En el cuarto juego del primer set, Medvedev lograba el primer break en blanco. Ya había conseguido a las primeras de cambio lo que no fue capaz de hacer en todo el partido del año pasado.

Alcaraz, en una reacción de campeón, lograba el contrabreak solo un juego más tarde... pero, de nuevo, iba a perder el saque siguiente, rotura que esta vez sí confirmaba el ruso. El murciano no estaba fino con el saque (solo un 47% de primeros), cometía muchos errores no forzados (17 en total) y se le veía con excesiva prisa para acabar los puntos. Pero Medvedev tampoco estaba cómodo y, de nuevo, en el noveno juego, el español lograba otro break que salvaba el primer set.

Daba la sensación de que los dos jugadores estaban dudando demasiado con su saque y que estaban mucho más cómodos al resto. Así se llegó al tiebreak del primer set, donde el ruso fue muy superior al español, otra vez excesivamente fallón en golpes sencillos y con muy poco acierto con el saque [6-7(1)]. Medvedev aplastaba a Alcaraz en un desempate donde no compareció. Si quería meterse en la final, estaba obligado a reaccionar lo antes posible.

Era el momento de reaccionar

Alcaraz sabía dónde estaba fallando y qué debía mejorar. No podía dejarse llevar para evitar problemas en el partido y tenía que apretar desde el primer momento del segundo parcial para igualar el encuentro cuanto antes. Se empezó a ver al español más suelto, menos tenso, más acertado con el saque y, sobre todo, con los golpes en carrera que se le habían atascado en la primera manga. Hasta sonreía en pista, algo que no había ocurrido en los primeros compases del encuentro.

Solo necesitó cuatro juegos para romper a Medvedev, con un golpe impresionante incluido, y mostrar a su rival que iba a tener que sudar mucho si quería ganar el partido. Y, sobre todo, le demostró a su rival que había mejorado en porcentajes y fiabilidad con su servicio, mostrando más autoridad en pista. De hecho, solo tuvo que mantener su servicio para conseguir igualar el partido por la vía rápida (6-3). Después de hora y media de juego, empezaba un nuevo encuentro.

El mejor momento de Alcaraz

Alcaraz estaba en el momento más dulce del partido y, después de mucho tiempo, empezaba a sentirse cómodo: su saque funcionaba, su derecha volaba y empezaba a sentir los golpes como no lo había hecho en todo el partido. Y Medvedev lo sabía. Así, en el tercer juego del set, el español le rompía el servicio al ruso para demostrarle que no iba a ser fácil ganarle. Después de un primer set de cierta desconexión con su juego, el mejor Alcaraz había reaparecido en pista.

Ahora era Medvedev el que estaba atascado ante el español, que estaba llevando el partido a la zona que más le convenía. Muy concentrado, con las ideas claras y con el acierto que le había faltado en los primeros momentos del partido, había puesto la directa para llevarse la tercera manga. Tanta confianza tenía que cometió un extraño fallo en un smash que pudo haberle dado el set antes. Pero la confianza que había reencontrado con su saque fue suficiente para cerrar la manga (6-4).

Por la vía rápida

Alcaraz sabía que Medvedev estaba muy tocado y lo quería aprovechar. Así, se lanzó con todo en el primer juego de la manga, al resto, sin red ni miedos, para lograr el break y ponerse por delante. Pero el ruso no se iba a rendir y le hacía un contrabreak inmediatamente. Si el español le quería ganar, lo tendría que hacer perfecto. Sin dar un punto por ganado, se puso el mono de trabajo para volver a tomar ventaja en el set. Y sería en el séptimo juego donde lograría la ansiada doble rotura.

Tras confirmar su rotura con el saque, solo necesitó mantener su siguiente servicio para desarmar definitivamente a Medvedev y meterse en la gran final de Wimbledon por segundo año consecutivo (6-4). Su "vamos" al cielo de Londres demostraba la felicidad que desbordaba tras acabar con la resistencia del ruso. Pero el trabajo aún no está hecho: será el domingo cuando buscará el cuarto Grand Slam de su carrera, ese que le puede hacer entrar en la leyenda del tenis.

Carlos Alcaraz luchará este domingo por levantar un nuevo título de Wimbledon. El tenista español, —en otro partido brillante, y ya van muchos— desarmó a Daniil Medvedev [6-7(1), 6-3, 6-4 y 6-4] para meterse en la gran final de All England Club. El número tres del mundo fue de menos a más con el saque, mostró un dominio total desde el fondo de la pista y supo encontrar los puntos débiles del ruso para acabar su resistencia en cuatro sets. Y se acaban los calificativos para el murciano.

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