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Lo que Alcaraz rompió en la mente de Djokovic y por qué no pierde ni una final de Grand Slam
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Su partido más maduro y completo

Lo que Alcaraz rompió en la mente de Djokovic y por qué no pierde ni una final de Grand Slam

El español aprendió una valiosa lección de la final del año pasado, donde jugó al límite para desintegrar el récord de Djokovic. El serbio nunca había estado tan superado en Wimbledon como ante Alcaraz, donde acabó rendido

Foto: El español firmó un partido (casi) perfecto. (Europa Press/Aaron Chown)
El español firmó un partido (casi) perfecto. (Europa Press/Aaron Chown)

Carlos Alcaraz arrasó, pasó por encima, trituró y acabó con Novak Djokovic en Wimbledon. Otra vez. El tenista español completó su partido más perfecto desde que llegase a la élite del tenis y no alcanzó la matrícula de honor porque perdonó durante unos minutos al serbio en el tercer set, antes de que llegase el tie-break definitivo. El murciano sofocó cualquier intento de rebelión del balcánico, quien esperó una ventana de oportunidad toda la final que llegaría en la tercera manga. Sin embargo, Djokovic no pudo revertir la dinámica del partido y pereció a manos de su verdugo en Wimbledon el año pasado.

Por momentos, la superioridad física y mental fue impactante. Nunca se había visto una versión tan desnaturalizada del serbio en Wimbledon. El festival de muecas y gestos torcidos de Novak Djokovic durante la final fue extenso. El serbio, operado de la rodilla recientemente, había llegado físicamente muy justo y ni las piernas ni la mente le respondían.

La frustración invadió el rostro del tenista serbio durante los primeros dos sets, totalmente desesperado y sin respuesta frente al tenis endiablado, veloz y absurdamente contundente de Carlos Alcaraz. El español llegaba a pelotas que el serbio ni soñaba y frotaba la raqueta para dibujar golpes imposibles con dejadas y voleas. Y no es que Djokovic no probará cosas distintas (subidas a la red, juego desde el fondo de la pista, juego psicológico, restos sólidos...), es que el tenis excelso del español contrarrestó cualquier atisbo de remontada.

Alcaraz aprendió la lección del curso pasado, donde tuvo que apelar a la épica para destronar a Djokovic en el que era su jardín (por entonces) con una remontada histórica. Hasta 34 partidos consecutivos sin perder acumulaba el serbio. Esta vez no sucedería lo mismo, aunque el objetivo de su rival era alcanzar el récord de 8 títulos en la hierba de Londres de Roger Federer.

Una mentalidad de hierro

Esta vez, Alcaraz salió en tromba y empezó a coleccionar breaks. El ritmo demoledor que impuso era demasiado para un Djokovic de 37 años recién operado de la rodilla que, además, ya había perdido el aura de imbatibilidad del año pasado. El único momento de duda apareció en la tercera manga, cuando los nervios hicieron acto de presencia en el 5-4, con 40 a favor y tres bolas de partido por delante. Alcaraz terminó encajando un break, el único de Djokovic en todo el partido, en lugar de ganar la final en ese preciso instante.

Con un tie-break por delante y en el mejor momento de Djokovic, el serbio soñó con una remontada como la de Alcaraz el año pasado. Sin embargo, Alcaraz se rehizo con una madurez impropia de un deportista de 21 años y le encasquetó un 3-0 a Djokovic en Wimbledon. El balcánico solo ha perdido dos de los últimos 41 partidos que ha jugado en el Grand Slam inglés y... los dos fueron contra el del Palmar.

La madurez tenística y personal de Alcaraz, que antaño le jugaba malas pasadas en pleno proceso de crecimiento, enseñó la imparable evolución de un deportista que ha ganado todas las finales de Grand Slam que ha jugado (cuatro). Algo que solo ha hecho otro tenista en la historia en la Era Open desde 1968: Roger Federer. El fenómeno estadístico radiografía la mente privilegiada de un deportista elegido para dominar el tenis y que nunca se rompe. Por más dificultades que encuentre, por temible que sea su rival o aunque la inexperiencia tuviese que jugar un papel fundamental, Alcaraz siempre responde en el momento adecuado cuando la máxima exigencia está garantizada.

Djokovic se rindió ante su nivel

Nada más terminar el encuentro, Novak Djokovic mostró su admiración por el partido de Alcaraz. "No es el resultado que quería, especialmente en los dos primeros sets mi nivel de tenis no estuvo a la altura. El mérito es de Carlos. Alcaraz jugó un increíble tenis, muy completo desde el fondo de pista y con el saque, lo tuvo todo hoy. Intenté empujarle salvando los tres puntos de partido para extender el partido, pero él se merece haber ganado. Enhorabuena por un increíble tenis, y también a su equipo", explicó el serbio.

"No creo, sinceramente (haber hecho algo diferente). Siempre puedes analizar el partido y decir podría haber hecho esto o lo otro, pero por cómo me he sentido, era inferior hoy en la pista. Ha jugado cada tiro mejor que yo. No creo que pudiera haber hecho mucho más. No me ha regalado nada, ha jugado con mucha variedad. Nunca le he visto sacar así, así de rápido. En general, me ha pasado por encima", confesaría Djokovic en rueda de prensa.

placeholder Carlos Alcaraz ya es una leyenda. (EFE/Tolga Akmen)
Carlos Alcaraz ya es una leyenda. (EFE/Tolga Akmen)

Por su parte, Alcaraz analizaría el momento clave del encuentro. "Tuve un 40-0, pero lo veía muy lejos. Djokovic es un luchador increíble, sabía que iba a tener sus oportunidades de nuevo, así que tenía que estar ahí. No pude ganar los puntos con mi saque, fue difícil para mí, pero intenté seguir calmado y positivo en esa situación. En el tie-break intenté jugar mi mejor tenis, es todo en lo que pensaba. Estoy feliz por haber podido encontrar las soluciones".

El español, campeón de Roland Garros y Wimbledon en la misma temporada, remataría con una muestra de su ambición. "Es un honor ser parte de los jugadores que han ganado Roland Garros y Wimbledon en el mismo año. Es increíble estar en la misma mesa que Novak y otros grandes campeones. Yo todavía no me considero un campeón, no como ellos, pero intento seguir construyendo mi camino. Es un gran honor para mí". Esto solo acaba de empezar.

Carlos Alcaraz arrasó, pasó por encima, trituró y acabó con Novak Djokovic en Wimbledon. Otra vez. El tenista español completó su partido más perfecto desde que llegase a la élite del tenis y no alcanzó la matrícula de honor porque perdonó durante unos minutos al serbio en el tercer set, antes de que llegase el tie-break definitivo. El murciano sofocó cualquier intento de rebelión del balcánico, quien esperó una ventana de oportunidad toda la final que llegaría en la tercera manga. Sin embargo, Djokovic no pudo revertir la dinámica del partido y pereció a manos de su verdugo en Wimbledon el año pasado.

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