Los movimientos antiglobalización afirman que el dinero invertido en paraísos fiscales suma un importe “nunca inferior a los 800.000 millones de euros”. Lo curioso es que esta cifra, a la que llaman “Producto Criminal Bruto”, la extraen de informes de Me

El comité de apoyo de la organización Attac Madrid, formado principalmente por intelectuales de la izquierda como José Saramago, Juan José Millás, Almudena Grandes, Ana Belén, Víctor Manuel, Fernando Trueba, Lucía Etxebarría, etcétera, señala en un documento del pasado mes de abril que “el dinero procedente de actividades ilícitas de las diferentes organizaciones criminales, el Producto Criminal Bruto, no es inferior a los 800.000 millones de euros, es decir, al 15% del comercio mundial”. Y esto son “estimaciones prudentes”.

Por supuesto, este capital se encuentra en paraísos fiscales. La organización Tax Justice Network (TJN) señala que el dinero colocado en estos territorios suma una cifra, de acuerdo con datos del Bank of International Settlement (BIS) de mediados del pasado año, de 11,5 billones de dólares, es decir, algo más de nueve billones de euros. El PIB español ronda los 850.000 millones de euros, es decir, menos del 10% de esta cifra.

El estudio de TJN, que emplea datos de las firmas citadas anteriormente, calcula un retorno medio anual del 7,5% (no hay que olvidar que, sin impuestos, la rentabilidad real obtenida es mayor), por lo que este patrimonio lograría un crecimiento orgánico del orden de los 700.000 millones de euros. Es decir, los intereses casi supondrían el PIB de España, sin contar nuevas aportaciones de capital.

Aplicándole una tasa impositiva del 30%, es decir, inferior al tipo más alto español del 45%, esos 700.000 millones aportarían unos ingresos fiscales superiores a los 200.000 millones de euros por año. O sea, más de 33 billones de pesetas.

Esta semana, los inspectores de Hacienda presentaron una serie de propuestas encaminadas a hacer desaparecer la presencia de los paraísos off shore de la economía española y, en definitiva, del sistema global. Los antiglobalización presentan una batería de sugerencias que, curiosamente, son más suaves que las de los inspectores.

Ambos colectivos coinciden en la petición de que no sean reconocidas en España a las entidades registradas en paraísos. Attac, sin embargo, no solicita, por ejemplo, que los bancos españoles cesen sus actividades en estos territorios, como sí hicieron los funcionarios de Hacienda.

En definitiva, un documento en línea con la declaración de intenciones de TJN, titulada Sólo la gente corriente paga impuestos. Eso sí, no faltan tampoco, tanto en Attac como en TJN, comentarios con un fuerte perfil político de izquierdas. La primera culpa al sistema neoliberal de las desigualdades mundiales. La segunda pide que se impidan más privatizaciones.