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Los analistas aseguran que, tras el ‘no’ francés, el Banco Central Europeo (BCE) debería tomar cartas en el asunto y liderar la política económica si Bruselas quiere que los ciudadanos se sientan a favor de estos proyectos integradores. “Trichet tendría
  1. Economía

Los analistas aseguran que, tras el ‘no’ francés, el Banco Central Europeo (BCE) debería tomar cartas en el asunto y liderar la política económica si Bruselas quiere que los ciudadanos se sientan a favor de estos proyectos integradores. “Trichet tendría

El ‘no’ francés ha sido un castigo a la clase política. Así lo contemplan los analistas, quienes, a su vez, descartan que este resultado vaya a

El ‘no’ francés ha sido un castigo a la clase política. Así lo contemplan los analistas, quienes, a su vez, descartan que este resultado vaya a tener graves consecuencias económicas. Eso sí, expertos reputados han unido sus voces a la de Rodrigo Rato para pedir al Banco Central Europeo (BCE) que baje sus tipos de interés, hasta el 1%, nada menos. Bruselas tildó a Rato poco menos que de irresponsable.

La bajada de tipos sería gasolina en vena para el mercado inmobiliario, ya que las hipotecas estarían aún más baratas. Lo nunca visto. Así se expresaba, por ejemplo, Anatole Kaletsky en el Times británico. Este analista independiente es seguido con gran interés -a veces rayano en la devoción- en las salas de tesorería internacionales.

El experto critica con dureza a los gobiernos europeos, destacando su incapacidad para responder a “la angustia de sus ciudadanos”; critica el inmovilismo del BCE, que no ha movido sus tipos de interés desde junio de 2003, y, en definitiva, se muestra despiadado con una Unión Europea que, lejos de ser el “oasis de estabilidad” anunciado, “ha fallado miserablemente”. Así, la Eurozona ha sufrido en sus carnes el default ruso, la guerra de Iraq o el auge de China, comenta.

Una vez llegado este correctivo, Kaletsky deja el testigo en manos del BCE: la política monetaria del organismo emisor no debe estar basada en las viejas directrices del Bundesbank, sino en las de la Reserva Federal, que, después del 11-S, dejó el precio del dinero en el 1% hasta el año pasado. De momento, le pide a Trichet que baje tipos “inmediatamente” al 1,5%, desde el 2% actual.

En ABN Amro también se muestran críticos con el modelo europeo. En la entidad holandesa comentan que habrá que ver qué pasa con el referéndum en su propio país, para el que se espera un triunfo del ‘no’ aún más rotundo, aunque prefiere no adelantar acontecimientos sobre la conclusión de los ciudadanos y la Constitución. Respecto a los mercados, alertan de que el euro ya ha descontado la negativa francesa contra el dólar, pero no así frente al franco suizo o la libra esterlina. Así que la divisa única puede sufrir en estos cruces a corto plazo.

A largo, la divisa única se verá penalizada, aunque no de manera repentina, por la incoherente dirección económica que muestra la UE, en la que “el crecimiento está moribundo y el empleo es un problema aparentemente intratable”. Eso sí, lanza un aviso a los franceses, subrayando que su política economía ha fracasado por la falta de apetito de reformas estructurales y políticas de libre mercado.

Mientras, en Banco Finantia, subrayan que “el buen tono de la renta variable demuestra que el ‘no’ francés estaba más que descontado”. A largo plazo, contemplan que el euro recupere posiciones “en unos dos meses”, hasta 1,30 dólares por unidad, después de haber tocado ayer mínimos en siete meses. Eso sí, no descartan que en los próximos días la moneda del BCE caiga hasta 1,24 dólares.

Si llegaran tipos de interés más bajos, el temor a un encarecimiento hipotecario se alejaría, aunque algunas derivadas negativas serían la menor remuneración a los depósitos y ahorro en general, así como el estrechamiento de márgenes de la banca, que reaccionaría con toda seguridad presionando el cobro de comisiones para compensar esa caída de ingresos, algo que tocaría el bolsillo del ciudadano medio.

El ‘no’ francés ha sido un castigo a la clase política. Así lo contemplan los analistas, quienes, a su vez, descartan que este resultado vaya a tener graves consecuencias económicas. Eso sí, expertos reputados han unido sus voces a la de Rodrigo Rato para pedir al Banco Central Europeo (BCE) que baje sus tipos de interés, hasta el 1%, nada menos. Bruselas tildó a Rato poco menos que de irresponsable.