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El endeudamiento de las familias está al máximo, pero eso no significa que en España no se ahorre. Al contrario, el ahorro financiero neto evoluciona a ritmos del 9% hasta alcanzar una cifra global 2,3 veces superior al saldo vivo hipotecario.
  1. Economía

El endeudamiento de las familias está al máximo, pero eso no significa que en España no se ahorre. Al contrario, el ahorro financiero neto evoluciona a ritmos del 9% hasta alcanzar una cifra global 2,3 veces superior al saldo vivo hipotecario.

La semana pasada se conocía que el saldo neto hipotecario había repuntado hasta 642.000 millones de euros, un nuevo y mareante máximo histórico que desató las

La semana pasada se conocía que el saldo neto hipotecario había repuntado hasta 642.000 millones de euros, un nuevo y mareante máximo histórico que desató las alarmas. Enseguida se escucharon voces que alertaban de que “las familias están más endeudadas que nunca”, que “el peso de las hipotecas equivale a tres cuartas partes del PIB”, etcétera. Pero también es cierto que el ahorro parece crecer a buen ritmo.

Según el informe Evolución del Ahorro Financiero de las Familias Españolas, elaborado por la asociación Inverco a partir de datos del Banco de España, el saldo acumulado del ahorro de los particulares al cierre del primer trimestre de 2005 asciende a 1,38 billones de euros (229 billones de las antiguas pesetas), después de repuntar casi un 2% en los tres primeros meses del ejercicio.

Esta cifra, que recoge el dinero colocado en depósitos, fondos de inversión y de pensiones, inversión directa, seguros y entidades de previsión social, es 2,31 veces mayor al endeudamiento de las familias y un 32% superior al PIB en términos brutos.

De esta manera, el ahorro español crece con cierto vigor, ya que en 2004 lo hizo, en términos globales al 9%. Este incremento recoge las revalorizaciones de cartera, que han sido sustanciales en el caso de los fondos y la inversión directa, pero no así en el de los depósitos, que, sin embargo, también aumentaron en el ejercicio anterior un 9%.

Los economistas consultados destacan que las cifras que muestra el sistema español son favorables y están en línea con las principales economías globales. Así, “es saludable que el ahorro se desarrolle al mismo ritmo nominal (sin descontar la inflación) al que lo hace su economía”, comentaba ayer a este diario un experto. En este caso, los datos españoles son favorables, ya que el 9% es muy superior a la tasas de crecimiento de la economía española, del 3,2% el pasado ejercicio, aunque también recoja las revalorizaciones de cartera.

Así, por el momento, el endeudamiento hipotecario cuenta con un sólido respaldo, como es el del ahorro familiar, comenta el experto, que subraya que, “pese a que el Banco de España hace continuas advertencias cautelosas sobre el excesivo crecimiento de las hipotecas, hay un amplio colchón”. De momento.

Para que el pago de los créditos se resintiera, “los tipos de interés deberían repuntar de manera brusca desde el 2% actual al 4%”, algo poco probable. Aún así, aunque las hipotecas se encarecieran drásticamente, hay dinero en la economía española para afrontar esa situación. Eso sí, si el endeudamiento continúa creciendo y se reduce la diferencia con el ahorro, la situación podría cambiar.

Sin embargo, los expertos apuntan a otros problemas en la economía española como principales males estructurales, como la falta de competitividad en el exterior, reflejada en la floja balanza comercial, antes que al elevado endeudamiento.

La semana pasada se conocía que el saldo neto hipotecario había repuntado hasta 642.000 millones de euros, un nuevo y mareante máximo histórico que desató las alarmas. Enseguida se escucharon voces que alertaban de que “las familias están más endeudadas que nunca”, que “el peso de las hipotecas equivale a tres cuartas partes del PIB”, etcétera. Pero también es cierto que el ahorro parece crecer a buen ritmo.