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La banca mediana quiere dar buenos resultados en 2009 a pesar del Banco de España
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NECESITA ESTIMULAR SU DEPRIMIDA COTIZACIÓN

La banca mediana quiere dar buenos resultados en 2009 a pesar del Banco de España

Los bancos medianos españoles se enfrentan a un enorme dilema para presentar los resultados anuales de 2009 en los próximos días: si hacer caso al Banco

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La banca mediana quiere dar buenos resultados en 2009 a pesar del Banco de España

Los bancos medianos españoles se enfrentan a un enorme dilema para presentar los resultados anuales de 2009 en los próximos días: si hacer caso al Banco de España, como hasta ahora, y presentar fuertes caídas del beneficio para dotar el máximo posible de provisiones, o si dar un puñetazo en la mesa publicando unas cuentas mejores de lo esperado para demostrar a los analistas internacionales que están mucho mejor de lo que ellos se creen.

La cuestión no es menor, puesto que está en juego su cotización en bolsa. Aunque todos han recuperado desde mínimos, el mercado ha abierto una brecha clara entre los dos grandes bancos y los medianos. Así, Santander sube el 208% desde los mínimos de marzo del año pasado, pese al recorte de ayer, y BBVA, el 182,7%-. Mientras tanto, Banesto ha recuperado el 90,1% desde esos mínimos, Popular remonta el 72%, Pastor el 70,4%, Sabadell el 38,6% y Bankinter el 26,9%. Todos ellos siguen muy lejos de los niveles anteriores a la catástrofe financiera de 2008, mientras que Santander está tanteando ya sus máximos históricos.

La bolsa no hace sino reflejar la opinión generalizada de los analistas, que recomiendan claramente los dos grandes por su exposición internacional y no quieren ver ni en pintura a los bancos con negocio básicamente nacional. Las razones principales son su exposición a la desastrosa economía española -con el paro por las nubes la morosidad tiene que seguir subiendo-, la caída de márgenes -por la traslación de la caída del euribor a las hipotecas- y, por encima de todo, su enorme exposición a un sector inmobiliario donde el valor real de los activos se ha desplomado.

Ayer mismo, Pedro Dañobeitia, director general de DWS (la gestora de Deutsche Bank), aseguraba que "está claro qué valores hay que tener y cuáles no", refiriéndose a la distinción entre empresas internacionales y con negocio puramente español. Y Nomura ha sido el último en acusar a estas entidades de maquillar las tasas de morosidad mediante el canje de activos inmobiliarios por deuda. A su juicio, en el caso de Popular, la mora debería pasar del 5,43% al 8,43%, en el de Sabadell, del 3,87% al 6,82%, en el de Banesto, del 3,02% al 4,93%, y en el de Bankinter, del 2,42% al 3,35%.

La necesidad de acabar con esta mala imagen entre los analistas e inversores extranjeros, y de animar su cotización, es lo que ha llevado a estas entidades a plantearse publicar unos resultados mejores de lo esperado. "Los bancos cotizados tienen el problema de que tienen muy descontentos a sus accionistas, entre la pobre evolución en bolsa, la reducción del dividendo y su pago en especie. Y ellos se deben a los accionistas", comenta una fuente de una entidad.

Además, "estamos muy hartos de que no dejen de publicarse informes en los que nos acusan de todo tipo de trampas y en los que parece que estamos al borde de la quiebra. Es necesario demostrar que la banca española es mucho más sólida de lo que se piensan fuera, a pesar de la crisis", aseguran en un banco mediano.

Frente a esta necesidad, está la consigna del gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez de reducir el beneficio todo lo posible para engordar el colchón de provisiones contra la morosidad y la pérdida de valor de los ladrillos, una consigna que han seguido casi todas las entidades hasta ahora. Hasta septiembre, el beneficio de Popular bajaba el 32%, el de Banesto el 15,3%, el de Sabadell el 38,5% y el de Pastor, el 29,3%. El único que se atrevió a dar un aumento de las ganancias fue Bankinter, del 1,52%.

Los márgenes permiten mayores beneficios

Los bancos pueden optar entre esas dos opciones sin recurrir a cambalaches ni a falseamientos de las cuentas, porque todos ellos han conseguido importantes crecimientos del margen en 2009, con lo que cuentan con ingresos más que suficientes para dar unos buenos resultados. La cuestión es si llevar un mayor porcentaje de esos ingresos a beneficio o destinarlo a provisiones más allá de las que resultan obligatorias por la morosidad ya declarada.

Estos buenos márgenes obedecen, por un lado, a que la caída de los costes de financiación (por los bajos tipos oficiales y la barra libre de liquidez del BCE) no se ha trasladado en buena medida a los créditos concedidos, que pagan intereses mucho más altos; y por otro, al famoso carry trade que consiste en tomar financiación del banco central al 1% e invertirla en activos sin riesgo como la deuda pública que rentan entre el 3,5% y el 4%, con lo que se gana la diferencia. El problema es que estas condiciones óptimas van a terminarse en 2010.

De momento, el primero en presentar cuentas del ejercicio 2009 completo, Banesto, ha publicado un descenso del beneficio del 28% hasta 559,8 millones de euros. La palma por el momento se la lleva Caja Madrid con un desplome del 68,4% precisamente por la enorme dotación de provisiones, aunque se trata de una caja de ahorros y, además, Miguel Blesa ha querido dejar el balance de la entidad lo más limpio posible para la llegada de Rodrigo Rato.

Los bancos medianos españoles se enfrentan a un enorme dilema para presentar los resultados anuales de 2009 en los próximos días: si hacer caso al Banco de España, como hasta ahora, y presentar fuertes caídas del beneficio para dotar el máximo posible de provisiones, o si dar un puñetazo en la mesa publicando unas cuentas mejores de lo esperado para demostrar a los analistas internacionales que están mucho mejor de lo que ellos se creen.

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