Es noticia
China intenta evitar que su burbuja inmobiliaria reviente y provoque una crisis diez veces superior a la de Dubai
  1. Economía

China intenta evitar que su burbuja inmobiliaria reviente y provoque una crisis diez veces superior a la de Dubai

Mientras el mundo vivía su peor crisis en décadas, China crecía un 8,7 por ciento en 2009 gracias a unas medidas que han creado burbujas bursátiles

Foto: China intenta evitar que su burbuja inmobiliaria reviente y provoque una crisis diez veces superior a la de Dubai
China intenta evitar que su burbuja inmobiliaria reviente y provoque una crisis diez veces superior a la de Dubai

Mientras el mundo vivía su peor crisis en décadas, China crecía un 8,7 por ciento en 2009 gracias a unas medidas que han creado burbujas bursátiles e inmobiliarias, cuyo riesgo de que estallen y provoquen una debacle diez veces superior a la de Dubái casi nadie niega.

De forma paralela a la India, y sin profundizar en una especulación bursátil que disparó la bolsa de Shanghái en un 90 por ciento el año pasado, la inversión en bienes inmuebles aumentó en China un 75 por ciento hasta unos 644.000 millones de dólares (455.000 millones de euros), según datos oficiales.

Según el regulador bancario chino, un 20 por ciento de los 1,39 billones de dólares que los bancos concedieron en nuevos créditos el año pasado (el doble que en 2008), favorecidos por las medidas anti-crisis de Pekín, fueron a parar al sector inmobiliario.

La cifra crediticia deja pequeño el paquete de estímulo de más de medio billón de dólares destinado a infraestructuras y servicios.

Así, el inmobiliario ha sido uno de los motores de la recuperación económica ante la crisis, por lo que el sector desconfiaba de que Pekín fuera a frenarlo, lo que lleva intentando desde hace un mes para asistir a Davos con los deberes hechos.

Aunque los analistas disienten sobre el tamaño de la burbuja, Yi Xianrong, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, reconoció al diario "China Daily" que el sector "está plagado de burbujas, lo que crea un gran riesgo para las finanzas chinas".

En 2009 grandes promotoras chinas como Poly Real Estate, China Greentown, Vanke, Agile y Country Garden llevaron a cabo masivas compras de tierra, pero el aumento de las ventas ha supuesto un buen colchón de reservas de hasta 1.170 millones de dólares para las que cotizan en el parqué de Hong Kong, según los analistas.

En el último mes, el Gobierno chino aumentó la entrada para la compra de una segunda vivienda hasta un 40 por ciento, y ha gravado las reventas de las nuevas en menos de cinco años.

Mientras, el banco central intenta frenar la avalancha crediticia con incipientes subidas de tipos, la subida del ratio de reserva bancaria en 0,5 puntos porcentuales, que dejará fuera de circulación a 37.000 millones de dólares, y la perspectiva de prohibir nuevas concesiones este mes, todavía no confirmada.

Entre un total de once medidas, Pekín insiste en que facilitará mayor superficie de vivienda asequible, una propuesta incluida en el actual plan quinquenal 2006-2010, cuya aplicación palidece.

Datos oficiales indican que en noviembre el precio del suelo residencial aumentó un 5,7 por ciento interanual y un 7,8 en diciembre, después de que en los últimos doce meses se vendieran 937 millones de metros cuadrados de superficie, el doble que en 2008.

El malestar está en la calle, porque mientras Pekín celebra su casi segundo PIB mundial, el precio de una vivienda china es 27 veces superior al de los ingresos, que alcanzaron 3.260 dólares en 2008, cinco veces más que la media mundial.

Esto significa que es casi imposible para un chino comprar un apartamento sin recurrir a un crédito, una compra que, junto con la inversión bursátil, sigue viéndose como la mejor salida a sus ahorros, comparada con el banco o el colchón.

"Ahora no es el momento para comprar piso. Está todo demasiado caro", señaló a Efe Xu Shaoqing, una joven administrativa en Pekín.

Sun Zhengyu, un chino emigrado, regresó en abril para comprar un apartamento en su ciudad, Tianjin, el mayor puerto al sureste de Pekín, por un precio de ganga, unos 1.845 dólares por metro cuadrado, cuando ahora cuesta 2.500, igual que una vivienda a las afueras de Pekín.

No es un secreto que el precio es especulativo. ¿Qué ha sucedido con la vivienda asequible? En Shenzhen, un laboratorio financiero del sureste chino donde el metro cuadrado alcanza los 4.000 dólares, se construyeron 26.800 el año pasado, y están casi todas vacías, según el diario "South China Morning Post".

Los potenciales beneficiarios dicen que están muy lejos del centro urbano y quienes se han trasladado han protestado porque los apartamentos tienen grietas y agujeros en los muros.

El diario explica el problema inmobiliario chino de esta forma: las promotoras son las principales contribuyentes a las arcas del estado, con 220.000 millones de dólares por la adquisición de tierras (un 5 por ciento del PIB), y al bolsillo de los funcionarios corruptos, por lo que la tendencia continuará.

Mientras el mundo vivía su peor crisis en décadas, China crecía un 8,7 por ciento en 2009 gracias a unas medidas que han creado burbujas bursátiles e inmobiliarias, cuyo riesgo de que estallen y provoquen una debacle diez veces superior a la de Dubái casi nadie niega.

Vivienda Burbuja inmobiliaria Crisis