ACS rastrea paquetes de acciones de Iberdrola entre las cajas fusionadas

ACS sigue obcecada con Iberdrola. La constructora presidida por Florentino Pérez acaba de hacer caja con las dos últimas desinversiones realizadas en Abertis (el 15%) y Dragados SPL (filial de puertos). 2.500 millones de euros calientes para llegar al 20% de la eléctrica o para reducir la deuda millonaria del grupo. De momento, y a pesar de las recomendaciones de algunas casas de análisis como Nomura o UBS para que amortice deuda, la constructora ha contratado los servicios de un bróker para hacerse con paquetes de acciones de Iberdrola que estén en posesión de inversores con necesidad de vender, según fuentes financieras.

Los principales candidatos son las cajas de ahorro. Iberdrola cuenta entre sus accionistas de referencia con BBK y Bancaja, propietarios de un 6,8% y de un 5,7%, respectivamente. En el caso de la entidad vasca, la caja de ahorro más solvente tras la reestructuración del sector y considerada como inversor estable de la eléctrica, sin contar con los componentes políticos regionales, la absorción de Cajasur puede obligarle a realizar ingresos extraordinarios, sobre todo para cumplir con el calendario y devolver antes de mediados de septiembre 800 millones de euros ingresados por el FROB en la caja cordobesa.

Bancaja es el otro gran flanco. A pesar de que la entidad valenciana se sienta en el órgano de administración y logró para Valencia la sede de la filial Iberdrola Renovables, su fusión a ocho bandas en el SIP que comanda Caja Madrid ha diluido su capacidad de decisión. Según explican desde un banco de negocios vinculado con la operativa, el compromiso de Bancaja con el frente común que defiende el consejo de Iberdrola, comandado por su presidente Ignacio Sánchez Galán, contra los intereses de ACS ya no es el mismo, aunque su presidente, José Luis Olivas, sea el responsable de la cartera corporativa de las fusionadas.

Después de los dos grandes, ACS tiene puesto el radar de manera preferente en las pequeñas participaciones que tienen el resto de cajas de ahorros. Tras la reestructuración del sector, agrupaciones como las de CajAstur (incluida CCM), Caja Extremadura, Caja Cantabria y CAM acumulan un porcentaje conjunto superior al 1% de Iberdrola, de carácter puramente financiero. Un escenario que puede resultar similar al que propició que la propia CAM vendiera en marzo de este año su participación del 1,7% en Abertis con descuento respecto al precio de mercado para poder anotarse unas importantes plusvalías.

Otras integraciones de cajas también han provocado la unión de pequeños paquetes de acciones de Iberdrola. Es el caso de Banca Cívica, la fusión fría liderada por Caja Navarra que suma al proyecto a Caja Burgos y Caja Canarias. En este caso, las tres entidades suman en conjunto menos de un 0,5% del capital, un paquete que sí supera el SIP encabezado por Caja Murcia. Otra fusión, en este caso caliente, como la de Caja Duero y Caja España puede sacar a la venta sus posiciones en Iberdrola, donde aglutinan casi el 1%, como ya ha ocurrido con su porcentaje de referencia en Ebro Food.

Quien no parece candidato a vender es Unicaja. Descolgada del proceso de fusiones, en el que no ha tenido necesidad de participar, la entidad malagueña acudió a la ampliación de capital realizada por Iberdrola el pasado mes de junio, logrando de esa manera mantener su participación del 1,5%, opción que no ejecutaron otros de los accionistas de referencia, ni ACS, BBK o Bancaja. La constructora tiene la esperanza de sumar algunos de estos porcentajes en manos de las cajas a precios de saldo para acercarse a su meta del 20%. De momento, la oportunidad de comprar en el mercado tendrá que esperar.