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La huelga provoca que la banca española se pase en su petición de liquidez al BCE
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HOY VENCEN 225.000 MILLONES DE LA BARRA LIBRE

La huelga provoca que la banca española se pase en su petición de liquidez al BCE

La huelga general de ayer va a tener un efecto colateral insospechado. El dinero es miedoso por naturaleza y las entidades financieras españolas, por lo que

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La huelga provoca que la banca española se pase en su petición de liquidez al BCE

La huelga general de ayer va a tener un efecto colateral insospechado. El dinero es miedoso por naturaleza y las entidades financieras españolas, por lo que pudiera ocurrir ayer, exageraron el martes sus peticiones para la inyección de liquidez a tres meses que hoy realizará el Banco Central Europeo, según reconocen fuentes del sector. De esta forma, el peso de nuestros bancos y cajas se incrementará en la barra libre de Fráncfort, que hoy afronta el segundo mayor vencimiento de su historia.

La banca europea llama a la jornada de hoy "el día de la marmota", porque vamos a asistir casi a una repetición del 'megavencimiento' de financiación del BCE que tuvo lugar en junio. Entonces las entidades de la zona euro tuvieron que devolver 442.000 millones y hoy hacen frente al retorno de 225.000 millones. Se espera que se refinancie una cifra muy inferior, unos 150.000 millones, por lo que el exceso de prudencia de las entidades españolas será todavía más notable.

Los citados 225.000 millones provienen de la suma de 132.000 millones que inyectó el instituto emisor a tres meses en junio, precisamente para refinanciar aquel vencimiento; otros 75.000 millones de la segunda subasta de liquidez a un año realizada en septiembre del año pasado; y 18.000 millones entregados en marzo a un plazo de seis meses. Esta cifra supone casi el 40% de la liquidez que circula actualmente en el Eurosistema.

Dado que sigue en vigor la barra libre de liquidez, las entidades no tendrán problemas con este vencimiento: lo que no puedan devolver lo refinanciarán. Ahora bien, tendrán que hacerlo a plazos más cortos: hoy el BCE realizará una inyección a tres meses y una operación especial a un plazo de seis días, operativa similar a la efectuada en el vencimiento de junio. En la subasta a tres meses se ha registrado una demanda de sólo 104.000 millones y Barclays espera que la de seis días alcance unos 50.000 millones más. Algo que es una buena señal de que la dependencia de la ventanilla de descuento se está reduciendo gracias a la progresiva normalización de los mercados.

"Había temor a que ayer no se pudiera trabajar con normalidad y a que se produjera algún desajuste de tesorería, así que la banca española optó por pasarse de prudente y quedarse larga de liquidez el martes, es decir, pedir más de lo que en realidad necesita. A eso se suma que la subasta coincide con el final de mes, cuando siempre repuntan los tipos y se suele pedir algo más de lo necesario", explican desde un banco.

La liquidez se relaja gracias al interbancario

Ahora bien, las fuentes consultadas niegan que esta petición excesiva se deba a un rebrote de los problemas de liquidez del sistema financiero español coincidiendo con la nueva subida del diferencial con el bono alemán (ayer alcanzó 1,94 puntos). Las tensiones se han reducido notablemente desde que el Santander se convirtió en miembro de la cámara de compensación del interbancario en Londres, como adelantó El Confidencial en agosto, lo que ha permitido que se pueda utilizar la deuda pública española como garantía en las operaciones de repo -la principal vía de financiación interbancaria-. Un camino que han seguido después BBVA, Popular y Caja Madrid. La Caixa también está intentando convertirse en miembro.

Esto ha reducido drásticamente el coste de la financiación en el interbancario, que llegó al 1,7% al plazo de un mes durante la crisis de la deuda y que todavía andaba en el 0,95% en verano. Ahora se sitúa en el 0,65% y hace unos días llegó a bajar incluso a niveles del 0,45%, similares a los que tienen que pagar los bancos de los países centrales de la zona euro.

A esto hay que añadir la reapertura de los mercados mayoristas para emisiones de bonos a más largo plazo, que ha permitido a la banca española emitir 37.600 millones desde finales de julio. Es cierto que estas emisiones han tenido que pagar un tipo de interés notablemente más elevado que antes de la crisis de la deuda pública y que los plazos tienen que ser bastante cortos (tres años como máximo), pero es un innegable avance para reducir la dependencia de la barra libre del BCE.

Una dependencia que preocupaba mucho en Fráncfort en verano y que tendrá que reducirse por las buenas o por las malas porque Jean-Claude Trichet quiere retirar cuanto antes las medidas excepcionales de liquidez. Y la baja demanda de refinanciación para la subasta de hoy le da argumentos en este sentido.

La huelga general de ayer va a tener un efecto colateral insospechado. El dinero es miedoso por naturaleza y las entidades financieras españolas, por lo que pudiera ocurrir ayer, exageraron el martes sus peticiones para la inyección de liquidez a tres meses que hoy realizará el Banco Central Europeo, según reconocen fuentes del sector. De esta forma, el peso de nuestros bancos y cajas se incrementará en la barra libre de Fráncfort, que hoy afronta el segundo mayor vencimiento de su historia.

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