Rato ofrece indemnizaciones de tres años y medio de sueldo a 45 días por ejercicio

Caja Madrid y Bancaja se reunieron ayer con los sindicatos mayoritarios de las dos entidades financieras para sentar las bases del ajuste de plantilla con el que pretende recortar 3.800 puestos de trabajo. Rodrigo Rato, que se ha mostrado contrario a las prejubilaciones, les ofrece hasta el 75% del sueldo a los que tengan 55 años o más y hasta 42 meses por ejercicio trabajado a los que se apunten a las bajas incentivadas.

 

La propuesta ha sido acogida mal por los representantes de los trabajadores, que la consideran insuficiente. Sobre todo porque es inferior a lo que se ha acordado en otras fusiones, como la que puso en marcha Caixa Cataluña. Esta caja y sus socios firmaron pagar hasta el 90% del sueldo a los mayores de 58 años y el 80% a los de 55.

La edad de partida es de los pocos puntos en los que están de acuerdo los sindicatos con Caja Madrid y Bancaja. Respecto al resto, las diferencias son amplías. “Se nos presenta una propuesta con unos mínimos inaceptables”, aseguraron ayer en UGT. “Estamos todavía muy lejos de lo que sería una posición aceptable para iniciar, en serio, las negociaciones que doten de contenido el acuerdo laboral, en el que parecen querer obviar la homologación salarial de todos los trabajadores del grupo”, añadieron.

Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco entidades de ahorro –Caja Rioja, Caja Insular de Canarias, Caixa Laietana, Caja Ávila y Caja Segovia- del Sistema Integral de Protección (SIP) proponen pagar el 75% de la retribución fija anual percibida en 2010 sin aportación al plan de pensiones, pero con el abono del convenio especial de la Seguridad Social hasta los 63 años, a los que se prejubilen.

Por su parte, las bajas indemnizadas serán voluntarias y los empleados que se adhieran recibirán 45 días de salario por año de servicio con el límite de 42 mensualidades (tres años y medio).  En el caso de Caixa Cataluña se firmó una retribución progresiva, que iba desde un año de sueldo bruto para los que llevaran menos de tres ejercicios en la entidad, hasta 30 nóminas a los que tuvieran una antigüedad de más de 12 años.

El SIP también ofrece la suspensión de contrato entre tres y cinco años, opción que conlleva percibir el 30% del sueldo y la reserva del empleo. Asimismo, se promueve la opción de reducir la jornada y el salario un 50%.

Un aspecto clave será la movilidad geográfica, ya que la primera caja española la componen empleados de siete centros de trabajo distintos. Rato y José Luís Olivas, presidente y vicepresidente del SIP, han propuesto que los desplazamientos sean voluntarios en un primer término. Pero si la reorganización laboral y el cierre de oficinas lo exigen, la nueva entidad ofrece 5.000 euros a los que tengan que alejarse entre 25 y 100 kilómetros. A partir de esta distancia, la compensación será de 15.000 euros.

Fuentes financieras apuntan que, con estas condiciones generales, el ajuste de plantilla tendrá un coste superior a los 1.200 millones de euros entre 2010 y 2011.  El SIP ha pedido al FROB una ayuda de 4.465 millones para acometer la fusión.