La gran huelga en Francia no intimida a los inversores

Después de 15 días de protestas, manifestaciones y paros, Francia afronta mañana su gran huelga general. Mientras políticos y sindicatos muestran públicamente sus divergencias, en el parqué parisino reina la calma. El CAC cerró la sesión previa a la jornada de paros con una subida del 0,19%, mientras que desde que se recrudecieron las protestas ha repuntado un 5,06%, un crecimiento similar al del resto de plazas europeas.

El único dato 'negativo' que ha saltado a los mercados es la rentabilidad del bono francés, considerado uno de los refuegios para los inversores. En los últimos 15 días ha crecido del 2,65% hasta el  2,73%, aunque no por la huelga, sino por las palabras del presidente del Bundesbank, Axel Weber, que considera que su banco debe acabar con su programa de compra de bonos soberanos. Así pues, la rentabilidad del bono francés respecto al alemán se ha mantenido estable en los 38 puntos básicos. Por su parte, los CDS franceses se mantienen sin apenas variación en los 64 puntos.

Las protestas contra la reforma de la jubilación, que aumentará de 60 a 62 años la edad mínima legal para jubilarse y de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa, ha desatado todo tipo de protestas, especialmente entre los estudiantes que están logrando cortar vías de comunicación ferroviaria y cortar el suministro a más de mil gasolineras.

Precisamente este punto es el que preocupa al gobierno Sarkozy hasta el punto de que el primer ministro francés, Francois Fillon, asegurase por televisión que "no dejará" que un bloqueo en el abastecimiento de combustible "ahogue a la economía francesa".