Es noticia
La seguridad energética española requiere el impulso de las renovables y la energía nuclear
  1. Economía
SEGÚN UN INFORME DE LA FUNDACIÓN 'ALTERNATIVAS'

La seguridad energética española requiere el impulso de las renovables y la energía nuclear

“Más del 80% del consumo energético español proviene de energía primaria [recursos naturales sin transformar], lo que nos sitúa cerca del 80% de dependencia energética exterior”.

Foto: La seguridad energética española requiere el impulso de las renovables y la energía nuclear
La seguridad energética española requiere el impulso de las renovables y la energía nuclear

“Más del 80% del consumo energético español proviene de energía primaria [recursos naturales sin transformar], lo que nos sitúa cerca del 80% de dependencia energética exterior”. Así lo apunta el Informe ‘España ante el reto de la seguridad energética’, elaborado por la profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Soledad Segoviano, en el que se insta a las autoridades gubernamentales a apostar por el autoabastecimiento. En la práctica, esto conlleva el impulso de las energías renovables y la energía nuclear con el objetivo de reducir el grado de dependencia y evitar la vulnerabilidad del país ante factores geopolíticos externos. 

Según los datos recogidos por el informe, promovido por la Fundación Alternativas y realizado para el Instituto Español de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa, el consumo de energía primaria representa un 82,2% del total en España, siendo el petróleo la fuente energética más demandada con un 47,9%. Le siguen el gas natural (24,5%) y el carbón (9,8%). Los datos, que hacen referencia al año 2008, apuntan que el consumo de la energía nuclear se sitúa en un 10,8%, mientras el de las renovables supone un 7,6%.

En la presentación del estudio, Soledad Segoviano señaló que las renovables y la energía nuclear deben convertirse en las dos vías de autoabastecimiento energético fundamentales para España. Sin embargo, en lo que a la segunda opción se refiere, la tesis defendida por la experta choca con los principios defendidos por un segmento de la opinión pública española donde "la energía nuclear aparentemente es un tema tabú"

En este sentido, Segoviano apoya "fervientemente" la iniciativa llevada a cabo por el Gobierno de España para prolongar la vida útil de las centrales nucleares, aunque sea una opinión "no popular" -una medida que, a pesar de su actual aprobación, había sido rechazada de entrada en el programa electoral del Gobierno Socialista en esta segunda legislatura-. La autora incluso va más allá y, a título personal, destaca que España debería apostar por construir centrales nucleares de nueva planta

En la actualidad, de acuerdo a datos ofrecidos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, son ocho las plantas nucleares que se hallan en funcionamiento en España. Por un lado se encuentra Santa María de Garoña (Burgos), que entró en funcionamiento en el año 1971, mientras el resto de centrales existentes en el país lo hicieron a lo largo de la década de los 80: Almaraz I y II (Cáceres), Ascó I y II (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Vandellós II (Tarragona) y Trillo (Guadalajara). El montante coloca a España en el duodécimo país del mundo por número de centrales nucleares, según destaca la misma fuente. El ranking lo encabezan Estados Unidos, con 104 plantas, seguido de Francia y Japón, con 58 y 55 respectivamente.

España, un país vulnerable

El informe ‘España ante el reto de la seguridad energética’ ofrece también otras claves donde se remarca la vulnerabilidad del país dentro del sector. Entre ellas, se acentúa el problema de la seguridad marítima, ya que el 90% del comercio mundial se transporta por esta vía y más del 60% del mismo corresponde a combustibles, crudo, productos derivados y gas natural. "En el caso de España, el transporte marítimo cubre el 80% de nuestras importaciones y el 60% de nuestras exportaciones" y un elevado porcentaje de las mismas obedece al traslado de combustibles fósiles, según se apunta en el documento, lo que convierte en indispensable la prevención a las distintas amenazas que conlleva el traslado de mercancía por este sistema, entre las que se encuentran el terrorismo y la piratería. 

Asimismo, el informe destaca la necesidad de atender a la prevención de ataques que pudieran sucederse contra los centros de producción y almacenamiento de energía del país, para lo cual se puso en marcha, en 2007, el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC). De acuerdo a lo expuesto por Soledad Segoviano en su estudio, "la energía representa uno de los sectores estratégicos más relevantes para la seguridad del país, máxime teniendo en cuenta que numerosos grupos armados violentos ya han demostrado que los atentados contra infraestructuras energéticas se encuentran entre sus objetivos prioritarios".

Finalmente, Segoviano incide en el reto al que se enfrenta España en cuanto a la precaria situación de los almacenamientos subterráneos de gas en el país, "donde el sistema energético, a día de hoy, y en caso de grave interrupción en el suministro ante una situación geopolítica excepcional, no dispone de la capacidad operativa adecuada para garantizar los 21 días de demanda", de modo que debería recurrirse a la seguridad internacional. Este aspecto sí que se halla cubierto en el caso del petróleo para un plazo de 90 días, por encima de la veintena de días estipulados a nivel legal.  

La seguridad energética, en el foco de la actualidad

El estudio, realizado con un “carácter premonitorio o de prevención”, según apuntó el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Nicolás Sartorius, ha pasado a formar parte de la actualidad informativa debido a los últimos acontecimientos en los países del Magreb. Las revueltas en Libia condujeron el pasado jueves a los precios del petróleo europeo y estadounidense a máximos desde septiembre de 2008, debido a las alarmas que surgieron por un posible corte en el suministro desde el territorio africano y los consecuentes problemas de abastecimiento que esto podría generar.

 

Sin embargo, a pesar del freno que la intervención de Arabia Saudí, dispuesta a suplir la producción de Libia, ha supuesto sobre la cotización del crudo, el informe asevera que “la extensa dependencia por parte de los países más desarrollados de las importaciones de petróleo y gas, cuyas reservas se encuentran concentradas en un número limitado de países, inmersos, por lo general, en situaciones de alto riesgo geopolítico, incrementa la vulnerabilidad física de los importadores de energía”. 

Este aspecto se convierte en reseñable dentro de un contexto donde se prevé un "efecto contagio" de las revueltas en el mundo árabe que hasta ahora han tenido lugar en Túnez, Egipto y Libia, presentando conatos en otros países como Yemen o Bahréin.

Asimismo, el informe enumera otros problemas a los que se enfrenta el panorama energético internacional. Entre ellos, destaca los incrementos en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los altos costes de inversión de la incipiente industria de las energías renovables, "que siguen precisando del aporte de los ciclos combinados de gas como garantía complementaria de suministro del sistema"; la limitada eficacia de las políticas de ahorro y eficiencia energéticas; y el crecimiento de países emergentes como China, India y Brasil, "cuya voracidad en la demandan de energía ha venido a agravar el impacto del modelo de crecimiento, desarrollo y progreso" del que un elevado número de personas quedan fuera. 

“Más del 80% del consumo energético español proviene de energía primaria [recursos naturales sin transformar], lo que nos sitúa cerca del 80% de dependencia energética exterior”. Así lo apunta el Informe ‘España ante el reto de la seguridad energética’, elaborado por la profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Soledad Segoviano, en el que se insta a las autoridades gubernamentales a apostar por el autoabastecimiento. En la práctica, esto conlleva el impulso de las energías renovables y la energía nuclear con el objetivo de reducir el grado de dependencia y evitar la vulnerabilidad del país ante factores geopolíticos externos. 

Nuclear Petróleo Energía eólica