El fin de la desgravación fiscal ahuyenta a los compradores de vivienda

Los datos sobre la compraventas de viviendas vuelven a poner negro sobre blanco la realidad del sector. Una realidad que muestra la fragilidad del mercado inmobiliario español tras el fin de la desgravación por la compra de vivienda.

La compraventa de viviendas cayó un 11,9% en marzo respecto al mismo mes del año anterior, hasta un total de 33.106 operaciones, arrastrada por el descenso de las transacciones en la vivienda libre, que bajaron un 16,1% -las de protegidas aumentaron un 23,4%-, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La caída fue aún más abrupta en términos intertrimestrales (marzo sobre febrero), con un desplome del 27,4%

Las operaciones de compraventa de viviendas vuelven a valores negativos en el tercer mes del año, tras registrar un aumento del 10,5% en febrero y del 19,6% en enero, mes en el que se rompió la senda negativa que el indicador había experimentado en los cuatro últimos meses del pasado año.

"Efecto llamada" a finales de 2010

No obstante, conviene aclarar estos datos ya que los aumentos se explicaban porque los datos proporcionados por el INE incluían operaciones firmadas todavía a finales de 2010 -cuando aún estaban en vigor las citadas desgravaciones-, pero que fueron registradas en los meses de enero y febrero. Este cambio fiscal tuvo un "efecto llamada" que supuso un notable incremento de las ventas en los últimos meses del año que habría desaparecido tras la eliminación de este incentivo de compra tal y como advertía en su último Boletín Mensual el Banco de España.

En él matizaba los datos publicados en torno a las operaciones de compraventa en España correspondientes a enero y febrero ya que aunque "muestran una recuperación notable en las cifras de trasmisiones, es preciso puntualizar que esta evolución está relacionada con el desfase temporal existente entre la formalización de las operaciones de compraventa y su inscripción registral, de manera que ese repunte se debe, en realidad, al dinamismo de las transacciones en los meses finales de 2010".

Y añadía que "este cambio normativo de carácter fiscal podría estar determinando una caída significativa de las transacciones de viviendas en los primeros meses del actual ejercicio, como consecuencia del posible adelantamiento de una parte de las mismas al ejercicio anterior".

Precisamente para el BdE, "la culminación del ajuste pendiente requiere que las transacciones de vivienda retomen una senda más nítida de recuperación, algo que podría verse obstaculizado en los primeros meses de este año por el efecto de compras adelantadas al año anterior ante el cambio en el tratamiento de la adquisición de vivienda en el IRPF".

Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista.com, asegura que “los datos hechos públicos hoy por confirman que, tal y como veníamos anunciando meses atrás, el fin parcial de las desgravaciones fiscales ha supuesto una importante caída en el cierre de las operaciones de compraventa de viviendas. Cabe recordar que  los datos del organismo público sufren un decalaje de varios meses respecto a la firma debido a que están basados en las estadísticas del colegio de registradores, que es el último paso en la compra de una vivienda. Los que se presentan ahora corresponden en realidad a las operaciones cerradas aproximadamente en el mes de enero, por tanto, la situación de leve mejoría experimentada a finales del año pasado en el sector inmobiliario era sólo un espejismo y este dato de cierre de operaciones se consolidará durante los próximos meses”

Oferta y demanda no se encuentran

Uno de los factores que está jugando en contra de la recuperación inmobiliaria es el ingente stock de viviendas generado en los años del boom inmobiliario que se calcula entre las 700.000 -últimas estimaciones de Fomento- y los 1,5 millones de viviendas -estimaciones de RR de Acuña y Asociados-. Oferta y demanda siguen sin encontrarse.

De hecho, Bankinter hablaba en un informe de "bloqueo inmobiliario" ya que en la opinión de varios de sus analistas nos encontramos en un momento en el que ni los propietarios están dispuestos a vender" por debajo de un precio aceptable” ni los compradores se plantean comprar a la espera de una oportunidad mejor en el ciclo de caídas".