Efecto contagio: Fitch amenaza con degradar la deuda de Bélgica por su crisis política

La crisis de deuda europea se extiende. Y llega a Bruselas, al mismísimo corazón de Europa. La agencia de calificación de riesgo crediticio Fitch ha situado en perspectiva negativa el rating AA+ sobre la deuda soberana de Bélgica, debido a las dificultades políticas que afronta el país por la división entre flamencos y francófonos para sacar adelante la reforma constitucional.

El rating belga se encuentra un escalón por encima del español. El recorte en las perspectivas belgas refleja "la preocupación por el ritmo de las reformas estructurales para los próximos años y las dudas sobre la capacidad de acelerar la consolidación fiscal sin una resolución a la crisis constitucional", según Fitch. 

Bélgica, que lleva cerca de un año sin gobierno, tiene un volumen de deuda pública equivalente al 96% sobre el PIB, casi 16 puntos más que la media europea y hasta 36 puntos más que la deuda del Tesoro en España, que se sitúa en el 60% sobre el PIB. 

Grecia y los países periféricos siguen siendo motivo de preocupación para el mercado, especialmente después de que el pasado viernes Fitch recortara de nuevo la calificación de la deuda griega, desde 'BB+' a 'B+' y Standard & Poor's pusiera el sábado en perspectiva negativa la deuda de Italia.

Irlanda tampoco se libra de las miradas de los inversores, especialmente después de que el FMI haya advertido de que el país necesita más ayudas de la UE si quiere superar la crisis de deuda soberana por la que atraviesa. La prima de riesgo española se ha disparado hoy hasta máximos anuales ante el temor que el vuelco electoral en algunas comunidades autónomas desemboque en la afloración de deuda oculta.