El euro roza máximos de tres semanas por un posible acuerdo sobre la deuda griega

El euro ha avanzado esta mañana y ha superado los 1,44 dólares y los 117 yenes en los mercados de divisas ante la inminencia de un acuerdo para resolver el problema de la deuda griega tras semanas de especulaciones sobre un nuevo rescate o la reestructuración de la misma.

La noticia que ha provocado el optimismo de los inversores ha sido la posibilidad de que Berlín podría ceder respecto a las exigencias sobre la reestructuración de los bonos griegos para facilitar un nuevo paquete de préstamos a Atenas, según fuentes conocedoras de la situación citadas por The Wall Street Journal.

"La concesión por parte de Berlín sobre prestar más dinero a Grecia, incluso sin que los tenedores de bonos compartan la carga a corto plazo, ayudaría a Europa a superar el impasse sobre las necesidades de financiación del país antes de que se quede sin dinero a mediados de julio", publica el diario, que añade que, no obstante, algunos funcionarios alemanes siguen manteniendo las esperanzas de llegar una solución a corto plazo que permita crear un nuevo acuerdo que incluya una reprogramación del vencimiento de los bonos.

Los líderes europeos decidirán sobre la ayuda adicional a Grecia a finales de junio y han descartado, por el momento, una "reestructuración total" de la deuda del país, según ha expresado el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Se calcula que Grecia necesitará 30.000 millones extra de financiación -tras el rescate de 110.000 que se aprobó hace un año- entre 2012 y 2013.

Grecia negocia estos días las condiciones para recibir el quinto tramo de ayuda del rescate. El país debe hacer frente a vencimientos por 26.420 millones este año y por 33.750 el que viene, según los datos de Bloomberg. Además, los altos costes de financiación suponen un serio obstáculo para que pueda cumplir con el objetivo de captar 27.000 millones el próximo ejercicio. Los vencimientos que afronta, el encarecimiento del coste de la financiación y las dudas para reducir el déficit han generado una desconfianza por parte de los mercados que han llevado a los bonos a dos años a triplicar su rendimiento en un año.