El euro pone en peligro los $1,41 por la crisis griega

El euro vuelve a temblar como consecuencia de la crisis de deuda y se encuentra en mínimos de tres semanas, aunque todavía se mantiene por encima de los mínimos de enero, cuando cayó por debajo de 1,30 dólares.

La moneda única retrocedió ayer con fuerza en los mercados de divisas por la falta de acuerdo entre los miembros del eurogrupo sobre la ayuda a Grecia y hoy mantiene las pérdidas y pone en peligro los 1,41 dólares.

En lo que va de semana ha perdido más de un 2% de su valor y desde los máximos de mayo se ha dejado casi un 5%. La divisa europea también encadena su segundo día de caídas frente a la japonesa y cotiza ligeramente por encima de los 114 yenes, frente a los 117 de hace una semana.

"El riesgo es creciente de que Grecia no pueda conseguir un rescate y eso está presionando al euro", comenta un experto a Reuters. Además, la moneda única se ha desplomado hasta un mínimo histórico de 1,1957 francos suizos.

Alemania insiste en implicar a los acreedores privados en la definición del segundo plan de ayuda a Grecia, destinado a evitar la bancarrota del país heleno, tras el final sin resultados de la última reunión del Ecofin. Este fin de semana los líderes europeos volverán a reunirse para intentar encontrar una solución a un problema que colea desde el año pasado.

La crisis se ha intensificado en las últimas semanas ante la evidencia de que Atenas no ha recuperado la confianza del mercado con las medidas puestas en marcha hasta ahora y tiene que pagar unos intereses excesivamente elevados para financiarse, lo que conlleva otro problema: no podrá hacer frente a sus obligaciones de deuda. La complicada situación griega ha provocado una crisis política y el primer ministro, Yorgos Papandreu, se someterá hoy a una moción de confianza.

Al euro tampoco le han sentado nada bien hoy las palabras de uno de los miembros del consejo del BCE, Nout Wellink, que en declaraciones a un diario holandés (Het Financieele) afirma que el fondo de estabilidad para los países de la eurozona debería duplicarse.