El fondo de rescate de la UE debe duplicarse, según un miembro del consejo del BCE

El fondo de rescate de la Unión Europea debería duplicarse hasta los 1,5 billones de euros si los políticos pretenden que los inversores privados asuman parte del coste del segundo rescate a Grecia, según ha afirmado hoy el miembro del consejo del Banco Central Europeo, Nout Wellink, en declaraciones al diario holandés Het Financieele Dagblad.

Wellink ha destacado que un nuevo paquete de ayuda a Atenas provocará muchas incertidumbres y riesgos, por lo que será necesario ampliar el fondo europeo para evitar los riesgos del contagio de la situación griega a Irlanda y Portugal. Además, ha señalado que "debería haber más flexibilidad sobre cómo se gasta ese dinero".

Según Wellink, si las agencias de calificación crediticia consideran la opción defindida por Alemania de implicar a los inversores privados como una quiebra parcial, entonces se producirá un contagio a otros países de la región. "Si asumes riesgos, tienes que darte cuenta de que es necesario que construyas una red de seguridad para amortiguarlos. El fondo debería crecer hasta 1,5 billones", afirma.

La Unión Europea creó en mayo del año pasado un fondo de rescate de 750.000 millones de euros para ayudar a los países en dificultades y proteger al euro de los ataques de los especuladores en el inicio de la crisis de deuda soberana en el continente, que arrancó con la evidencia de que Grecia había falseado sus cuentas públicas y que sus niveles de déficit y su deuda eran mucho más elevados de lo que se sabía.

El fondo de estabilización se ha nutrido de 440.000 millones de euros procedentes de los Estados, a través de garantías, y 60.000 millones de euros de la Comisión Europea, que podrá hacer inyecciones puntuales de capital a los Estados en apuros. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aportado una cantidad equivalente al 50% movilizado por los europeos, es decir, hasta 250.000 millones de euros

En parelelo a la aprobación del fondo, el Banco Central Europeo (BCE) tomó la decisión de intervenir en los mercados de deuda y poner en marcha medidas no convencionales para estabilizar la moneda. Las medidas no tienen precedentes y han sido recibidas con subidas en las Bolsas asiáticas y, sobre todo, las europeas.