Las empresas españolas pagan 43 días más tarde que las europeas, según Intrum

Las empresas españolas pagan en un plazo superior en 43 días a la media de los países europeos, una pauta que tiene serias consecuencias para las compañías ya que el 77 % de ellas temen que estos retrasos afecten a su liquidez, según datos del Índice de Riesgo 2011 elaborado por la sueca Intrum Justitia.

Según sostiene el director general de Intrum Justutia Ibérica, Luis Salvaterra, la falta de liquidez conlleva además una disminución de la competitividad de las compañías, un aspecto fundamental en el actual contexto económico y que perjudica a las empresas extranjeras que quieren hacer negocios en España.

Además de los impagos y de los retrasos en los pagos, el estudio de la multinacional revela además la preocupación que muestran las compañías con respecto a la pérdida de beneficios, algo que esperan para este año el 62 % de las empresas frente al 17 % de un año antes.

En el primer aniversario de la puesta en marcha de la Ley de Morosidad, el estudio indica además la administración pública, que debía reducir sus plazos de pago 55 días en 2010 y 50 días en 2011, no los ha reducido hasta este momento ni un solo día, de forma que el plazo de pago real se sitúa en los 153 días.

A pesar de que la Ley de Morosidad no contemplaba reducir los plazos de pago durante el 2010 para las operaciones comerciales entre empresas, sí solicitaba que para este año se redujera gradualmente hasta 85 días.

Un cumplimiento que según sostiene Salvaterra será complicado de llevar a cabo en España, donde estos plazos de pago han aumentado en un día, hasta los 99.

Sin embargo, aunque la legislación solo cuenta con un año de vida, el 91 % de las empresas españolas reclama una normativa más sólida para obtener sus pagos a tiempo, mientras que el 70 % de los empresarios españoles cree que hace falta también regular el plazo de pago de los consumidores.