Castellano se carga también al 'número dos' de Novacaixagalicia

José María Castellano quiere desprenderse de cualquier cosa que huela a la antigua etapa de Novacaixagalicia. El presidente del nuevo banco ha decidido prescindir del que era el número dos de la entidad gallega, Javier García de Paredes y Moro, que se prejubila. La decisión se produce apenas una semana después de que se anunciara la salida forzosa de José Luís Pego, el director general de la institución.

 

La decisión la ha tomado el propio García de Paredes, un directivo de toda la vida de Caixa Galicia especialista en temas jurídicos. El ejecutivo, que ante la fusión de la caja de La Coruña y de Caixanova se vio obligado a tomar las riendas de las negociaciones, había acordado con Castellano volver a la dirección de asuntos legales para retirarse de la primera línea de fuego.

Sin embargo, el nuevo consejero delegado, César González Bueno, le indicó recientemente que desde su nueva posición no tendría relación directa con la alta dirección. Al ver que en el nuevo organigrama no iba a tener funciones ejecutivas, García de Paredes ha optado por marcharse y acogerse a la prejubilación. Lo hace a los 51 años, pero renunciando a gran parte de su indemnización al considerar que no le corresponde por edad.

El director adjunto, que también tiene un contrato de alta dirección, imita la decisión del que era director general de Novacaixagalicia, José Luis Pego, quien dejó todos sus cargos en la entidad a los 54 años e hizo efectiva su salida al tiempo que se constituía formalmente NCG Banco, un trámite completado el miércoles de la semana pasada. También ha dejado la caja uno de los responsables del proceso de integración y directivo procedente de Caixanova, Óscar Rodríguez Estrada.

García de Paredes, nacido en Ávila en 1960, es licenciado en derecho por la Universidad de Salamanca, máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa de Madrid y diplomado en derecho urbanístico por la Fundación Universitaria San Pablo-CEU. Tras pasar por varios despachos de abogados, en 1987 se incorporó a Caixa Galicia como responsable de la asesoría jurídica de la dirección de Madrid. Doce años después, en 1999, comenzó su trayectoria en Caixa Galicia, en donde entró como director adjunto de relaciones jurídicas, tras lo que pasó a ser en el año 2000 director general adjunto y secretario general.

Enfado en la Xunta

Las destituciones de Pego y de García de Paredes, disfrazadas de prejubilaciones, se producen pese a que Castellano les prometió que contaría con ellos a mediados de junio, poco después de hacerse público que se convertiría en el presidente de la nueva caja gallega. El modus operandi es similar al utilizado en ONO, empresa de telecomunicaciones que aún preside.

Allí, desde el momento en que tomó las riendas de la empresa cable en 2008, inició un proceso de renovación completa del consejo de administración. Pero además, Castellano sustituyó al consejero delegado, al director financiero y al director del negocio residencial, los tres mayores altos cargos de la compañía.

La salida forzosa de García Paredes ha provocado un hondo malestar en la Xunta de Galicia, puesto que Castellano se había comprometido con Alberto Núñez Feijoo a contar con el director general adjunto para agradecerle el esfuerzo realizado durante la fusión y, sobre todo, por impedir la operación de integración con Caja Madrid y Banco Popular propuesta por el Banco de España. Lo acordado con la Núñez Feijoo era darle un puesto en el nuevo consejo de administración.