Andalucía, “a las trincheras” para defender 2.000 millones de ayudas agrarias de la UE

Los recortes en los fondos de la Política Agraria Común, PAC, y su repercusión en las  comunidades españolas con un fuerte componente agrícola, amenaza ya en Andalucía con abrir una dura batalla con otras comunidades autónomas gobernadas por el PP, sobre todo Castilla-León. La consejera andaluza del ramo, Clara Aguilera, ya habla de “trincheras” para evitar que “salgan euros de aquí”, y le pide a Javier Arenas que se alinee con Griñán frente al presidente popular de Castilla-León, la comunidad que más fondos consigue después de Andalucía.

La Comisión Europea va a decidir el próximo 12 de octubre los términos y presupuestos de las ayudas de la PAC para el periodo 2014-2020.  Las comunidades con fuerte peso económico en el sector agrario temen no sólo una reducción presupuestaria sino nuevos criterios para distribuir el dinero. Las previsiones iniciales de cara al informe final de la Comisión apuntaban a que el recorte iba a ser del 12% en los fondos de ayuda, pasando por tanto el peso de la agricultura en el presupuesto europeo del 39,41% al 36,27%, un propuesta que contaba con una fuerte oposición en países que como España  tienen un potente sector agrícola.

La legión del minifundio

Y es en este reparto de los recortes donde Andalucía ha iniciado ya la guerra de “trincheras”. En 2010, esta comunidad recibió en ayudas de la PAC 1.680 millones de euros, de los 5.300 totales que llegaron a España. De este dinero se beneficiaron 280.000 agricultores en su mayoría con explotaciones menores de cinco hectáreas, en una comunidad en la que la agricultura supone el 8% del producto interior bruto y el 12% del empleo.

La comunidad española que más dinero recibe después de Andalucía es Castilla-León, con 900 millones de euros. Sin embargo, la consejera Clara Aguilera basa su “guerra” no ya sólo en la cantidad sino en el perfil de la agricultura, que en la región castellana se apoya en el barbecho mientras que en Andalucía es productiva e innovadora. Es decir, Aguilera defiende que a la hora de distribuir los futuros fondos sometidos a un posible recorte, se haga no de una forma plana sino atendiendo a una serie de criterios que tengan que ver con la productividad, ecología y sostenimiento de la población en las zonas rurales.

A pesar de que la filosofía sobre las ayudas y el volumen de las partidas para los próximos años se aprueban en la UE, la Junta ha iniciado su batalla apuntando a las comunidades del PP, sumando así la agricultura a la estrategia de Griñán en los últimos meses en cuestiones tales como las competencias sobre el Guadalquivir, que ya han encontrado de nuevo una advertencia de recurso desde Extremadura a la ley de aguas que favorece la posibilidad de competencias delegadas para la Junta en la gestión de este río.

Y la crisis del aceite

La guerra de los fondos, en cualquier caso, está tapando un problema aún mayor en el sector agrícola andaluz: el de los bajos precios del aceite. La ministra Rosa Aguilar ha reconocido esta semana en Almería que el precio del aceite está ya por debajo del límite que la UE considera mínimo para autorizar el almacenamiento en origen y permitir así que los agricultores actúen sobre el valor del producto en los mercados.

La consejera Clara Aguilera asegura que el hecho de que esta autorización no se aplique de forma automática a favor de España demuestra los defectos de funcionamiento de los mecanismos europeos, como ocurrió también en la crisis del pepino. Sin embargo, aún no hay un compromiso oficial por parte del Gobierno de actuar de forma contundente para conseguir el almacenamiento que el sector del aceite pide después de perder miles de millones en los últimos meses.