Ruiz-Mateos culpa al Santander de la insolvencia de Nueva Rumasa

La culpa siempre la tienen los demás. Sobre todo cuando se está inmerso en un proceso judicial. Esa ha sido la máxima durante la declaración de José María Ruiz-Mateos, su mujer María Teresa Rivero, y dos de sus hijos, Zoilo y Álvaro. El primero ha culpado a un banco, que según fuentes presentes en el interrogatorio se refiere al Santander, de que Nueva Rumasa no pueda pagar a sus inversores.

El patriarca de la familia ha explicado ante el juez instructor, Pablo Ruz, los dos fiscales Anticorrupción encargados del caso, sus abogados y las acusaciones particulares que si no ha podido satisfacer la cantidad entregada por los inversores ha sido porque una entidad les cortó la financiación de “manera súbita”.

Es más, hace tan sólo unos meses, los Ruiz-Mateos anunciaron una demanda contra el banco presidido por Emilio Botín por el “inexplicable” cambio de actitud de la entidad, que decidió cerrar el crédito al grupo, exigiendo la devolución inmediata de los 330 millones de euros (el 50 por ciento de la deuda bancaria total) prestados junto a Banesto.

Por consejo de su abogado Ignacio Peláez, el dueño de Nueva Rumasa no ha contestado a ninguna de las preguntas formuladas ni siquiera por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 sobre la emisión de pagarés falsos. Eso sí, ha querido lanzar un comunicado en el que, entre otras cosas, ha dicho estar “orgullosísimo” de lo que ha hecho y “volvería a hacer”. Ha explicado que empezó con siete trabajadores y ha llegado a tener a 100.000, a quienes sin duda volvería a emplear. “Me siento orgulloso y feliz y satisfecho con el trabajo que he hecho”, ha puntualizado.

Sobre los trabajadores apostados en la puerta de la Audiencia Nacional con pancarta en contra suya, ha señalado que “son buena gente pero están necesitados”. Dentro de la misma estrategia, su mujer ha asegurado desconocer la gestión de la empresa, al estar totalmente apartada de las reuniones entre su marido y sus seis hijos.

La culpa siempre a los demás. Por eso, dos de sus hijos han apuntado a su propio padre como el único responsable en la toma de decisiones de Nueva Rumasa. Ellos, simples administradores; su padre, el gestor de todos los movimientos de la empresa. En esta estrategia de defensa, José María se hace único responsable para salvar a sus hijos de posibles responsabilidades penales como los delitos de estafa, insolvencia punible o apropiación indebida, de los que le han acusado más de trescientos inversores en una querella conjunta presentada en la Audiencia Nacional. Sus otros cuatro hijos, que declaran este miércoles, seguirán con toda probabilidad la misma línea argumental que sus hermanos.

Ruiz Mateos ya alegó en un escrito ante el juez que padece la enfermedad de Parkinson y demencia senil, lo que podría exculparle de posibles responsabilidades. Además, el juez ha rechazado por ahora la petición de las acusaciones de enviarle a prisión en caso de no afrontar el pago de la fianza.

Uno de los hijos, Zoilo, ha explicado a las partes que se estima que haya unos 2.500 inversores que han depositado más de doscientos millones de euros, una cifra mucho mayor de la estimada por la Fiscalía, que contaba con una inversión total de 90,4 millones de euros.

Sea lo que fuere, el juez instructor ha acordado una fianza de 30 millones de euros que deberán pagar en un plazo de diez días para hacer frente a posibles responsabilidades civiles en el caso de ser finalmente condenados. Inicialmente acordó 13 millones de euros pero ante el aumento de inversores personados como acusaciones particulares, el magistrado optó por incrementar la fianza, una cifra que no se descarta que vuelva a subir. Mientras lo pagan, los hijos del creador de nueva Rumasa han asegurado a Ruz que van a devolver todo el dinero a sus inversores en cuanto sea posible.

No tan claro lo tienen los depositarios de ese dinero ni los trabajadores de Clesa que han ido a la puerta de la Audiencia Nacional con pancartas y abucheos dirigidos contra todos los miembros de la familia que se han personado hoy en el órgano judicial.