El Tesoro vuelve a superar sus objetivos: vende 3.520 millones a menor interés

El Tesoro ha superado la última subasta del año sin problemas. Era un mero trámite y no ha pasado de eso, aunque ha colocado algo más del máximo previsto, 3.520 millones de euros, con una ligera caída de la rentabilidad y de la demanda, que aunque buena, ha sido inferior a la de la emisión de letras a 3 y 6 meses del pasado mes de noviembre.

De esta manera, la secretaría dependiente del Minsiterio de Economía ha vendido 1.580 millones de euros en letras con vencimiento en 3 meses, por las que ha pagado una rentabilidad del 1,195% frente al 1,254% anterior y con una ratio de cobertura de 2,92 veces; en el papel a seis meses, la cantidad ha sido 1.950 millones de euros, con un interés del 1,609% y una demanda que ha superado en 2,57 veces la oferta.

El Tesoro cumple así con la última subasta por el mero hecho de estar en el calendario, no porque necesite ese dinero. No en vano, el empujón que pegó en lo que a financiación se refiere en el primer trimestre del año permitió al Tesoro capear el temporal que se formó en los mercados entre abril y agosto. Después, la relajación de las tensiones gracias a la intervención del Banco Central Europeo permitió al Estado volver a poner la máquina de financiación a pleno vencimiento hasta acabar finalmente el año con excedente de caja.

Así, tras la subasta de bonos del jueves pasado, el Tesoro llega a 2013 con un colchón de 11.157 millones de euros, lo que representa un 113% de las necesidades de financiación a medio y largo plazo, previstas para 2012 en 85.900 millones de euros.

Eso sí, el año que viene se presenta más complicado que el que ya acaba en lo que a vencimientos se refiere. A falta de que la secretaría dependiente del Ministerio de Economía comunique la cifra oficial, que en esta ocasión pretende darla en diciembre y más detallada, a diferencia de lo que venía siendo habitual cuando las necesidades de financiación se ofrecían a finales de enero, se estima que España tiene que hacer frente a 207.000 millones de euros brutos.

Y es que en esa cifra hay que incluir tanto el déficit público como los vencimientos y aportaciones al Mecanismo de Estabilidad (Mede). En total, sumando los 50.000-60.000 millones que las empresas no financieras necesitan para sus amortizaciones, España tendrá que levantar del mercado unos 260.000 millones de euros, esto es, más de 21.000 millones al mes, la cuarta parte del PIB en total.