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Turquía amenaza con pasar factura a BBVA por figurar la rebelión contra Erdogan
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LAS ACCIONES DE GARANTI CAEN UN 20%

Turquía amenaza con pasar factura a BBVA por figurar la rebelión contra Erdogan

Francisco González apostó fuerte cuando decidió explorar mercados y negocios que sus colegas no se atrevían a tantear. Sin embargo, jamás pensó, cuando en noviembre de 2010

Foto: Turquía amenaza con pasar factura a BBVA por figurar la rebelión contra Erdogan
Turquía amenaza con pasar factura a BBVA por figurar la rebelión contra Erdogan

Francisco González apostó fuerte cuando decidió explorar mercados y negocios que sus colegas no se atrevían a tantear. Sin embargo, jamás pensó, cuando en noviembre de 2010 compró el 25% del turco Garanti Bank por más de 4.150 millones, que se vería envuelto en una rebelión social en la que ha sido identificado como uno de los grupos financieros que apoya a los sublevados.

“Aquellos que no respeten al Gobierno pagarán su precio”, aseveró el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el pasado martes en un ataque directo contra los poderes fácticos que están detrás de los rebeldes. Entre ellos se encuentra Ferit Sahenk, el presidente de Dogus Holding, uno de los grupos empresariales con más tentáculos en el país y socio de BBVA en Garanti Bank.

Dogus Holding es dueño de empresas de energía, construcción, automoción, inmobiliarias, turismo y varios medios de comunicación, entre los que destaca la cadena de televisión NTV. Esta plataforma fue criticada por sus telespectadores por ofrecer programas de cocina mientras los jóvenes se amotinaban en el centro de Estambul contra el Gobierno de Erdogan. Dem Aydin, el presidente de la división de medios de Dogus, pidió disculpas a su audiencia y comenzó a difundir las noticias sobre la represión policial contra los manifestantes.

Una línea editorial que Erdogan entendió como un ataque a sus postulados. Por este motivo, el primer ministro turco arremetió contra los intereses de Dogus, que tiene el 24% de Garanti, del que BBVA posee el 25% tras el acuerdo accionarial alcanzado a finales de 2010. “Los bancos que soporten el vandalismo están contra el Gobierno”, aseveró el primer ministro, que al mismo tiempo ordenó a sus seguidores retirar el dinero de los bancos privados y depositarlo en los públicos.

BBVA asegura que “hasta el momento, los datos de actividad de Garanti (salida de depósitos, cancelaciones de tarjetas...) se ajustan a la normalidad del negocio. No hay impacto significativo en la actividad”, en alusión a la decisión de un grupo de clientes de dar de baja sus medios de pago y de sacar sus depósitos, curiosamente por haber sido poco críticos con Erdogan cuando estalló la revuelta. 

Lo cierto es que Garanti si ha sufrido los efectos colaterales de la rebelión. Sus acciones han caído cerca de un 20% desde que afloraron las protestas por la construcción de un edificio en un parque público. Un desplome que se ha traducido en una pérdida de valor bursátil de unos 3.500 millones de euros, penalización a la que se puede añadir el derrumbe de la cotización de la lira turca contra el euro y el dólar. El banco central del país ha tenido que intervenir en el mercado para reducir la volatilidad de la divisa local.

Apuesta firme

“La participación del 25% de BBVA en Garanti está contabilizada por puesta en equivalencia, por lo que las variaciones en el precio de la acción de Garanti no tienen impacto en las cuentas del grupo”, aseguran fuentes oficiales del segundo mayor banco de España. Sus portavoces insisten en que BBVA “sigue apostando por Turquía como mercado estratégico, con unas perspectivas de crecimiento muy sólidas, pero lógicamente, como mercado emergente, no está exento de riesgo y volatilidad”.

Desde Madrid se observa con inquietud la crisis social y gubernamental en Estambul, pero se confía en que amaine al considerar que no tiene nada que ver con la Primavera Árabe que provocó grandes disturbios y mayor inestabilidad institucional en países como Túnez y Egipto. Pero, sobre todo, se tiene la mirada puesta en las elecciones que vivirá el país el próximo año. La continuidad de Erdogan, que lleva más de una década en el poder, sería una mala noticia para Dogus y para BBVA, mientras que un relevo en el Ejecutivo sería recibido con los brazos abiertos.

Su socio turco ya sabe lo que es que le castiguen por ser identificado como un enemigo. Cuatro años atrás, el Gobierno le impuso una multa fiscal de 3.800 millones de dólares después de que publicara informaciones sobre casos de corrupción que afectaban a políticos del AKP, el partido de Erdogan. Las acciones de Dogan Yayin, la filial de medios de Dogus, han caído más de un 50% en los últimos cinco años, periodo en el que el principal índice de la Bolsa de Estambul ha duplicado su valor.

Francisco González apostó fuerte cuando decidió explorar mercados y negocios que sus colegas no se atrevían a tantear. Sin embargo, jamás pensó, cuando en noviembre de 2010 compró el 25% del turco Garanti Bank por más de 4.150 millones, que se vería envuelto en una rebelión social en la que ha sido identificado como uno de los grupos financieros que apoya a los sublevados.