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Las bebidas espirituosas recaudan menos que antes de la subida de impuestos
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LA RECAUDACIÓN FISCAL SE DESPLOMA

Las bebidas espirituosas recaudan menos que antes de la subida de impuestos

El Estado no ha conseguido su objetivo, o así lo muestran los datos de la Agencia Tributaria. El tipo impositivo aumentó un 5% en 2017, pero la recaudación ha caído a niveles del año 2000

Foto: Cae la recaudación tributaria de bebidas espirituosas
Cae la recaudación tributaria de bebidas espirituosas

Año 2017. El entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (PP), aplica una subida de impuestos especiales sobre las bebidas espirituosas con la que espera contribuir al cumplimiento de los objetivos de déficit. Dos años después, el Estado recauda un 13% menos por ese concepto y ha sufrido un desplome interanual del 5,7% en los cinco primeros meses de 2019.

España recaudó 279 millones de euros por bebidas alcohólicas entre enero y mayo de este año. Esto es 17 millones menos respecto al mismo período de 2018, 42 millones menos frente a los cinco primeros meses de 2017 y 11 millones menos si se compara con los datos de 2016, año previo a la última subida de impuestos especiales.

"Tras el impacto inicial, el aumento del tipo impositivo produce el efecto contrario al perseguido. La caída de la recaudación se acentúa con el paso del tiempo", advierten desde la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE).

"Si el tipo impositivo es lo suficientemente alto y si se sube aún más, los ingresos terminan cayendo"

Su director general, Bosco Torremocha, recurre a la curva de Laffer para explicar que la subida de los impuestos no siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal. "Si el tipo impositivo es lo suficientemente alto y si se sube aún más, los ingresos pueden terminar disminuyendo. Ese parece ser el caso de los espirituosos en España", argumenta.

El sector de las bebidas alcohólicas ha sufrido un aumento del 26% en impuestos especiales desde 2000, año en el que la recaudación rozaba los 880 millones de euros y estaba por encima de los niveles del año pasado (821 millones).

En ese momento, el impuesto se calculaba sobre la base de una tasa de 5,89 euros por litro de alcohol puro contenido en cada bebida espirituosa. Hoy esa tasa es de 9,59 euros por litro, pero no se ha traducido en más dinero para las arcas públicas. Es más, las previsiones de recaudación de impuestos especiales recogidas en los Presupuestos Generales del Estado no se han cumplido en los últimos cuatro años.

Foto: Bacardí sufre la sexta caída de ventas consecutiva pero ve luz al final del túnel.

No obstante, la recaudación tributaria de la cerveza sí ha aumentado un 4,3% interanual en los cinco primeros meses del año, pero ese repunte no compensa la caída de la recaudación de los espirituosos. Tanto la cerveza como el vino quedaron fuera de la última subida de impuestos en 2017. Y que siga siendo así, desliza con frecuencia la patronal española de los cerveceros.

Mensaje a Pedro Sánchez

La industria teme una nueva subida impositiva a manos de la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, si bien confía en que el nuevo Gobierno "sea más cauteloso" con las políticas fiscales. Sobre todo, en vista de que las subidas "perjudican por igual al sector de bebidas espirituosas y a la recaudación del Estado", concluye FEBE.

placeholder La cerveza quedó fuera de la última subida de impuestos y ha mejorado su recaudación. (Pexels)
La cerveza quedó fuera de la última subida de impuestos y ha mejorado su recaudación. (Pexels)

A todo ello se suma el descenso del consumo de bebidas espirituosas en nuestro país, con una caída del 1% en volumen el año pasado. Vodka (-4%), ron (-3,5%), ginebra (-2,2%) y whisky (-1,5%) son las categorías más perjudicadas, todas ellas abocadas a vestirse de bebidas 'premium' para seducir a unos clientes cada vez más sofisticados. Bebemos menos alcohol pero de más calidad, opinan los expertos.

Por eso, grandes marcas como Bacardí están apostando por bebidas de mayor valor añadido para recuperar el terreno perdido durante la crisis. Incluso las marcas de refrescos se han adentrado en el mundo de los 'mixers' o bebidas 'premium' para mezclar con el fin de ampliar su base de clientes. El ejemplo más reciente es Coca Cola.

Año 2017. El entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (PP), aplica una subida de impuestos especiales sobre las bebidas espirituosas con la que espera contribuir al cumplimiento de los objetivos de déficit. Dos años después, el Estado recauda un 13% menos por ese concepto y ha sufrido un desplome interanual del 5,7% en los cinco primeros meses de 2019.

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