Los autónomos piden al Gobierno prorrogar el cese de actividad hasta final de año

Después de la prórroga acordada en el diálogo social para los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), el Gobierno inicia ahora las consultas con las organizaciones de autónomos para ampliar la ayuda más importante que han recibido en esta crisis, el cese de actividad extraordinario, conocido como paro de los autónomos. Su duración también está vinculada al estado de alarma y los autónomos piden al Gobierno que los amplíe más allá de la desescalada para dar un horizonte de certidumbre a todos estos trabajadores.

El Gobierno se reunirá el martes, después del Consejo de Ministros, con las tres principales asociaciones de autónomos, ATA, UPTA y Uatae. Las tres reclamarán al Gobierno un horizonte temporal amplio con la garantía del cese de actividad a todos los trabajadores que sigan afectados una vez que España llegue a la nueva normalidad. Por ejemplo, todas las actividades relacionadas con el turismo tendrán muy difícil volver a funcionar en los próximos meses, ni siquiera con nueva normalidad. Está por ver cuál es la demanda de servicios turísticos y, lo que es más importante, si se levantan las restricciones a la movilidad internacional.

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De ahí que las tres asociaciones vayan a reclamar al Ejecutivo que se amplíe el cese de actividad para todos los sectores que sigan cerrados, o cuya facturación se mantenga un 75% por debajo de la ordinaria. “Es necesario flexibilizar y ampliar los ERTE hasta el 31 de diciembre”, señala Eduardo Abad, presidente de UPTA, para “sectores de actividad económica especialmente afectados por la crisis económica provocada por el covid-19, tales como los vinculados al turismo, a la cultura, al ocio y congresos”. En otras palabras, la ampliación del cese de actividad ya no es consecuencia exclusiva de la crisis sanitaria, sino que también se debe a la crisis económica producida por el coronavirus. Para muchos, la nueva normalidad no será normalidad suficiente como para recuperar su negocio.

Esta medida permitiría dar un horizonte amplio de seguridad jurídica a los autónomos para que diseñen su vuelta a la actividad, pero también reduciría la flexibilidad del Gobierno para adaptar las decisiones a los cambios de la pandemia. Uatae se limita a un escenario intermedio: pide que la prórroga del cese de actividad se prolongue hasta el 30 de junio, esto es, que tenga la duración de los ERTE y que cubra toda la fase de desescalada tal y como está concebida actualmente. A partir de ese momento, será necesario analizar qué sectores o actividades necesitan mantener la ayuda del cese porque no puedan volver a la normalidad. “La recuperación económica será lenta y asimétrica, por tanto, adaptar los ERTE a la desescalada y su desarrollo era necesario para mantener el empleo sin asfixiar a autónomos y pymes”, explica María José Landaburu, secretaria general de Uatae.

"Es necesario flexibilizar y ampliar los ERTE hasta el 31 de diciembre para sectores especialmente afectados por la crisis económica"

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, solicita “prolongar los ERTE tras la finalización del estado de alarma hasta después del verano” porque “es evidente que la recuperación de la actividad, si la hay, va a ser muy gradual y difícil, y no sabemos en qué condiciones”, explica. Esta petición unánime de prórroga será atendida por el Gobierno, que ya lleva días estudiando cómo retirar de forma paulatina el cese de actividad, para que se realice acompañando la evolución de la economía.

Sin embargo, lo que parece más complicado es que el Ejecutivo se comprometa a mantenerla durante varios meses, ya que esto generaría una gran rigidez para la gestión. Siempre es un buen momento para prorrogar una ayuda, pero recortarla es mucho más delicado desde el punto de vista político.

Los autónomos de temporada

Las asociaciones de autónomos también tienen una demanda común que podría atender el Gobierno. Se trata de los autónomos de temporada, que anualmente se dan de alta a las puertas del verano para trabajar durante toda la campaña y en otoño se vuelven a dar de baja. Estos autónomos ahora no tienen actividad y tampoco tienen derecho a una prestación por cese de actividad, ya que para cobrarla, era necesario que estuviesen dados de alta antes de la declaración del estado de alarma.

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Los autónomos pedirán al Gobierno que estos trabajadores puedan acogerse al cese si demuestran que realizan un trabajo de temporada que este año no pueden hacer. Esto es, que el año pasado, por estas fechas, estaban en alta en la Seguridad Social. Sería una solución similar a la que ha dado el Gobierno a los fijos discontinuos. Esta figura es equiparable al autónomo de temporada pero en los asalariados, ya que son contratados para las actividades estacionales. El Ejecutivo concedió una prestación por desempleo extraordinaria a todos esos trabajadores que aún no han sido contratados. En el caso de los autónomos, esta prestación sería el acceso al cese de actividad.

Las actividades afectadas por esta situación son, principalmente, pequeños negocios relacionados con el turismo. Es el caso de chiringuitos y otros negocios de playa, ferias y fiestas, atracciones, puestos de venta ambulante y alimentación, bandas, etc.

Las asociaciones de autónomos también pedirán al Gobierno que se replantee la redacción de la moratoria en hipotecas, alquileres, créditos y el bono social a los autónomos. Actualmente, solo pueden acogerse los trabajadores que hayan cerrado su negocio, porque se exige el certificado de cese de actividad de la Agencia Tributaria.

Esta exigencia choca con la prestación del cese de actividad, ya que los trabajadores acogidos a esta no pueden darse de baja en Hacienda. De este modo, ambas medidas son excluyentes. “Esta exigencia contradice el espíritu de las normas que regulan estas medidas, que no es otro que el mantenimiento del tejido productivo”, señala Abad. Si la norma obliga a dar de baja el negocio, entonces difícilmente ese autónomo podrá pagar las cuotas aplazadas. Por ese motivo, las asociaciones consideran que será más efectivo conceder las moratorias a los autónomos que estén en cese de actividad para que se beneficien ahora de este ahorro y puedan afrontar los pagos cuando retomen su actividad.