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El retraso de las vacunas amenaza el verano: llegarán la mitad de turistas que en 2019
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Una recuperación más lenta

El retraso de las vacunas amenaza el verano: llegarán la mitad de turistas que en 2019

Exceltur recorta sus previsiones ante los problemas de la campaña de vacunación. Aunque la llegada de viajeros internacionales acelerará en verano, la recuperación será muy inferior a la prevista al inicio del año

Foto: Imagen de la playa de Maspalomas, Gran Canaria, durante la Semana Santa. (EFE)
Imagen de la playa de Maspalomas, Gran Canaria, durante la Semana Santa. (EFE)

Nadie tenía dudas al inicio del año de que la campaña de vacunación estaba amenazada por numerosos riesgos: producción, logística, reacciones adversas, problemas regulatorios, etc. La mayoría de ellos se han materializado y, como consecuencia, el proceso de inmunización en Europa va más lento de lo esperado. España es uno de los países que más se juegan en este proceso de vacunación, porque el retraso de unas semanas ya está afectando a la campaña turística. Así se desprende de la última encuesta realizada por el ‘lobby’ del sector, Exceltur, a empresas de actividades turísticas, que ha rebajado de forma drástica las previsiones de recuperación para este verano. Ahora, las empresas anticipan que el consumo de turistas extranjeros entre julio y septiembre será menos de la mitad del que realizaron en el verano de 2019, antes de la crisis.

Cada semana que pasa es clave para la recuperación del turismo. Porque, además del reto de llegar al verano con la mayoría de la población vacunada, hay otro segundo que es igualmente importante: generar certidumbre sobre la situación sanitaria que existirá en verano. Tanto la oferta como la demanda necesitan anticipación para preparar la temporada alta, ya que es necesario activar las rutas de transporte, reabrir hoteles y restaurantes, recuperar proveedores cerrados, realizar las contrataciones necesarias y todo ello con tiempo para que los turistas puedan ajustar sus vacaciones.

Foto: Tumbonas apiladas en una playa de Gran Canaria. (EFE)

Esta carrera para lograr un verano planificado ya está perdida y el sector dependerá de la improvisación para salvar la temporada alta. Ni siquiera están preparados los 'pasaportes sanitarios' para permitir la movilidad dentro del espacio Schengen. Sin todos estos elementos fundamentales para el turismo, la campaña de verano difícilmente podrá ser un éxito aunque la Unión Europea consiga vacunar al 70% de la población hacia finales del verano.

Pocos países se están jugando tanto como España en estas semanas, ya que la economía tiene una gran dependencia de la campaña de verano. Entre julio y septiembre, se generan habitualmente más ingresos por el turismo internacional que en los seis meses que van de octubre a marzo (datos de la balanza de pagos del Banco de España). Otros países con una gran dependencia turística, como Francia, Italia o Portugal, generan un turismo más estable durante todo el año, lo que hace que su dependencia del verano sea inferior a la de España.

Las previsiones de Exceltur apuntan a que el consumo de los turistas extranjeros en España durante el verano será un 51% inferior al existente antes de la pandemia (en el verano de 2019). En enero, las previsiones del sector apuntaban a una recuperación mucho más rápida, que permitiría una facturación durante el verano un 29% inferior a los niveles previos a la crisis. Esto significa que desde enero hasta ahora la recuperación se ha quedado en la mitad.

Lo que ya es un hecho es que el segundo trimestre de 2021 está perdido para el turismo internacional. Los gobiernos europeos han reaccionado a los rebrotes posteriores a la Semana Santa endureciendo las restricciones de la movilidad, lo que ha paralizado nuevamente la reapertura del turismo. Según las estimaciones de Exceltur a partir de la encuesta a empresas del sector, la facturación en este segundo trimestre del año procedente del turismo internacional será casi un 80% inferior a la del mismo periodo de 2019.

Foto: El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (Efe)

Estos datos se ven reflejados en las compras de turistas foráneos durante las dos primeras semanas de abril. Según los registros de CaixaBank (corregidos del efecto de la Semana Santa), las compras con tarjetas extranjeras en el inicio del mes han sido un 63% inferiores a los existentes antes de la pandemia. Datos muy negativos, incluso peores a los del mes de marzo, lo que muestra la debilidad del turismo incluso tras la apertura de las fronteras internacionales de cara a la Semana Santa. Estas cifras muestran, mejor que ninguna otra, que el turismo todavía necesita una mejora clara de la situación sanitaria para empezar su recuperación.

Como ya ocurrió en 2020, el turismo nacional compensará parte del desplome del turismo internacional, ya que la mayor parte de los viajeros se quedará dentro de las fronteras del país. Una vez más, las dudas sobre la evolución del proceso de vacunación afectan a los movimientos internacionales, en este caso, de salida de residentes en España. El turismo nacional se situará apenas un 10% por debajo de los niveles del año 2019, según las estimaciones de Exceltur. Aunque esta cifra es peor al 4% de caída que estimaba el ‘lobby’ al inicio del año, muestra una recuperación mucho más intensa que la del turismo internacional.

Este pinchazo de la temporada de verano respecto a las previsiones iniciales supone que el sector turístico aportará 81.000 millones de euros al PIB en el conjunto del año, lo que supone un 48% menos que en el año 2019. Aunque la recuperación será intensa a partir del verano, perder toda la primera mitad del año supondrá un golpe muy duro para las empresas del sector, especialmente para las de las islas y las de las ciudades de turismo cultural, que captan muchos viajeros también en temporada baja.

Si finalmente se cumplen estas previsiones, significará que el PIB generado por el sector turístico será un 52% superior al del año anterior. Pero aunque la cifra pueda parecer muy elevada, es reducida si se tiene en cuenta que el punto de partida es el del hundimiento del año 2020. En realidad, apenas se habrá recuperado el 28% de la caída registrada como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Dato que evidencia el retraso en la recuperación del sector turístico y el gran margen de mejora que tiene España una vez consiga normalizar la situación sanitaria. Previsiblemente será en 2022 cuando se produzca el gran crecimiento del sector, con una subida que debería superar los 40.000 millones de euros.

Nadie tenía dudas al inicio del año de que la campaña de vacunación estaba amenazada por numerosos riesgos: producción, logística, reacciones adversas, problemas regulatorios, etc. La mayoría de ellos se han materializado y, como consecuencia, el proceso de inmunización en Europa va más lento de lo esperado. España es uno de los países que más se juegan en este proceso de vacunación, porque el retraso de unas semanas ya está afectando a la campaña turística. Así se desprende de la última encuesta realizada por el ‘lobby’ del sector, Exceltur, a empresas de actividades turísticas, que ha rebajado de forma drástica las previsiones de recuperación para este verano. Ahora, las empresas anticipan que el consumo de turistas extranjeros entre julio y septiembre será menos de la mitad del que realizaron en el verano de 2019, antes de la crisis.

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