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La inflación se enquista: los expertos anticipan un IPC próximo al 4% en 2023
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Obliga al BCE a subir los tipos

La inflación se enquista: los expertos anticipan un IPC próximo al 4% en 2023

Antes del verano, los analistas coincidían en que la inflación ya estaría cerca del objetivo del BCE el próximo año, pero la persistencia de la subida de precios ha cambiado el escenario

Foto: La inflación no da tregua. (EFE/Víctor Casado)
La inflación no da tregua. (EFE/Víctor Casado)
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En el mes de agosto, los precios de la energía dieron el primer respiro en muchos meses. Esto permitió que el IPC se moderara en cuatro décimas, hasta el 10,4%. Sin embargo, la subyacente (indicador que excluye la energía y los alimentos frescos) siguió escalando hasta el 6,4%, marcando un nuevo máximo en este ciclo de crisis de precios. Se observa, por tanto, que la subida de los precios ha ganado una gran inercia en las últimas semanas. Aunque la energía dé una tregua, el resto de bienes y servicios mantiene la tendencia alcista.

La inflación es más persistente de lo que esperaba el Gobierno y será necesario algo más que una moderación de los precios de los hidrocarburos en los mercados internacionales para doblegar esta tendencia. Esta inercia ha obligado a los analistas a cambiar sus previsiones de inflación y apuntan ya a que el IPC seguirá en 2023 cerca o por encima del 4%. Esto es, la inflación seguirá siendo intensa todavía durante el próximo año, elevando así el riesgo de que se generen efectos de segunda ronda (traslación a los salarios) para frenar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

Foto: Alimentos en un supermercado. (EFE/Víctor Casado)

Morgan Stanley prevé una inflación del 6% para el próximo año. Goldman Sachs, ING, Commerzbank o Citi estiman que el IPC se situará entre el 4 y el 5%. Natixis es la casa de análisis más pesimista y apunta a una inflación superior al 7% el próximo año. En el extremo opuesto, la casa de análisis más optimista es Fitch, quien anticipa una inflación del 1,9%. Todas las demás superan ya el 2%. El consenso de mercado de FocusEconomics sitúa la inflación en el 3,6%, casi un punto y medio por encima de la estimación de hace tres meses.

A medida que pasan las semanas, se apaga la esperanza de una rápida moderación de los precios hacia final de este año. Además, el recrudecimiento de la guerra energética entre Rusia y la Unión Europea amenaza con generar nuevos episodios de encarecimiento de los hidrocarburos. Se esfuma así la esperanza del Gobierno de que los precios se moderarían por sí mismos en los próximos meses.

Este cambio en las perspectivas también ha marcado la decisión de este jueves del Banco Central Europeo (BCE). La entidad ha anunciado una gran subida de los tipos de interés, de 0,75 puntos porcentuales, con el objetivo de frenar la escalada de los precios. Además, ha actualizado sus previsiones económicas, incluyendo la de los precios, que ahora espera que se eleven más de un 8% este año y un 5,5% en 2023.

Foto: El euríbor baila al son del BCE y ahoga a cámara lenta a miles de familias. (Foto: iStock)

En su última actualización del cuadro macro, el BCE anticipó una subida del IPC del 3,5% en 2023. Sin embargo, el consenso de mercado apunta ya a una subida de precios del 4,1% en el próximo año. Esto es, el doble del objetivo que tiene fijada la entidad. Esta persistencia de la inflación presiona a los miembros del Consejo de Gobierno del banco central a aplicar una gran subida de los tipos de interés. Los inversores descuentan ya un alza de 75 puntos básicos, la más intensa desde la creación del euro.

Con esta subida, el BCE pretende enfriar aún más la economía para frenar la escalada de los precios. Incluso con el riesgo de terminar generando una recesión. Pero el BCE también tiene un ojo puesto en la cotización del euro en los mercados internacionales. La moneda común ha perdido la paridad respecto al dólar y esto implica una gran importación de inflación desde el extranjero. Como el euro tiene un precio más bajo en los mercados, hay que pagar más para comprar bienes y servicios en el extranjero.

Por ejemplo, en el caso del petróleo, que se adquiere en los mercados denominado en dólares, casi el 45% de la subida del precio se debe a la caída del euro. De ahí que el Banco Central Europeo no solo tenga que subir los tipos para frenar la inflación, también para proteger el euro. Sin esta defensa, los expertos anticipan un nuevo descenso del euro: “Cualquier subida de tipos por debajo de 75 puntos básicos desencadenaría probablemente una brusca e inmediata caída del euro”, escribe Enrique Díaz-Álvarez, experto en divisas de Ebury. “Anticipamos una subida de tipos de 75 puntos básicos, necesaria dado el retraso en la normalización de la política monetaria y la debilidad del euro”, explica Franck Dixmier, director de inversiones de renta fija de Allianz GI. El BCE está acorralado por los mercados y la inflación.

En el mes de agosto, los precios de la energía dieron el primer respiro en muchos meses. Esto permitió que el IPC se moderara en cuatro décimas, hasta el 10,4%. Sin embargo, la subyacente (indicador que excluye la energía y los alimentos frescos) siguió escalando hasta el 6,4%, marcando un nuevo máximo en este ciclo de crisis de precios. Se observa, por tanto, que la subida de los precios ha ganado una gran inercia en las últimas semanas. Aunque la energía dé una tregua, el resto de bienes y servicios mantiene la tendencia alcista.

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