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La desigualdad generacional no frena: los jubilados son ya el grupo con más riqueza
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Aumentan tanto la renta como la riqueza

La desigualdad generacional no frena: los jubilados son ya el grupo con más riqueza

La riqueza privada comenzó a recuperarse tras la pandemia, en buena medida por el desapalancamiento de las familias, pero todo el crecimiento se concentra en los jubilados

Foto: Foto: Reuters/Jon Nazca.
Foto: Reuters/Jon Nazca.
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La desigualdad intergeneracional en España no deja de aumentar. Los jubilados son ya el grupo social que tiene más riqueza y, además, su renta está creciendo mucho más intensamente que la del resto de generaciones. El resultado es una brecha de desigualdad que crece persistentemente cada año. Por el contrario, los hogares conformados por menores de 45 años están muy lejos de recuperar los niveles de renta que tenían hace 20 años.

La pérdida de poder adquisitivo de los salarios y la incapacidad para acceder a una vivienda por los elevados precios, provoca que se hayan quedado al margen de la recuperación. Un dato lo dice todo: la riqueza neta de los menores de 45 años está en mínimos históricos o muy cerca (en precios reales).

Estos datos se extraen de la última edición de la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) que elabora el Banco de España y que constituye la principal fuente de información sobre la situación de renta y patrimonio de los hogares. Las cifras recién publicadas constatan que la desigualdad intergeneracional sigue aumentando por dos motivos. El primero es que las pensiones están blindadas contra la inflación, por lo que la renta de los jubilados ha crecido de forma intensa en los últimos años en precios corrientes. Por el contrario, la mayoría de los trabajadores han perdido capacidad de compra. El segundo es que, a medida que acumulan más riqueza, reciben más rentas del capital. Esto es, detraen recursos de otros grupos sociales, en especial cuando alquilan sus viviendas.

La mayor riqueza por hogar se concentra en las familias cuyo cabeza de familia tiene entre 65 y 74 años. Su patrimonio total, una vez descontadas las deudas, asciende a 226.000 euros por hogar (los datos se ofrecen en medianas para evitar las distorsiones que genera la existencia de muy ricos en cada grupo social, que altera mucho las medias).

Sin embargo, quienes realmente son los ganadores son los más veteranos, quienes tienen actualmente más de 75 años. Su riqueza neta aumentó nada menos que un 50% desde el año 2017 hasta 2022. Ni la pandemia ni la crisis inflacionista frenaron el gran aumento del patrimonio de este grupo social, que pasó de tener una riqueza mediana de 148.000 euros a superar los 221.000 euros. Esto es, un incremento del patrimonio de 73.400 euros por hogar en apenas cinco años.

Este crecimiento es imbatible y sitúan a este grupo de edad a un paso de colocarse a la cabeza del país en riqueza por hogar. Su riqueza es casi el triple de la que tienen los hogares situados entre 35 y 44 años y es 11 veces superior a la que tienen los menores de 30 años. Nunca se había producido esta brecha generacional en términos de patrimonio total. Al contrario de lo que ocurre en otros países, en los que los jubilados se ven forzados a vender parte de los activos acumulados cuando trabajaban para mantener su nivel de vida, en España tienen tantos ingresos que cada vez adquieren más patrimonio.

No sólo la riqueza está creciendo rápidamente entre los séniors, sino que en el resto de grupos sociales está estancada. Todos los grupos de edad menores de 54 años están en mínimos históricos de patrimonio, medido en precios constantes. Para ellos no hay recuperación.

Una de las causas que explica este comportamiento es el acceso a la vivienda. Cuando una familia puede comprar un inmueble, deja de pagar una renta del alquiler para hacer una inversión, lo que aumenta paulatinamente su riqueza (generalmente, a medida que va pagando la hipoteca). Si no pueden comprar vivienda, se quedan al margen del aumento del precio de los activos y pagan todos los meses un alquiler, que es un gasto constante.

El porcentaje de tenencia de vivienda marcó en 2022 un nuevo mínimo histórico entre todos los menores de 54 años. En los hogares conformados por jóvenes, menos de un tercio son propietarios, la mitad que hace 20 años. Los que tienen entre 35 y 44 años están en la actualidad como estaban los más jóvenes a principios del siglo: apenas el 62% tiene vivienda en propiedad.

Por el contrario, entre los jubilados lo normal es tener más de una casa. El 60% de los hogares cuyo cabeza de familia tiene 65 años o más posee activos inmobiliarios adicionales a la vivienda en propiedad. Esto significa que mientras apenas un 31% de los hogares jóvenes tiene una vivienda en propiedad, un 60% de los mayores (el doble), tiene más de una propiedad.

La estadística muestra que muchas familias que no pueden comprar una vivienda cuando son jóvenes, se ven expulsados del mercado inmobiliario hasta la jubilación. De hecho, muchas de las viviendas adquiridas a esa edad son, en realidad, herencias. “Los hogares más jóvenes que no están acumulando riqueza pueden ser más vulnerables en el futuro ante circunstancias adversas”, advierte Ángel Gavilán, director de Economía y Estadística del Banco de España. El motivo es que quedan al albur de los precios del mercado del alquiler.

El Banco de España recomienda que las políticas públicas tengan en cuenta este desequilibrio generacional que se ha gestado en España. En los últimos años se ha concentrado el gasto público en transferencias y ayudas a los mayores, ya sean en forma de pensiones, servicios sanitarios u otras ayudas (transporte público, ayudas al cine, viajes subvencionados...). Por el contrario, las edades intermedias no han gozado del mismo respaldo.

De ahí que el Banco de España recomiende “reconsiderar las cuestiones intergeneracionales en el diseño de las políticas públicas”, subraya Gavilán. De lo contrario, la brecha de la edad seguirá aumentando, impidiendo la reducción de la desigualdad en España, que es una de las más altas de Europa.

La desigualdad intergeneracional en España no deja de aumentar. Los jubilados son ya el grupo social que tiene más riqueza y, además, su renta está creciendo mucho más intensamente que la del resto de generaciones. El resultado es una brecha de desigualdad que crece persistentemente cada año. Por el contrario, los hogares conformados por menores de 45 años están muy lejos de recuperar los niveles de renta que tenían hace 20 años.

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