La indecisión de Moncloa aboca al Banco de España a un periodo de interinidad

Solo hay una cosa segura. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, acudirá el próximo jueves al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) por última vez. A partir de ahí, todo es pura incertidumbre. Su mandato finaliza pocos días después, el 11 de junio, pero nadie en el banco central se atreve a avanzar quién será su sustituto y qué pasará después, habida cuenta de que su mandato es improrrogable. Cesa al día siguiente tras seis años en el cargo.

La incógnita, de hecho, sobrevoló en la última reunión del Consejo de Gobierno del propio Banco de España, celebrada el pasado jueves, sin que los comensales tuvieran alguna información sobre quién será la cabeza del banco. Básicamente, por una razón. El nombramiento del gobernador es una decisión libérrima del presidente del Gobierno. La única limitación es que el elegido sea español y tenga reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios, como se ve una definición laxa que no especifica ningún perfil concreto. A partir de ahí, libertad absoluta. Es más, ni siquiera es una decisión del Consejo de Ministros.

El artículo 24 de la Ley de Autonomía del Banco de España solo pone como condición que, "con carácter previo al nombramiento del gobernador", el ministro de Economía comparezca en Congreso de los Diputados para defender su candidatura. Es decir, que ni siquiera el propio candidato —algo inusual en este tipo de candidaturas— tendrá que acudir a la Cámara de Representantes para explicarse y dar cuenta de su proyecto para un cargo tan relevante. Esto da una pista de que la actual subgobernadora, Margarita Delgado, asumirá temporalmente el cargo de Hernández de Cos, ya que esta semana no está previsto que se reúna la Comisión de Economía del Congreso, que es donde tendrá que acudir cuando el presidente Sánchez desvele su candidato.

Mientras tanto, toca esperar, lo que ya ha empezado a generar algunas dificultades en el normal funcionamiento de los órganos de gobierno del Banco de España. En particular, en todo lo relacionado con la agenda del gobernador, y que ahora debe asumir la subgobernadora, que a su vez tiene su propio programa de reuniones y actividades. Como sostiene alguien que conoce bien los entresijos del banco central, hay riesgo de que las dos agendas se superpongan.

Reuniones en el BCE

De hecho, si en las próximas dos semanas Moncloa no ha elegido candidato, tendrá que ser la subgobernadora Delgado quien acuda a las reuniones del Consejo de Gobierno del BCE. La primera, al margen de la del día seis, será el próximo día 19, aunque será virtual, no presencial. En esa reunión, como en la del 1 de julio, según lo previsto, no se adoptarán decisiones sobre los tipos de interés, pero sí en la del 18 de julio.

El Reglamento interno del BCE establece que solo los gobernadores de los bancos centrales pueden acudir a las reuniones, pero no dice nada sobre si están en condiciones de hacerlo los gobernadores en funciones, como sería el caso de Margarita Delgado, cuyo mandato, también improrrogable, caduca el 11 de septiembre.

El reglamento solamente aclara que si un gobernador no puede asistir a una reunión, "podrá nombrar por escrito a un sustituto"

El Reglamento solamente aclara que si un gobernador no puede asistir a una reunión, "podrá nombrar por escrito a un sustituto". Pero se da la circunstancia de que el mandato de Hernández de Cos finaliza el 11 de junio, por lo que difícilmente podrá habilitar la presencia de un sustituto, aunque sea temporal. Esto es relevante porque es el Consejo de Gobierno quien adopta las decisiones de política monetaria, normalmente por unanimidad. Para las votaciones solo se requiere un quórum de dos tercios de los gobernadores, por lo que en este caso no habría problemas desde un punto de vista formal. Distinto sería un análisis político de las implicaciones que tendría para España no contar durante algún tiempo con un gobernador con plenos poderes.

Por el momento, y de forma oficial, no han trascendido contactos entre el Gobierno y el Partido Popular para acordar un candidato, según fuentes solventes. Tan solo desde fuentes conservadoras han dejado caer su intención de pactar los nombramientos del gobernador y del subgobernador, pero hay razones para pensar que el Gobierno, en el actual contexto electoral, no dará un paso al frente hasta, al menos, el 9 de junio, cuando se celebren las europeas. Entre otras razones, porque rompería su estrategia electoral, que pasa por situar al PP en el marco de sus alianzas con Vox, lo que de alguna manera sería contrario a un pacto con el PSOE. Como asegura un dirigente del PP, “hasta el 9 [fecha de las elecciones] no se mueve nada”,

Política de pactos

Tradicionalmente, aunque no siempre, PP y PSOE han pactado que el puesto de gobernador lo elegía el Gobierno y el de subgobernador la oposición. El propio nombramiento de Hernández de Cos, según fuentes solventes, fue pactado entre los dos grandes partidos cuando fue elegido director del servicio de estudios, de donde saltó a presidir el banco central. En aquella negociación, en la que por parte socialista participaron Rubalcaba, el exministro Valeriano Gómez y el diputado Juan Moscoso, se pactaron los nombres de Luis Linde (gobernador) y Fernando Restoy (subgobernador).

Posteriormente, el Gobierno Rajoy, a través de su ministro de Economía, Román Escolano, se decantó por Hernández de Cos como gobernador, mientras que Margarita Delgado fue impulsada por los socialistas, aunque su nombramiento se demoró algunos meses más. Esto último es lo que explica que ahora la subgobernadora se vea como una de las candidatas mejor situadas. Hay que tener en cuenta que, en el caso del subgobernador, su designación la hace el Gobierno (no el presidente de forma personal), pero a propuesta del gobernador, lo que obliga a nombrar primero al número uno del Banco de España y, posteriormente, al dos. Es decir, siempre hay una demora entre un nombramiento y otro.

En este caso, la posibilidad de un pacto dependería de la marcha de las relaciones entre el Gobierno y la oposición

Las posibilidades de Delgado, sin embargo, pasan o por adelantar su nombramiento, en caso de su candidatura sea la elegida por el Gobierno, y la consiguiente renuncia a su actual cargo, para evitar un vacío de poder o, por el contrario, mantener la interinidad hasta el 11 de septiembre. Pero, en este caso, la posibilidad de un pacto dependería de la marcha de las relaciones entre el Gobierno y la oposición. Otra posibilidad pasaría por incluir en las negociaciones la renovación del consejo del poder judicial y otros nombramientos, como RTVE, pero esto, hoy por hoy, no pasa de ser una hipótesis con escaso fundamento hasta que hablen los protagonistas.

Lo único seguro es que el nombramiento del gobernador del Banco de España depende exclusivamente del presidente del Gobierno, como establece la ley de 1994, ni siquiera del Consejo de Ministros. Entre otras razones, porque tampoco el titular de Economía, Carlos Cuerpo, dispone de un peso político propio dentro del gabinete. Se trata de un alto funcionario convertido en ministro tras la salida de Calviño, por lo que tampoco en este caso podrán funcionar los contrapesos. Su capacidad de influir en la decisión de Sánchez es muy limitada.