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El 'boom' económico de España es el que más depende de los sectores de bajo valor añadido
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El acelerón de la economía

El 'boom' económico de España es el que más depende de los sectores de bajo valor añadido

El sur de Europa sostiene su explosión económica sobre los servicios de bajo valor añadido, pero España se lleva la palma: cuatro de cada diez euros han venido del turismo, el comercio y el transporte

Foto: Bañistas en la playa de Ondarreta de San Sebastián. (EFE/Javier Etxezarreta)
Bañistas en la playa de Ondarreta de San Sebastián. (EFE/Javier Etxezarreta)
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La crisis económica provocada por la invasión de Ucrania no ha sido tal en el sur de Europa. En esta ocasión, los países del Mediterráneo le están ganando la partida a los del norte y el este del continente por su especialización económica. En el primer trimestre del año, por ejemplo, el PIB español avanzó un 0,7 %, el doble que la eurozona y el mejor dato de los cuatro grandes países del euro.

Sin embargo, si se compara con todos los países de la eurozona, España es el noveno con mayor crecimiento. Por delante se sitúan prácticamente todos los del sur del continente, desde Portugal hasta Chipre, pasando por el último país en adoptar el euro, Croacia. De los países del Mediterráneo, solo Italia está creciendo menos que España.

La clave de este buen desempeño de la economía está en el turismo, como es bien sabido. España va camino de marcar un nuevo año de récord. En el primer trimestre, recibió casi un 50 % más de turistas que Francia, que hasta hace poco era el líder en llegada de turistas. El Mediterráneo europeo ha salido reforzado de la pandemia y las crisis geopolíticas. Primero, porque la demanda de turismo ha crecido notablemente y, segundo, porque el norte de África genera dudas a los turistas.

Estos tres años de boom económico están marcados por el auge del turismo. Los servicios de bajo valor añadido han aportado casi la mitad del crecimiento económico de este periodo. Y España es el país que más ha dependido de su aportación, el 43 % del crecimiento del PIB ha procedido de la suma de la hostelería, el comercio, el transporte y el ocio. En esto sí es líder España: es el país del euro que más ha dependido de los servicios de bajo valor añadido.

El siguiente país que más ha dependido de la aportación de estos servicios es Portugal, que no se queda lejos de España, con un 42,5 %. Son los dos únicos países en los que estas actividades han aportado más de un 40 % del crecimiento económico. Por el contrario, el dato del conjunto de la eurozona es del 30 %.

El viento ha soplado a favor de las economías del sur del continente y España lo ha explotado. El turismo ha aportado un gran superávit exterior, lo que está permitiendo a España crecer con una balanza por cuenta corriente positiva. Esto es, crece sin generar desequilibrios. Pero, al mismo tiempo, la especialización en estos sectores provoca que el empleo sea de baja calidad, tanto en términos de estabilidad como de retribución. En definitiva, se logra un crecimiento basado en la incorporación de más trabajadores, no tanto en la mayor aportación de quienes ya están activos.

Si se compara con los niveles previos a la pandemia, los sectores de bajo valor añadido han generado casi el 30 % del valor añadido bruto que ha incorporado la economía española, frente al 20 % del conjunto de la eurozona. España es el segundo país de la zona euro que más ha dependido de estas actividades desde que comenzó la pandemia, solo por detrás de Malta.

Por el contrario, los servicios de alto valor añadido han tenido una aportación al crecimiento inferior en España en comparación con el resto del continente. Por ejemplo, las actividades profesionales, científicas y técnicas, que son el gran objetivo de los países avanzados, han aportado el 6 % del crecimiento frente al 11 % que han generado en el conjunto de la eurozona en los últimos tres años.

Si se comparan tasas de crecimiento totales, en España estas actividades han crecido un 22 % frente al 24 % de la eurozona. No es cierto, por tanto, que la economía española haya conseguido un salto excepcional hacia los servicios de alto valor añadido. Simplemente, se trata de actividades que están creciendo en todo el mundo desarrollado porque generan mayor proactividad y valor añadido que el resto.

Una situación similar ocurre con las actividades de información y comunicaciones (incluyen informática, TIC, etc.). En estos tres años de gran crecimiento económico apenas han aportado un 2,7 % del aumento del valor añadido. En la eurozona, por el contrario, han generado el 6 %.

Esto significa que la economía española no está aumentando su dependencia de los servicios punteros por encima de la eurozona. Al contrario, el crecimiento del turismo ha sido tan fuerte que es el que realmente está ganando relevancia en la economía nacional.

La crisis económica provocada por la invasión de Ucrania no ha sido tal en el sur de Europa. En esta ocasión, los países del Mediterráneo le están ganando la partida a los del norte y el este del continente por su especialización económica. En el primer trimestre del año, por ejemplo, el PIB español avanzó un 0,7 %, el doble que la eurozona y el mejor dato de los cuatro grandes países del euro.

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