Es noticia
El súbito aumento del diferencial de inflación con la UE hunde la competitividad
  1. Economía
EL DIFERENCIAL SUBE AL 1%

El súbito aumento del diferencial de inflación con la UE hunde la competitividad

La competitividad exterior, medida por el diferencial de inflación con la eurozona, acumula ya ocho meses consecutivos de pérdidas. Lo significativo, sin embargo, no es la actual diferencia, un punto porcentual, sino la tendencia

Foto: Precio del menú del día en un restaurante de Toledo. (EFE/Ismael Herrro)
Precio del menú del día en un restaurante de Toledo. (EFE/Ismael Herrro)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La economía española vuelve a las andadas. La competitividad del sector exterior, medida por el diferencial de inflación con la eurozona, acumula ya ocho meses consecutivos de pérdidas. En mayo, en concreto, el diferencial se situaba en un punto porcentual (3,6% frente al 2,6%). Lo significativo, sin embargo, no es la actual diferencia, sino la tendencia, que se manifiesta en el hecho de que se ha quebrado un periodo de un año, coincidiendo la entrada en vigor de la llamada excepción ibérica (que abarató los precios de la energía en España y Portugal) en el que la inflación era sistemáticamente inferior a la media de la zona euro.

Ahora sucede todo lo contrario. Es decir, se ha recuperado un escenario parecido al anterior a septiembre de 2022, que es cuando se produjo un punto de inflexión a favor de España. Antes de esa fecha, España había acumulado un largo periodo de 17 meses con pérdidas continuadas de competitividad.

Las malas noticias no han llegado solas. El último índice de tendencia de la competitividad frente a la Unión Europea en relación con el valor unitario de exportaciones e importaciones teniendo en cuenta el tipo de cambio creció un 1,7% en diciembre de 2023, frente al mismo mes del año anterior (un aumento significa una pérdida de competitividad y viceversa). Esto significa que desde 2015 (base 100) ha perdido casi un 9% de competitividad por esta vía.

Los ensanchamientos del diferencial tienen que ver con múltiples factores, pero, sobre todo, con el patrón de crecimiento. La economía española se ha volcado en el sector servicios, cuyos precios no están sometidos a la competencia internacional en la misma medida que, por ejemplo, los bienes industriales, que son comercializables en el exterior. Mientras que estos tienen que competir en costes, la ventaja competitiva de España son el clima o sus playas, lo que atrae a millones de turistas. Y los precios de los servicios son los que más crecen, en particular en actividades como el turismo o la hostelería. El sector servicios incluye actividades como la abogacía, la consultoría, la ingeniería o los servicios médicos, lo que indica que se trata de un sector muy variado.

Los precios de los servicios son los que más crecen, en particular en actividades como el turismo o la hostelería

Un reciente informe del Banco de España revelaba la naturaleza del problema para doblegar los precios. La encuesta que realiza el banco central sobre la evolución de la actividad de las empresas españolas muestra que casi un 45% de las empresas de la hostelería esperan subir sus precios de venta en el próximo trimestre, mientras que este porcentaje se reduce al 17% en los servicios inmobiliarios. En ambos casos, muy por encima de lo previsto en otros sectores de actividad. Como recuerda el propio Banco de España, no se trata de un problema puntual vinculado a una situación excepcional, sino que el sector servicios viene mostrando mayores presiones inflacionistas que las empresas de la industria en los últimos dos años.

Lo que muestra el PMI del sector servicios, es decir, las expectativas de los gestores de compras de las empresas, es que la actividad subió de 56,2 puntos registrados en abril a 56,9 en mayo (50 es el nivel de expansión), lo que muestra el crecimiento más fuerte desde abril de 2023. La actividad comercial ha aumentado, en concreto, por noveno mes consecutivo.

Bienes industriales y servicios

Los últimos datos de Estadística, hasta abril, muestran que el IPC creció un 3,3% respecto del mismo mes del año anterior. Sin embargo, en el caso del turismo y la hostelería, el crecimiento es del 4,8%, por lo tanto, muy por encima del resto de componentes de la cesta de la compra. Incluso, rebasando con holgura el 3,4% que crecieron los precios en el conjunto del sector servicios. Estas tasas de variación contrastan con la evolución que se está produciendo en los bienes industriales, sin tener en cuenta los productos energéticos, que crecen a un ritmo anual del 0,7%, muy por debajo del índice general.

Si el análisis se hace teniendo en cuenta los subgrupos que sirven para desglosar el IPC, resulta que el precio de los paquetes turísticos se ha encarecido un 4,6% en los últimos doce meses, mientras que la restauración y los comedores colectivos han subido un 5%. Los alimentos en su conjunto, igualmente, se han incrementado un 4,8%, lo que a su vez tira del turismo y la hostelería.

Hay que tener en cuenta que el peso de ambas actividades en la economía española no ha dejado de crecer, salvo periodos extraordinarios como fue la pandemia. Según la Encuesta Satélite del Turismo, que elabora Estadística, el peso del producto interior bruto (PIB) asociado al turismo, medido a través de la demanda final, alcanzó los 155.946 millones de euros en 2022, lo que supone el 11,6% del PIB, con un aumento 3,9 puntos respecto de 2021. Todo indica que esta tendencia creciente se mantendrá en el tiempo, lo que dificulta de forma adicional la reconducción de la inflación. Entre otras razones, porque los instrumentos de política económica son muy limitados al tratarse de sectores completamente liberalizados y apenas sujetos a la competencia internacional.

Posición de dominio

La literatura económica ha encontrado algunas causas estructurales que explican que los precios en los servicios crezcan sistemáticamente más que en la industria o la agricultura. Por ejemplo, la productividad crece menos debido a que se trata de un sector intensivo en mano de obra. Por ejemplo, un restaurante en época estival es una zona de alta demanda. Igualmente, como se ha dicho, se trata de un sector protegido de la competencia interior y exterior, ya sea por su ubicación o porque tiene una posición de dominio por razones medioambientales (un lugar privilegiado).

De la misma manera, la falta de mano de obra se concentra en cortos periodos de tiempo, lo que influye en un aumento salarial por encima de otras actividades, aunque se parta de niveles sustancialmente más bajos. La Encuesta Trimestral de Coste Laboral, por ejemplo, muestra un crecimiento del 4,1% en la hostelería, pero también da cuenta de que los servicios representan el 88% de las vacantes (139.914) existentes en España, y que las empresas no pueden cubrir por múltiples razones.

La economía española vuelve a las andadas. La competitividad del sector exterior, medida por el diferencial de inflación con la eurozona, acumula ya ocho meses consecutivos de pérdidas. En mayo, en concreto, el diferencial se situaba en un punto porcentual (3,6% frente al 2,6%). Lo significativo, sin embargo, no es la actual diferencia, sino la tendencia, que se manifiesta en el hecho de que se ha quebrado un periodo de un año, coincidiendo la entrada en vigor de la llamada excepción ibérica (que abarató los precios de la energía en España y Portugal) en el que la inflación era sistemáticamente inferior a la media de la zona euro.

Inflación IPC Sector servicios
El redactor recomienda