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Financiación autonómica, del "café para todos" a "un cortado con leche de avena"
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Financiación autonómica, del "café para todos" a "un cortado con leche de avena"

De las declaraciones de María Jesús Montero se podría deducir que está a punto de acabarse el café para todos en la CCAA. Pero la situación en Cataluña imposibilita cualquier cambio

Foto: María Jesús Montero con Pere Aragonès en 2019. (EFE)
María Jesús Montero con Pere Aragonès en 2019. (EFE)
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Nuevo capítulo en la financiación autonómica. Ahora no es la consellera de Economía, Natalia Mas, la que abre el melón. Bastante ocupada está en saber si quiere más a papá Aragonès o a mamá Junqueras. Ha sido la ministra de Hacienda la que ha sacado la zanahoria de la financiación para intentar que ERC invista a Salvador Illa presidente de la Generalitat, algo parecido a los trabajos de Hércules, tal y como está la situación política en Cataluña. En resumen, la vicepresidenta María Jesús Montero ha evitado hablar de cupo vasco para Cataluña, pero ha anunciado que se va a pasar del "café para todos" a "póngame usted un cortado descafeinado y con leche de avena".

Montero ahora se muestra partidaria de reformar el sistema de financiación, que lleva casi diez años caducado. No se refiere a la voluntad del ejecutivo en funciones de Pere Aragonès de sacar a Cataluña del régimen común. Montero habla de "un modelo de financiación para todas las comunidades", respetando "aquellas cuestiones singulares que tienen algunas comunidades autónomas, entre ellas Cataluña, que tienen que tener un tratamiento especial".

Montero, que había rechazado de plano la propuesta de ERC, ahora se muestra abierta a estudiar "cuestiones singulares". La vicepresidenta añadió que "Cataluña tiene que tener un tratamiento especial, como lo vengo diciendo desde la investidura del presidente Sánchez, así que tenemos que hacer ambas cosas, tenemos que ser capaces de impulsar un modelo que sea válido para todas las comunidades autónomas".

No parece que esa cuadratura del círculo vaya a suponer aceptar el modelo que propuso ERC, un cupo vasco a la catalana. Hay otros problemas añadidos. El soldado Illa, al que quiere salvar ahora la vicepresidenta Montero, se había pronunciado al respecto con firmeza: "Nunca hemos defendido el concierto". Claro que Salvador Illa nunca había defendido la amnistía hasta que la apoyó lo justo para ganar unas elecciones en las que el grueso de su electorado en realidad recelaba de la medida. El anuncio del final de café para todos también ha soliviantado a algunos de los socios de Pedro Sánchez, como es el caso de la izquierda valenciana de Compromís.

Nunca se ha modificado el sistema sin el impulso y el liderazgo de Cataluña. Pero la actual Generalitat ha cambiado

En Madrid se les acumula el trabajo. La condonación de 15.000 millones de deuda de la Generalitat con el FLA que se pactó con ERC, en noviembre de 2023, con motivo de la investidura de Pedro Sánchez, todavía está pendiente.

María Jesús Montero afirmó esta semana en el Congreso sobre esta cuestión que "estoy trabajando de forma muy clara y de forma muy comprometida". Clara y comprometida, sin duda. Pero rápida desde luego que no. Hace seis meses que se firmó el acuerdo y aún no se ha implementado. No parece la mejor manera para generar confianza en la apertura de un proceso de negociación de la nueva financiación autonómica, algo mucho más arduo y en lo técnico mucho más complejo.

El frente catalán

El frente catalán también tiene deberes pendientes, como una reunión entre Natalia Mas y María Jesús Montero para tratar la cuestión en persona en vez de hablarse a través de declaraciones públicas. Pero más que los deberes son la preguntas.

¿Puede una Generalitat en funciones liderar un cambio de sistema de financiación autonómica? Nunca se ha modificado el sistema sin el impulso y el liderazgo de Cataluña. Pero la actual Generalitat ha cambiado. ¿Ha pasado de abanderar el relevo ejemplar a que algunos de sus miembros más destacados, como el propio president Pere Aragonès, la vicepresidenta Laura Vilagrà y la consellera Ester Capella estén abogando entre bambalinas por repetir elecciones catalanas? ¿Alguien se imagina una reunión entre Aragonès y el presidente valenciano Carlos Mazón para aunar posturas ante Madrid? Una reunión, no digo ya una foto.

¿Puede una Generalitat en funciones negociar una nueva financiación?

En este momento, el escenario de repetición electoral es el más plausible en Cataluña. Es el que quiere evitar Montero con su promesa de ponerse por fin a la labor de renovar el sistema de financiación. Pero con este escenario, Pere Aragonès y su ejecutivo estarán en funciones hasta el mes de enero aproximadamente. Una Generalitat débil para negociar el acuerdo más importante para el futuro de Cataluña desde 2009.

ERC evita decidir

Como bien apuntaba Josep Martí Blanch, en el país del "dret a decidir", en este momento ERC no quiere decidir nada. No parece el mejor marco para sentarse y abrir conversaciones con el Ministerio de Hacienda. Lo que pasó esta semana con el aplazamiento de la asamblea de la Federación de Barcelona de los republicanos para no pronunciarse sobre si entrar o no en el Gobierno municipal de la capital catalana no augura nada bueno.

Un escenario en que el Gobierno español, la Generalitat, ERC y el PSC pactasen o se sentasen a negociar el nuevo sistema tampoco parece factible teniendo que volver a las urnas en octubre. El nuevo capítulo de la financiación autonómica se clasificaría en el género de ciencia ficción. Así que, a menos que cambie el escenario, el cortado descafeinado con leche de avena, tendrá que esperar.

Nuevo capítulo en la financiación autonómica. Ahora no es la consellera de Economía, Natalia Mas, la que abre el melón. Bastante ocupada está en saber si quiere más a papá Aragonès o a mamá Junqueras. Ha sido la ministra de Hacienda la que ha sacado la zanahoria de la financiación para intentar que ERC invista a Salvador Illa presidente de la Generalitat, algo parecido a los trabajos de Hércules, tal y como está la situación política en Cataluña. En resumen, la vicepresidenta María Jesús Montero ha evitado hablar de cupo vasco para Cataluña, pero ha anunciado que se va a pasar del "café para todos" a "póngame usted un cortado descafeinado y con leche de avena".

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