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Historia de un drama: cómo China doblega a Europa en el uso de fábricas inteligentes
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INFORME DE LA COMISIÓN EUROPEA

Historia de un drama: cómo China doblega a Europa en el uso de fábricas inteligentes

Los tiempos han cambiado. China, que hace 15 años tenía menos fábricas inteligentes que EEUU y Europa, ahora tiene casi el doble. Gracias a ese cambio estratégico inunda el planeta de productos manufacturados

Foto: Fábrica de móviles en China. (Getty/Kevin Frayer)
Fábrica de móviles en China. (Getty/Kevin Frayer)
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El gráfico lo ha publicado el Centro Común de Investigación de la Unión Europea (JRC, por sus siglas en inglés), y lo que refleja es la historia de un drama. Hasta 2014, tanto la UE como EEUU eran hegemónicas en el número de fábricas manufactureras que utilizan tecnologías avanzadas para sus procesos productivos, pero a partir de ese año, y a una velocidad extraordinaria, la tortilla, dicho sea de paso de forma coloquial, se ha dado la vuelta.

Una simple comparación lo dice todo. Mientras que China cuenta con alrededor de 20.000 industrias manufactureras que utilizan las tecnologías más avanzadas para fabricar productos, EEUU cuenta con 7.500 y Europa con 4.500. Es decir, en total, y entre ambos territorios, casi la mitad de las empresas con que cuenta China, que ha experimentado un increíble crecimiento del 571% desde 2009. Precisamente, el año en el que comenzaron los ajustes presupuestarios en Europa tras la crisis financiera iniciada un año antes.

Es verdad que Europa y EEUU, desde entonces, también han avanzado de forma notable con crecimientos del 130% y del 75%, respectivamente, pero la tendencia es claramente divergente debido a la apuesta del régimen chino por la creación de fábricas inteligentes altamente tecnificadas. Esto puede explicar, y dada la especialización productiva del gigante asiático, que la producción manufacturera de China represente ya algo más de un tercio (el 35%) de la del conjunto del planeta. Por lo tanto, el triple de EEUU, lo que da idea de la potencia de Pekín a la hora de fabricar bienes a partir de una base tecnológica sólida.

Las tres áreas geográficas, en todo caso, tienen una absoluta hegemonía sobre las fábricas más tecnificadas. Nada menos que el 72% de las que hay en el mundo se encuentran en China, EEUU o la UE. Pero si se analiza sólo la Unión Europea (que en 2009 tenía apenas 1.900) resulta que las fábricas más avanzadas se concentran en unos pocos países. En concreto, Alemania, España, Francia e Italia, que en conjunto albergan casi el 60% de todas las empresas de la UE.

Gran concentración

Los dos primeros países son especialmente fuertes en impresión 3D, representando un 29,5% y un 23,5%, respectivamente. En inteligencia artificial, igualmente, y dentro de la UE, tres países concentran más del 50% de las fábricas avanzadas: Alemania (26%), España (13%) e Italia (12%). En robótica, por el contrario, España está más retrasada respecto de los países punteros.

Los técnicos de la Comisión Europea definen la fabricación avanzada de manufacturas como el uso de tecnologías innovadoras para producir bienes, e implica la utilización e integración en las cadenas de producción de tecnologías como la automatización, la robótica, la inteligencia artificial y las soluciones conectadas digitalmente. Por ejemplo, el internet de las cosas, que permite interrelacionar objetos para que puedan comunicarse entre sí. De esta manera, se posibilita el surgimiento de productos innovadores y de nuevos modelos de negocios.

Los datos aparecen en un estudio publicado este martes por el Centro de Investigación de la UE, y en él se hace un análisis comparado sobre el estado de la cuestión. No en vano, la industria manufacturera avanzada, como recuerda el trabajo, es un factor clave para la competitividad europea. Es más, se considera fundamental para la seguridad económica y la resiliencia industrial de la UE. Precisamente, dos de los objetivos de Bruselas en su proyecto de autonomía estratégica, además de considerarse clave para la fabricación de tecnologías cero emisiones netas para hacer posible la transición ecológica.

Lo que muestra el estudio es que China tiene un mayor porcentaje de fábricas tecnológicamente avanzadas en áreas clave por su naturaleza estratégica, como los semiconductores y la electrónica de potencia, un 23%, por encima de la Unión Europea y EEUU (13%). La electrónica de potencia consiste en dispositivos que controlan y convierten la energía eléctrica de una forma eficiente.

Patentes

En el caso de Europa, el estudio ha observado, en relación con la distribución tecnológica de las actividades, que las fábricas de la UE se centran en la inteligencia artificial, la impresión 3D, los datos dinámicos y la robótica. La impresión 3D es el área de tecnología de fabricación avanzada más grande dentro de la industria inteligente, representando el 39% de las actividades que utilizan esta tecnología en Europa. Casi la mitad de las fábricas más avanzadas disponen al menos una patente, aunque lo relevante es que la proporción de empresas con al menos una patente relevante ha aumentado del 14% en 2009 al 46% actual.

La impresión 3D es el área de tecnología de fabricación avanzada más grande dentro de la industria inteligente

El Centro Común de Investigación es un organismo con sede en Bruselas encargado de asesorar las políticas científicas de la Comisión Europea, y por eso no se limita a cuantificar los avances tecnológicos, sino también a detectar insuficiencias. Así, por ejemplo, ha detectado que el 18% de las fábricas europeas altamente tecnificadas son de propiedad extranjera, y una de cada tres de éstas son estadounidenses.

Igualmente, han observado que las empresas de la UE tienen un acceso significativamente peor al capital riesgo en comparación con EEUU y China, algo que puede explicar el desequilibrio, en la medida que la escasez de financiación ajena puede ser una rémora para modernizar las estructuras fabriles. El informe destaca que de las inversiones mundiales en capital riesgo, únicamente el 5% se destinó a empresas de la Unión Europea.

El gráfico lo ha publicado el Centro Común de Investigación de la Unión Europea (JRC, por sus siglas en inglés), y lo que refleja es la historia de un drama. Hasta 2014, tanto la UE como EEUU eran hegemónicas en el número de fábricas manufactureras que utilizan tecnologías avanzadas para sus procesos productivos, pero a partir de ese año, y a una velocidad extraordinaria, la tortilla, dicho sea de paso de forma coloquial, se ha dado la vuelta.

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