La inflación se modera dos décimas (3,4%) gracias a los alimentos y los combustibles

El índice de precios de consumo (IPC) se moderó dos décimas el pasado junio, hasta el 3,4%. Revierte, así, la racha alcista de la pasada primavera, cuando había acumulado tres meses consecutivos de subidas. Sin embargo, el dato está muy condicionado por los elementos volátiles, como el precio de los carburantes y el de los comestibles.

Si se descuentan la energía y los alimentos no elaborados, el ritmo de encarecimiento de los precios no afloja. Al contrario, está estancado en el 3%. Es la inflación subyacente, la que más tiene en cuenta el Banco Central Europeo para las bajadas de tipos, y que parece haber dejado definitivamente atrás la racha bajista del último año.

La razón de este estancamiento tiene que ver con el efecto base, un sesgo estadístico que hace que, donde se produjeron grandes descensos el año anterior, ahora sea más difícil continuar esa tendencia a la baja. Pero los datos mensuales, que indican lo que ha ocurrido en los últimos 30 días y permiten eliminar este efecto, también reflejan subidas, en este caso de medio punto. Eso significa que las presiones sobre los precios continúan, y son más fuertes en España que en el conjunto de Europa, debido al mayor crecimiento de su economía.

El peso del sector servicios, donde se están produciendo las mayores tensiones inflacionistas, explica el diferencial, especialmente en un momento de inicio de la temporada de verano.

En cambio, el dato general sigue dejando buenas noticias, sobre todo gracias a los alimentos. Los comestibles continúan una racha de moderación muy sólida, que los ha llevado de superar los dos dígitos hace solo un año a situarse ahora en el 4,2%, dos décimas menos que en mayo. Se sitúan, ya, en niveles de diciembre de 2021, gracias a la relajación de sus cotizaciones en los mercados internacionales y las políticas de rebajas fiscales del Gobierno, que se mantendrán durante un trimestre más y se acaban de extender al aceite de oliva. Precisamente, los aceites y grasas son los que presentan un mejor comportamiento.

El otro gran factor que impulsó la moderación de la inflación en junio fue el precio de los combustibles, muy condicionado, también, por la evolución de las materias primas en los mercados globales, así como por el efecto base. En su conjunto, el transporte se ha encarecido un 2,7% en el último año.

Malos datos mensuales

Sin embargo, el dato mensual del IPC nos indica que, a pesar de la moderación de la tendencia, los precios siguen subiendo: la vida es un 0,4% más cara que hace 30 días. De hecho, este dato no da tregua desde inicio de año, y acumula seis meses consecutivos al alza.

La mitad de esta subida está protagonizada por el grupo ocio y cultura, que se encareció un 2,3% en el último mes, principalmente por el impacto de los paquetes turísticos. Es un tema coyuntural, debido al inicio de la temporada de verano, pero no solo: el alza es mayor que la experimentada el año pasado. La vivienda, debido al incremento de la electricidad, y los hoteles, cafés y restaurantes completan el cuadro.