El Eurogrupo consolida su discurso: toca hacer ajustes para bajar el déficit y la deuda

Hace tiempo que se acabó la barra libre. Ahora el Eurogrupo se dispone a encender las luces y empezar a desalojar al personal. La etapa de la mancha ancha fiscal terminó hace ya tiempo, y ahora la reunión de ministros de Finanzas de la Eurozona consolida el discurso de contención del gasto y reducción de deuda pública y déficits para estrenar las nuevas reglas fiscales que los Veintisiete acordaron a finales de 2023. En el comunicado acordado este lunes durante una reunión celebrada en Bruselas, los ministros apuntan a la necesidad de una política fiscal "contractiva" este próximo curso.

Las nuevas reglas fiscales son claves para este cambio de página. Desde que en 2020 se activó la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para hacer frente a la crisis provocada por el covid-19, la Unión Europea tenía las normas en el congelador al mismo tiempo que trabajaba por reformarlas. Aunque en Bruselas defienden que el acuerdo permite que las nuevas reglas sean mucho más flexibles y claras, lo cierto es que distintos analistas y personas dentro de las instituciones consideran que la aplicación de las reglas tras casi un lustro de barra libre va a ser compleja. "La puesta en práctica del marco de gobernanza revisado conducirá a una postura fiscal contractiva para la eurozona en su conjunto en 2025. Esto es apropiado a la luz de las perspectivas económicas, la necesidad de seguir mejorando la sostenibilidad fiscal y de apoyar el proceso desinflacionario en curso", señala el comunicado acordado.

España, junto con Grecia, Francia, Italia y Bélgica, son los Estados miembros señalados como con altos niveles de deuda pública, aunque Madrid se ha librado por el momento de un procedimiento de déficit excesivo en 2023. En todo caso, la Comisión Europea no considera que se estén discutiendo ajustes demasiado duros. Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha subrayado que las sendas técnicas de ajuste que el Ejecutivo comunitario está discutiendo con los Estados miembros son "muy realistas".

El comunicado del Eurogrupo sigue la estela de uno ya emitido en marzo, aunque con algunas diferencias. Entonces, por ejemplo, los ministros reservaron una mención a que las políticas económicas debían ser "ágiles" en un contexto de "incertidumbre reinante". En esta ocasión ya no se incluye esa palabra, y sencillamente se menciona que el marco (de nuevas reglas fiscales) "permite a las políticas fiscales hacer frente a la incertidumbre".

Las capitales tendrán que presentar después del verano una propuesta de ajuste durante los próximos cuatro años, extensible a siete en caso de que se hayan comprometido a reformas e inversiones, tras los cuales sus niveles de deuda pública deben estar en una pendiente descendente. Los pilares de este nuevo marco fiscal siguen siendo los mismos que en el antiguo: los objetivos de mantener un déficit presupuestario inferior al 3% y aspirar a una deuda pública por debajo del 60% del PIB.

"No se trata de obligar a los países a hacer cosas imposibles", ha subrayado Gentiloni, que forma parte del sector de Bruselas que considera que la Comisión Europea debe huir a toda costa de volver a las dinámicas de los tiempos de los hombres de negro, que se vea al Ejecutivo comunitario como un órgano que impone ajustes y austeridad sobre los Estados miembros.

La sombra francesa

En la reunión se ha dejado notar la sombra de la inestabilidad política francesa, cuyo presupuesto tendrá que sufrir importantes ajustes para cumplir con las nuevas reglas en un momento en el que la izquierda, a través del Nuevo Frente Popular, es central para la gobernabilidad de la República. Christian Lindner, ministro de Finanzas alemán, ha aprovechado su llegada al encuentro para enviar un mensaje claro a París. "Tenemos normas suficientes y espero que todos los Estados miembros cumplan nuestras normas fiscales. Mantener la sostenibilidad de nuestra deuda pública redunda en nuestro interés común, y creo que todos los futuros gobiernos franceses tendrán que seguir también estas normas", ha explicado el alemán, miembro de los liberales del FDP.

"Somos conscientes de las dificultades institucionales que derivan de que a partir de mañana haya un Gobierno en funciones en Francia, con poderes limitados", ha explicado por su parte Gentiloni. "Pero está claro que hace falta un ajuste fiscal, en Francia y en los otros Estados miembros con altos niveles de deuda pública", ha señalado el italiano a su llegada a la reunión. Estos mensajes llegan el mismo día que Pierre Moscovici, antiguo comisario de Economía y actual presidente del tribunal de cuentas francés, ha lanzado la voz de alarma por la situación fiscal de Francia. "Esta situación sería menos problemática si ocurriera lo mismo con los vecinos europeos, pero no es así", ha explicado Moscovici.

La discusión se divide entre el Eurogrupo, la reunión celebrada este lunes, y el Ecofin, el encuentro de todos los ministros de Finanzas de los Veintisiete, que tendrá lugar el martes y durante la cual se discutirán los procedimientos de déficit excesivo que lanzó recientemente la Comisión Europea contra siete Estados miembros que cerraron el 2023 por encima del 3% del déficit. Ninguno de ellos es España, a pesar de que cerró el año por encima de ese límite, ya que en 2024 estará ya muy cerca de respetarlo sin necesidad de ajustes adicionales. Carlos Cuerpo, ministro de Economía español, no ha estado presente en la reunión.