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La hostelería hizo el agosto en junio: facturó tanto como en plena temporada alta de 2023
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No tiene techo

La hostelería hizo el agosto en junio: facturó tanto como en plena temporada alta de 2023

El turismo sigue marcando récords en su camino hacia la temporada alta gracias a la afluencia de turistas y, sobre todo, a la subida de los precios de los hoteles y restaurantes

Foto: Benidorm, atestado ya en el mes de mayo. (EFE)
Benidorm, atestado ya en el mes de mayo. (EFE)
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La pandemia ha dado a la hostelería el empujón que le faltaba para romper todos los récords. Desde el final del covid, los consumidores priorizan el gasto en turismo y experiencias antes que en bienes y España es uno de los ganadores de este cambio. El auge de la hostelería ha llegado a tal punto que las empresas facturaron en el mes de junio tanto como en pleno agosto hace un año.

En concreto, la facturación media diaria de la hostelería ascendió a 108 millones de euros a lo largo del mes de junio. Se trata del registro más alto de toda la historia para un mes de junio y, además una cifra casi idéntica a la de agosto del año pasado. En concreto, la facturación de ese mes fue de 108,5 millones de euros al día.

El mes fue de menos a más, alcanzando ya cifras históricas hacia el final. En los últimos días de junio, la facturación llegó a situarse cerca de los 130 millones de euros, cifras históricas que no se alcanzaron en ningún día del verano de 2023.

Los últimos datos de actividad publicados por el Ministerio de Hacienda (a partir de los registros de facturas) muestran que el sector del turismo no tiene techo. En junio la facturación fue nada menos que un 20% superior a la del mismo mes del año anterior. Ya no queda ningún otro sector que esté logrando tasas de crecimiento ni siquiera similares.

Hay dos factores que están empujando este gran incremento de la facturación de la hostelería: la llegada de viajeros y la subida de las tarifas. Sin embargo, en junio de este año no hubo tantos turistas como en agosto del año pasado, lo que significa que todo el aumento se debe a la subida de las tarifas. Y eso que en junio todavía no había entrado la temporada alta.

Según los primeros datos del INE, el precio de los hoteles ha subido un 11% en el último año. La subida ha sido tan intensa que en abril, y sin Semana Santa (que cayó en marzo), el precio de los alojamientos fue casi tan alto como el del pasado agosto. Esto es, los hoteles empezaron a hacer su agosto ya desde la primavera.

En mayo el precio de los alojamientos ya era un 6% superior al de agosto y en junio la subida alcanzó el 11%. Son subidas que no se explican por el alza de los costes laborales ni los gastos intermedios. Se trata, sencillamente, de un aumento exponencial de los márgenes de beneficio impulsados por el aumento de la demanda. En muchos puntos de España, parece que da igual lo que suban los precios, que los hoteles se siguen llenando.

Foto: Imagen de la playa de la Malvarrosa. (EFE)

El precio de los cámpings y albergues también está subiendo, pero a un ritmo muy inferior. La variación interanual es del 4,7% y si se compara con el mes de agosto, la subida es también del 5%.

La subida de precios está siendo generalizada en toda España, pero con algunas diferencias importantes por comunidades autónomas. Las subidas más intensas se han registrado en Madrid, Canarias y Galicia, mientras que las más bajas se han producido en Extremadura, País Vasco y Castilla-La Mancha.

Esta afluencia masiva de turistas está acercando uno de los grandes retos que tenía el sector: conseguir subir el nivel de precios para captar a un turista de más calidad y así elevar las rentabilidades y también los sueldos. Sin embargo, lo que está ocurriendo es que también está creciendo la oferta de alojamientos a bajo precio, en especial gracias a los apartamentos turísticos. Esto provoca que no haya una sustitución de turistas, sino una acumulación. Se están generalizando los procesos de masificación de toda la costa del país, generando problemas con los vecinos y aumentando la turismofobia. Este es ahora el gran reto para el sector que corre el peligro de morir de éxito si no se gestiona correctamente.

La pandemia ha dado a la hostelería el empujón que le faltaba para romper todos los récords. Desde el final del covid, los consumidores priorizan el gasto en turismo y experiencias antes que en bienes y España es uno de los ganadores de este cambio. El auge de la hostelería ha llegado a tal punto que las empresas facturaron en el mes de junio tanto como en pleno agosto hace un año.

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