Los cruceros aceptan límites en los puertos y crecen la mitad que el sector turístico

¿Cuál es la radiografía del sector de cruceros en España, cuarto mercado emisor de Europa y noveno del mundo? En 2023 fueron 586.800 los españoles que disfrutaron de este tipo de vacaciones. El turista de crucero español tiene una edad media de 45 años, viaja principalmente por el Mediterráneo (84,4%) y Norte de Europa y dedica 7,5 días a su travesía. La edad media de los cruceristas era la temporada pasada de 43,6 años frente a los 48,3 años del turista europeo.

El año pasado se produjeron 12 millones de movimientos de turistas de cruceros. Barcelona, los puertos de Baleares y los de las Palmas lideran la clasificación de los destinos, según datos de Clia, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros. Atrás quedan las restricciones por el covid que llegaron hasta 2022.

En estos momentos de incertidumbre, las compañías de cruceros suelen posicionar sus barcos, sus activos, en zonas y mercados que consideran de mayor seguridad. No se trata solo de seguridad geopolítica, sino de seguridad de los clientes que les van a responder, donde habrá una mejor conectividad aérea.

¿Y qué supuso esto el año pasado? Una sobreponderación del Mediterráneo Occidental, convertido en destino-refugio del sector. Esta sobreponderación se explica por varios factores. Uno: la guerra de Ucrania. Dos: la pérdida de atractivo del Báltico al no estar disponible para los cruceristas una visita a San Petersburgo. Tres: el conflicto en Palestina.

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El segmento de cruceros se está beneficiando del boom del turismo en España, pero también es verdad que apenas es la mitad de lo que aumenta el sector: un 7% en comparación con 2023. Para final de año el crecimiento será menor en el número total de movimientos de turistas en los puertos españoles, alrededor de un 5%, frente al 12% del turismo en general, según datos aportados por Alfredo Serrano, director general de Clia España, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros.

Los cruceros en el puerto de Barcelona han crecido un 4% en los cinco primeros meses del año, mientras que los pasajeros del aeropuerto del Prat habían aumentado un 12%. Palma es caso particular. Clia acepta estos límites y prevé un decrecimiento de los cruceristas del 15% por debajo de las cifras precovid. Eso se enmarca en un contexto de aumento significativo del turismo en Baleares: este año crecerá más del 10% en la isla de Mallorca.

Los cruceros en el puerto de Barcelona han crecido un 4%, mientras que en el Prat han aumentado un 12%

Barcelona y Palma son dos ciudades claves donde la ciudadanía ha protestado en manifestaciones multitudinarias contra la saturación turística que sufren y que impide el acceso a la vivienda a los residentes. Alfredo Serrano opina sobre la previsión de aumento de la tasa turísticas a más de cuatro euros a los 1,06 millones de cruceristas de tránsito (los que pasan menos de 12 horas) anunciada por el alcalde barcelonés, Jaume Collboni.

"¿Necesita Barcelona más recaudación?"

“Lo primero que queremos saber es para qué va a servir ese dinero”, critica el directivo de CLIA España. “¿Tiene el Ayuntamiento de Barcelona algún problema de financiación, teniendo un presupuesto de 3.807 millones de euros? ¿Necesita una mayor recaudación por parte de los cruceros para abordar los problemas de congestión turística que aparentemente hay en la ciudad? No entendemos en qué va a ayudar a esas personas que dicen sentirse, digamos, no cómodas con las actividades del turismo para que mejore su percepción del sector”.

Serrano resalta que hoy por hoy el sector de los cruceros es uno de los mayores contribuyentes, a través de la tasa turística, a las arcas del Ayuntamiento de Barcelona. Hay cifras: se trata del único medio de transporte que soporta el impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos. En 2023 se estima que el Ayuntamiento gestionó ocho millones de euros recaudados por los cruceristas y que suponen una facturación en Cataluña de 1.083 millones de euros. También lamenta que en las intervenciones públicas sobre el turismo se equipare los cruceros con la polémica nacional de las VUT (Viviendas de Uso Turístico).

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El límite de los cruceros es de especial intensidad en Barcelona y Palma. El puerto de la capital catalana y el Ayuntamiento de esta ciudad firmaron en 2018 un acuerdo que sitúa en siete el número de terminales de cruceros, todas ellas ubicadas en el Muelle Adossat, la zona más alejada del Centro de Barcelona. La inversión se eleva a 265 millones de euros.

En el caso de Palma, las navieras y el Govern de Baleares acordaron en 2022 el Manifiesto por la Sostenibilidad del Turismo de Cruceros en el puerto de Palma, que al mismo tiempo se plantea un aumento en 110.000 metros cuadrados de la superficie del Dique del Oeste del recinto portuario palmesano.

Con todo, el director de la Autoridad Portuaria de Baleares, Javier Sanz, se plantea reducir más el espacio para los cruceros y apela al consenso. Ya en 2022, el puerto de Palma arrancó la temporada alta con una limitación en el número de cruceros, con el tope de tres barcos al mismo tiempo en un mismo día, con uno solo que podría superar los 5.000 pasajeros.