La abstracción figurativa compite con los yates de lujo y Pachá en CAN Ibiza

En total, 38 galerías llegadas de todo el mundo han exhibido sus mejores artistas en la Contemporary Art Now (CAN), celebrada en Ibiza del 12 al 16 de julio. Durante la feria, comisariada por Saša Bogojev, se han mostrado creaciones eminentemente de estilo abstracto figurativo, desde los 1.000 euros hasta los 150.000. Y lo cierto es que no les ha faltado adeptos, porque en su segundo día costaba encontrar cuadros que no se hubieran vendido.

En un ambiente distendido y con música en directo las cinco tardes que abrió la muestra, decenas de coleccionistas se acercaron hasta el recinto ferial de la isla. Por un momento, dejaron atrás los lujosos yates que inundan las calas ibicencas para comprar arte.

La Bibi Gallery era una de las invitadas. Procedentes de Palma de Mallorca, su propuesta se vertebraba en torno al diálogo mantenido entre los artistas Grip Face, mallorquín; y Miju Lee, coreano. Lee se centra en el mundo onírico y la simbología de los sueños, y lo retrata en una pintura figurativa materializada en acrílico sobre lienzo. Grip Face, por su parte, prefiere utilizar el arte como una forma de protegerse de este mundo.

A su lado, la Woaw Gallery, asentada en Hong Kong, Beijing y Singapur apostaba también por obras que hablaban entre ellas. La propuesta incluía una docena de creaciones firmadas por Shannon Pell, Charlie Roberts, B. D. Graft, Patrick Alston y Giorgiko.

Yturralde que no falte

Con sedes en Colonia, Düsseldorf y París, la galería Ruttkowski;68 albergaba una de las obras más caras de CAN. Se trata de ‘Stare of a Quiet Command’, una instalación firmada por Phil Frost que alcanzó los 140.000 euros. Esta galería alemana también mostró al reconocido José María Yturralde, quien supera los 80 años pero no deja de impresionar con sus obras. A Ibiza ha llevado dos de ellas que se sitúan en los 20.000 y 29.000 euros.

Otros artistas traídos por Ruttkowski;68 han sido Luciano Calderón, Michel Mouffe, Ania Hobson y Dennis Buck.

Yasmin Namdjou, por su parte, se encarga de la galería Carl Kostyál, con sedes en Londres, Estocolmo y Milán. En su caso, la propuesta se basaba en cuatro formas distintas de hacer retratos. Los protagonistas eran Emma Stern, Oli Epp, Ana Barriga y Austin Lee. “Hemos querido que el proyecto lo hicieran juntos, por eso son obras tan coloridas, porque hay aspectos que comparten”, incide la galerista.

Algo parecido a Fer Francés. Llegado desde Carabanchel, en Madrid, es el galerista de Veta. “Queríamos que tres artistas conversaran sobre cinco grandes pintores, que son Picasso, Matisse, Cézanne, Van Gogh y Monet”, dice. Los autores de las obras son los españoles Matías Sánchez y Julio Galindo, junto al afincado en Los Ángeles, Álex Becerra. Ellos han reinventado algunas de las obras de los cinco maestros, además de retratarles.

Artistas emergentes

Preguntados por los artistas emergentes que todavía están por descubrir, las galerías no han dudado en destacar a Ela Fidalgo, por su exploración del discurso artístico enfocado a volver a conectar con una respuesta a una pregunta eterna: ¿por qué hacemos arte?; Verónica Fernández o Charlie Roberts. Por ejemplo, este último en su obra ‘Rexy’s Surf Shop’ mostrada en CAN, lo que ha hecho es un acrílico sobre lienzo a partir de una foto real en la que aparece una tienda a la que ha cambiado el nombre por el de un amigo, porque siempre trabaja con obras que representen algo de alguien a quien quiere.

Propser Legault y Guim Tió son otros dos de los artistas que, según las quinielas, pronto romperán el mercado. El primero de ellos estuvo presente en CAN con una instalación valorada en 17.000 euros, mientras que el segundo expuso dos óleos de 15.500 y 7.900 euros respectivamente.

Juande Morenilla por su parte, también tiene una larga lista de espera de coleccionistas para hacerse con sus creaciones, que se mantienen en los 10.000 euros. También han destacado la artista portuguesa Joana Galego, Kang Haoxian y Ana Barriga, de un pequeño pueblo de Cádiz. La pieza expuesta en CAN de esta última se denominaba ‘Be Mine’ porque, según la artista, la sola presencia, el vivir y existir, es parte de nuestro poder.