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Ella Fontanals-Cisneros: “Se puede llegar a tener una colección de arte fantástica con poco dinero”

Por Marta de Orbe

Fotos Fernando Puente

Ella Fontanals

A unos días de presentar su primera novela en ARCO, la filántropa y coleccionista cubana nos recibe en su casa madrileña para hablar del mercado del arte, la feria madrileña que está a punto de abrir sus puertas y de los artistas emergentes y consolidados.

Hay pocas personas tan dedicadas en cuerpo y alma al arte contemporáneo como Ella Fontanals-Cisneros. Humanista, mecenas y poseedora de una de las más interesantes colecciones de arte contemporáneo del mundo, esta cubana que se marchó a Venezuela apenas siendo una niña, se ha convertido en uno de los grandes personajes del arte del siglo XXI por derecho propio. Pero, además, también ha sido uno de los más influyentes.

Su matrimonio con Oswaldo Cisneros, un importante empresario venezolano, dueño de Pepsi.co o Digitel entre otras, y una de las mayores fortunas de todo Latinoamérica, la hizo codearse, de tú a tú, con personajes icónicos del siglo XX como Warhol, Castro, Kissinger, Trump y un larguísimo etcétera. También tiene su propia fundación (CIFO) desde la que beca y comisiona a artistas emergentes.

A sus 80 años su agenda sigue siendo imparable y, en su frenética labor de mecenazgo y de divulgación del arte, además ha tenido tiempo para escribir Ella soy yo. Una novela en la que se esbozan muchos retazos de su apasionante vida y una buena manera de entender por qué hay que escuchar a Ella Fontanals si se quiere saber de arte contemporáneo. Su voz es cátedra, y no nos extraña. Ella es historia viva de la cultura contemporánea.

El otro día comenté con unos amigos que iba a entrevistarla. Algunos no la tenían en el radar y para situarlos uno de ellos afirmó: “Es la Peggy Guggenheim del siglo XXI”. ¿Cómo explicarles realmente a los neófitos del arte quién es Ella Fontanals-Cisneros?

Es cierto que me han comparado con Peggy Guggenheim algunas veces, también he oído mucho lo de “visionaria del arte”. Simplemente tengo la suerte de ser consciente de la belleza que hay en el mundo. Amo todo lo que tiene que ver con el arte y trato de transmitir esa pasión y dedicación al resto, sobre todo a los coleccionistas y a las jóvenes generaciones.

¿En qué momento una adolescente de apenas 15 años se exilia de su Cuba natal, ante el inminente triunfo de la revolución castrista, y acaba cenando con el mismísimo Fidel en el palacio presidencial de La Habana años después?

Salí de Cuba siendo una niña, por decisión de mis padres. Las casualidades de la vida me hicieron estar cenando, muchos años después, al lado del hombre que provocó nuestro exilio. Tenía mucha curiosidad por conocerle, saber quién era ese líder que había afectado radicalmente a la vida de los cubanos. Pero nunca he dejado de preguntarme si aquella cena valió la pena o no…

Su vida ha sido de novela y su primera incursión literaria promete contarnos mucho de esa vida. ¿Qué Ella van a encontrar los lectores en su libro Ella soy yo? ¿A la pionera feminista del mundo de los negocios, a la filántropa y mecenas o al amor de uno de los hombres más influyentes del siglo XX?

Verdaderamente mi vida es un poco novelesca. No necesito identificarme con el feminismo porque es algo que asumo como propio. Siempre he pensado que el género no define la inteligencia ni la capacidad. Pero es cierto que en un momento donde era difícil que las mujeres entrasen en el mundo de los negocios, yo lo conseguí.

Mi faceta filantrópica siempre estuvo dentro de mí, al igual que mi amor por el arte, y no puedo negar que el apoyo de mi marido fue fundamental para desarrollarla a este nivel. Y sí, la novela trata muchos de estos temas.

A lo largo de su trayectoria ha tenido la oportunidad de conocer a algunos de los grandes personajes del siglo XX. ¿Quién fue el que más le impresionó? 

Difícil decisión, Fidel, Trump, Warhol… Todos eran interesantes y en algo llamaban mi atención. Pero me impresionó mucho John Kerry, vicepresidente de EEUU. En el 2014 se abrieron las relaciones cubano-americanas, coincidí con él en la embajada y nos dimos un sincero abrazo. Su presencia, su determinación y voluntad me impactaron mucho y pensé “este hombre ha venido para que el cambio en Cuba sea real”.

¿Por qué el arte ha tenido ese papel fundamental en su vida? ¿Cuándo fue su primer contacto con este mundo?

Es algo que nació y creció conmigo. De pequeña me encantaba pintar. Además, mi padre fue un intelectual y mi casa siempre estuvo llena de personas que amaban el arte y la creación. Vivir en ese ambiente también fue determinante.

 “Somos los agentes del sector los que marcamos la vanguardia del arte, no los artistas”

¿Qué diferencias destacaría entre la actual creación contemporánea de Latinoamérica y la europea?

Nos encanta poner etiquetas y colocar a las personas en lugares concretos, pero mi entendimiento de la creación es mucho más global. Es cierto que los artistas están influidos por su entorno y hay grandes diferencias políticas, económicas y educativas entre los países latinoamericanos y los europeos. Esto puede marcar su estilo en cierta manera. Pero el arte es arte y siempre está dentro de los mismos parámetros, no importa si está en Europa o en Latinoamérica.

¿Cuánto hace que el viejo continente no encabeza la vanguardia del arte, o acaso sigue haciéndolo?

Ahora la vanguardia del arte es cambiante, pero en cualquier caso es algo que marcan los agentes del sector, los coleccionistas, galeristas… No los artistas. Las creaciones pueden ser muy similares entre creadores de dos partes opuestas del globo, sin embargo, somos los agentes del arte los que hacemos que tengan más visibilidad o menos, y así vamos dirigiendo esa vanguardia artística a una u otra parte del mundo.

Usted, que ha viajado incesantemente, ha vivido en numerosos países y ha estado inmersa en los focos de la creación artística, desde Nueva York a Miami. ¿Por qué ha elegido Madrid como su segunda casa? ¿Y Usera?

Madrid me escogió a mí, no sabría cómo explicarlo. Hace muchos años que vengo y me siento muy a gusto, como en casa. Esta ciudad respira arte, allá dónde vayas hay un museo o una manifestación de expresión artística importante y de todas las épocas. Usera era el lugar perfecto para tener parte de mi colección cerca de Madrid. Allí estoy creando un gran archivo, a priori no es un lugar para visitar, pero en los dos últimos años hemos mostrado ese espacio de manera puntual con motivo de ARCO.

¿Qué romance secreto tiene con nuestro país para que fuese el primero en su lista para disfrutar de parte de su colección? ¿En qué punto se encuentra?

Mis antepasados son españoles y este país es parte de lo que soy. Por eso pensé en crear una alianza con el Gobierno de España para preservar y mostrar mi colección aquí. Pero esta ilusión se ha ido apagando porque no vi una voluntad real por parte del Estado español, nunca me propusieron unas condiciones adecuadas para un proyecto de tal envergadura, y así hemos llegado a este punto muerto.

¿Se acuerda de cuál fue su primera adquisición de arte?

Lo recuerdo perfectamente, la compré cuando abrí mi propia galería de arte en Caracas. La Quema, del artista venezolano Tomás Golding. Fue una pieza que conservé mucho tiempo, pero lamentablemente sufrí un robo en casa y aquella obra fue parte del botín. 

¿Se puede aspirar a tener una buena colección sin ser millonario?

Sí, se puede llegar a tener colecciones de arte fantásticas por poco dinero. Recuerdo a unos coleccionistas americanos, de un estrato social más bien bajo, que durante años coleccionaron dibujos de artistas contemporáneos a ellos. Guardaban 100 dólares al mes para esto y llegaron a tener una de las colecciones de dibujos más importantes de EEUU.

¿Qué les recomendaría a esos coleccionistas amateurs de bajo presupuesto? 

Les aconsejaría que coleccionen artistas de su medio y de su generación porque es la manera de crecer con ellos y darte cuenta de su trayectoria. Esos son los artistas que, con los años, se convierten en buenas inversiones.

ARCO está a punto de comenzar. Además de presentar su libro, ¿qué más planes tiene en la feria madrileña? ¿Cuáles son sus expectativas?

ARCO ha estado tan cerca de mí en los últimos 20 años que es un honor presentar allí mi libro. Esta feria siempre me trae buenos recuerdos y me da la oportunidad de conocer nuevos artistas y galerías. ARCO ha tenido un crecimiento exponencial increíble en los últimos años y siempre me emociona asistir.

Y para los que no queda mucho por aprender del arte contemporáneo, denos un chivatazo… ¿Qué no debemos de perdernos en ARCO 2024? 

Para mí es tan sorpresa como para todos ustedes. A los coleccionistas, las galerías nos mandan obras desde muy pronto, pero la sorpresa es la que te encuentras in situ. No puedo daros ese chivatazo…

Para terminar, díganos, ¿cómo cree que se llevará el mundo del arte con la IA? ¿Hasta qué punto afectará a la creación artística humana?

Creo que afectará de una manera categórica. Algunos artistas le temen por la facilidad de plagio que supondrá. Pero es algo que ha llegado para revolucionar el mundo y también el arte, por lo que sin duda influirá en las nuevas creaciones, sobre todo en los jóvenes artistas que ya trabajan con medios digitales. Estoy segura de que será sorprendente este binomio IA y arte, yo ya estoy deseando verlo porque, seguramente, determine la creación artística del siglo XXI.

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