Arte contemporáneo, mucho dinero y erotismo en Frieze Nueva York 2024

La duodécima entrega de Frieze Nueva York, celebrada bajo la dirección de Christine Messineo, ha ofrecido un imponente espacio expositivo de 68 galerías durante sus cinco días de duración. Hasta su clausura, la feria recibió la nada despreciable cifra de 25.000 visitantes venidos de 66 países del mundo.

Integrada por galerías ampliamente conocidas, algunos de los artistas expuestos han visto algunas de sus obras vendidas por números de más de 6 cifras. Uno de los récords de ventas de esta edición lo ostentó Disremembered XIV, una pieza textil realizada por la artista colombiana Doris Salcedo y que fue vendida en el stand de White Cube por la friolera de 1 millón de dólares. Otras de las cifras más impresionantes la cerró Hauser & Wirth, que logró vender, entre sus interesantes propuestas, uno de los lienzos abstractos de Ed Clark por 850.000 dólares seguido de cerca de una de las icónicas pinturas de Henry Taylor, por 750.000 dólares.

Siguiendo con los espacios destacados, cabe mencionar el de la Stephen Friedman Gallery, que atrajo la atención de los coleccionistas logrando vender la mayor parte de las obras murales de Holly Hendry. Estas piezas, dentro de su abstracción, incluían partes del cuerpo humano como orejas, narices o lenguas. En el centro del espacio, una imponente escultura completaba la composición evocando con sus formas a algún tipo de órgano interno. “Siempre hemos comparado sus obras murales con retratos. Está revelando cómo funcionan los procesos internos en su mente”, señaló al respecto Jon Horrocks, director de la galería..

Frieze Nueva York es la primera gran feria tras la celebración de la Bienal de Venecia, inaugurada a finales del mes pasado, lo que se ha dejado notar en sus exposiciones. En este sentido, cuatro imponentes pinturas de Sterling Ruby acaparaban las miradas de los visitantes en Gagosian. Todas ellas formaban parte de la serie Turbine, todavía en activo, en la que Ruby completaba sus lienzos por capas de colores para después colocarlos en el suelo de su estudio. Así, las obras siguen transformándose a través de las salpicaduras de pintura o las propias pisadas de su autor. Al final de la feria, todas ellas se habían vendido por 550.000 dólares cada una.

Talentos emergentes

Además de los consagrados, como cada año, Frieze ha dado voz a pequeñas galerías, aquellas que luchan por abrirse paso en el mercado actual. Dentro de la feria se pudo encontrar Focus, un espacio comisariado por Lumi Tan que sirvió como contrapunto del recorrido principal y que ofreció una oportunidad a artistas emergentes y galerías con menos de 12 años de actividad. “Especialmente en este momento, cuando hay tantas galerías increíbles en Nueva York cerrando o anunciando su cierre, resulta significativo poder apoyar a galerías de esta escala de esta manera”, señaló la comisaria, que actualmente es directora curatorial de Luna Luna, un auténtico parque de atracciones del arte vanguardista en Hamburgo, Alemania.

Focus reunió toda clase de manifestaciones artísticas entre pinturas, esculturas y fotografías que permitían que la feria siguiera siendo un espacio vivo en el que descubrir nuevos talentos. Precisamente el premio Focus Stand de este año lo ha recibido la galería portuguesa Madragoa, que debutaba por primera vez con una presentación individual de la obra de Sara Chang Yan.

Pero, lejos de ser un amasijo de obras sin un nexo, ofrecía al visitante nuevas perspectivas que iban más allá de lo normativo, que daban voz al movimiento queer o que abordaban temáticas relacionadas con la resistencia indígena. En palabras de la propia Lumi Tan, ha sido “una oportunidad para reconocer a los innovadores que durante mucho tiempo representaron historias y perspectivas pasadas por alto por la cultura dominante”.

De hecho, una de las propuestas que más ha dado que hablar se encontraba expuesta precisamente en esta sección. Se trataba de la artista china Tao Siqi, que con sus escenas entre la lujuria y la violencia, retratadas en tonos rojos y amarillo fluorescentes, acaparó las miradas en el stand de Capsule Shanghai. Inspirada por los versos de Charles Baudelaire en su mítico libro Las flores del mal, Siqi exploró en su obra el erotismo y la dualidad de la naturaleza humana, tal y como lo hizo previamente el poeta y crítico francés. Se podría decir que es su propia representación del lado más oscuro del amor.

Más allá de nombres jóvenes, algunos de los puestos que integraban Focus ofrecían la oportunidad de redescubrir a artistas más consagrados. Precisamente uno de ellos es Stanley Stella, un fotógrafo estadounidense que retrató como pocos la vulnerabilidad y los afectos de la comunidad LGTBIQ+ cuando esta todavía se estaba gestando. La galería Kapp Kapp ha sido la encargada de volver a ponerlo en el mapa del arte contemporáneo, a través de diez fotografías tomadas por su objetivo de los muelles de West Village de Nueva York.